La vacuna de Pfizer es de los pocas que cuenta con la autorización para ser usada en población pediátrica entre los 12 y los 17 años, al igual que las vacunas de Moderna que ya llegaron al país. La ministra de Salud, Carla Vizzotti, anunció en una conferencia de prensa que firmó un contrato vinculante con la farmacéutica estadounidense para la adquisición de 20 millones de vacunas.
La vacuna desarrollada por Pfizer-BioNTech fue aprobada para adolescentes de 12 a 15 años por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) en mayo. El fármaco ya tenía el visto bueno para jóvenes de hasta 16 años.
"La expansión de la FDA de la autorización de uso de emergencia para la vacuna Pfizer-BioNTech covid-19 para incluir a adolescentes de 12 a 15 años de edad es un paso significativo en la lucha contra la pandemia", manifestó en ese momento la comisionada interina de la FDA, Janet Woodcock.
El laboratorio americano publicó en marzo los resultados preliminares de un ensayo entre 2.260 voluntarios en Estados Unidos de entre 12 y 15 años, revelando que no hubo casos de covid-19 entre los adolescentes que quedaron totalmente vacunados.
Cómo es la vacuna de Pfizer y cuál es su efectividad
La vacuna BNT162b1 se aplica en dos dosis, con un intervalo de 28 días entre la primera y la segunda inyección. Está basada en la tecnología del ARNm (ácido ribonucleico mensajero) y genera una “robusta respuesta inmunológica”, con una efectividad superior al 94 por ciento en adultos mayores de 65 años.
Tanto Pfizer como Moderna están ampliando el tamaño de sus estudios clínicos de sus vacunas contra el coronavirus en niños de entre 5 y 11 años. La FDA pidió a ambas empresas que incluyeran a 3 mil niños de ese rango etario en sus estudios.
Un portavoz de Moderna, Ray Jordan, confirmó al Times que la compañía pretende expandir sus estudios para aumentar la posibilidad de detectar efectos secundarios poco comunes, y señaló que se espera solicitar una autorización de emergencia a finales de 2021 o principios de 2022.
El ensayo de Moderna comenzó a incluir a pacientes menores de 12 años en marzo, con el objetivo de incorporar a cerca de 6.800 personas de entre 6 meses y 12 años de edad.
El objetivo de los ensayos clínicos es también estudiar los efectos secundarios que las vacunas generan en esta población ya que en junio los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) advirtieron que ambos fármacos podrían haber causado miocarditis y pericarditis en más de 1.200 estadounidenses, entre ellos más de 500 personas menores de 30 años.
Los efectos secundarios normalmente aparecían unas dos semanas después de haber recibido la vacuna, y eran más comunes en hombres jóvenes.
El porcentaje de incidencia, aun así, es bajo: solo se dieron 13 casos por cada millón de segundas dosis administradas.
Los acuerdos con Pfizer y Moderna
Vizzotti ya había informado junto a la secretaria Legal y Técnica de la Nación, Vilma Ibarra, que el presidente Alberto Fernández había firmado un decreto que permitía la compra de vacunas producidas en Estados Unidos con el objetivo específico de tratar a la población pediátrica con comorbilidades.
Argentina ya recibió 3.5 millones de vacunas de Moderna donadas por Estados Unidos. “Es la mayor donación que hicieron a un país de Latinoamérica y han sido reservadas para destinar a adolescentes con comorbilidades”, dijo este martes la ministra de Salud y detalló que ese grupo está compuesto por “alrededor de 900 mil personas entre 12 y 17 años”.
Las vacunas de Moderna se utilizarán para empezar inmunizar a niños y adolescentes. La campaña de vacunación llegará así a la única franja de la población a la que aún no había alcanzado.