La crisis sanitaria, social y económica que se desató en todo el mundo desde el año pasado resultó en una tragedia sin precedentes. La afectación en la salud de millones de personas generó complicaciones en diversos ámbitos, sobre todo en el plano económico y financiero.

La crisis que comenzó en los primeros meses del 2020 afectó a todos los sectores. Los gobiernos de todo el mundo optaron por establecer distintos tipos de confinamientos, que resultaron en una disminución de la movilidad, y por lo tanto, un freno en la actividad económica. Todas las economías, locales, regionales y mundiales dejaron de funcionar con normalidad y el impacto llegó tanto a grandes empresas como a los ciudadanos.

Para combatir los efectos, los gobiernos definieron una serie de medidas que tuvieron como principal objetivo sostener a todos, especialmente a los sectores más vulnerables.

En Argentina, una de las herramientas fundamentales para hacer girar la rueda de la producción es el Programa de Asistencia al Trabajo y a la Producción, los ATP. Esta intervención del estado buscó que la rueda no deje de girar en los momentos más críticos de la pandemia.

Los ATP fueron una de las tantas herramientas para cuidar el trabajo, garantizar la producción y así amortiguar el impacto económico generado por la mencionada crisis. Fue destinada a las empresas de todos los tamaños, monotributistas y autónomos.

Sin dudas, para la sociedad fue un verdadero hito acceder a este tipo de programas para poder continuar sosteniendo sueños y proyectos que contribuyen al desarrollo de la nación.

Ahora, varios meses después de iniciada la crisis, el acceso al financiamiento sigue siendo fundamental para todos los niveles de la sociedad. Por eso es necesario acercar alternativas en todos los frentes, y los jubilados y pensionados son un sector que merece la máxima atención.

Por eso la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) ha sacado una línea de crédito de hasta $200.000. En cualquier economía global, es necesario que todos los ciudadanos puedan llevar adelante sus proyectos, y los préstamos para jubilados resultan claves para beneficiar a un sector por demás golpeado en la crisis producto de la pandemia.

Argentina, según datos del Banco Mundial, es una de las economías más grandes de América Latina, poseedora de un producto bruto interno (PBI) de aproximadamente USD 450 billones. Posee recursos naturales de energía y agricultura envidiables en un extenso territorio de casi tres millones de kilómetros cuadrados.

Esta tierra cuenta con reservas de gas, litio y un enorme potencial en energías renovables. Por eso Argentina necesita que sus dirigentes se ocupen de todos los sectores sociales sin miramientos políticos. Es obligación del estado, y quienes lo administran, pensar en proteger mediante programas sostenibles en el tiempo, a todos aquellos actores que en el pasado, en el presente y en el futuro, resultan protagonistas del desarrollo como país.

Según pronostica el Banco Mundial, la economía argentina crecerá este año un 6,4%. Este crecimiento será por encima del promedio de suba del PBI de América Latina y el Caribe, que promediará un aumento del 5,2% según estimó el propio Banco Mundial en un informe sobre perspectivas económicas.

El gobierno implementó algunos programas que apuntaron a sostener los proyectos de todos los ciudadanos. Entre ellos el mencionado programa de asistencia al trabajo (ATP), pero también se implementaron créditos del BICE para MiPymes que implicó un financiamiento para las exportaciones. Es decir, préstamos para internacionalizar las Pyme con plazos de hasta seis meses, y montos de hasta USD 200.000 y USD 300.000 según sean exportadores frecuentes o no.

A su vez se estableció un financiamiento para inversiones del Banco Nación, programa aún vigente, donde se habilitó una línea de créditos destinada a la inversión productiva para MiPymes y empresas dedicadas a la actividad manufacturera. Este programa tiene como objetivo proyectos de inversión para la adquisición de bienes de capitales nacionales nuevos, excepto aquellos que no se produzcan en el país.

No sólo era crítico y necesario sostener este segmento, sino a los ciudadanos. Y más aún al sector más vulnerable como los jubilados y pensionados. Por eso ahora la ANSES permite, y brinda la posibilidad de solicitar una línea de créditos destinada a jubilados y pensionados que son hasta $200.000 y están dirigidos a jubilados y pensionados de toda la República Argentina. Esta nueva línea les permite aplicar incluso a aquellos jubilados y pensionados que ya hayan sacado otro préstamo.

Estos nuevos préstamos para jubilados y pensionados pueden tramitarse por internet, como ocurre con muchas opciones disponibles en el mercado actualmente. Es importante tener en cuenta que hay un cupo diario para acceder a estos créditos, y si a los usuarios les aparece una notificación de “cupo completo” no deben alarmarse, ya que el mismo se renueva todos los días.

Hoy, las sociedades del mundo buscan su desarrollo y sólo lo logran pensando en el bien común de todos los integrantes de su comunidad. Desde las grandes empresas hasta el jubilado con el haber mínimo, pero pasando también por todos aquellos empleados, trabajadores autónomos y emprendedores que se multiplican a lo largo y ancho del país. El acceso al financiamiento sostiene la construcción de sueños, y permite el cumplimiento de proyectos que hacen grande a una nación.