La campaña política del Frente de Todos tendrá un eje central en la cuestión económica, y el funcionario de más peso en el rubro saldrá a jugar fuerte con un rol más activo en el territorio. El ministro de Economía, Martín Guzmán, caminará por el Conurbano, Capital Federal y localidades del interior con un discurso más amplio, cercano a la gente y menos centrado en la deuda externa.
Hace unas horas, el funcionario se fotografió en su despacho con la candidata a diputada bonaerense Victoria Tolosa Paz, y hará lo mismo con la cabeza de lista porteña, Leandro Santoro. Las postales políticas son sólo un hecho formal de charlas que Guzmán ya venía teniendo con ambos y que iban sobre la cuestión de la economía doméstica y las estrategias de comunicación en campaña.
Los acercamientos del ministro a la política cuentan, naturalmente, con dos avales de peso que despejaron el ruido interno luego de los tironeos por la cuestión tarifaria y pusieron la meta en lo que queda hasta las PASO. Las reuniones que viene manteniendo seguido con el presidente Alberto Fernández y el encuentro privado que tuvo con la vice, Cristina Fernández de Kirchner, el 6 de julio último, antes de partir a Venecia a las reuniones de ministros de Economía del G-20. Esto se suma a las conversaciones telefónicas que tiene casi cada semana con Sergio Massa, Máximo Kirchner y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
“Es una mujer comprometida con el presente y el futuro de nuestra Argentina (…) Esperamos profundizar la agenda con el Congreso para construir una economía con más trabajo, dinamismo productivo y estabilidad”, expresó Guzmán tras la reunión con Tolosa. Y recordó que “durante nuestro Gobierno llevamos sancionadas 13 leyes económicas que mejoraron la estructura tributaria, el mercado de capitales, las oportunidades de desarrollo productivo y la sostenibilidad de la deuda. Nuestro Frente tiene la convicción de que el debate democrático y parlamentario es la base de la construcción de políticas de Estado para una economía tranquila”.
Esta última frase, la economía tranquila, será parte del discurso del ministro en los pueblos. Saben en su entorno que la inflación será una cuestión importante en la calle y que hay explicar la situación, aún en la complejidad actual. Y que el mensaje será el ordenamiento del país en la post pandemia y el contraste de modelos: se pondrá de manifiesto un modelo de recuperación económica, empleo e industrialización, con lo que en el Gobierno observan como “una política de destrucción de sectores y de la base industrial”, un tiro directo a la crisis económica que se generó en los años de Mauricio Macri.
La primera señal en esa línea la dio la propia CFK en el acto de lanzamiento de listas en la pyme Queruclor. Allí expresó que la voluntad del Gobierno Nacional es saldar la deuda con el Fondo Monetario (FMI), pero dejó en claro que el responsable de contraerla fue Cambiemos. Esa equiparación se verá en casi todos los frentes económicos. En la Casa Rosada confían que la pulseada económica es un terreno más favorable al oficialismo, aún con niveles de inflación altos y los efectos propios de la pandemia de COVID 19.
“Nosotros somos la posibilidad de la recuperación, y marcaremos lo que hicimos y lo que falta. Sin olvidarnos lo que hicieron los otros”, señalaron fuentes del Ejecutivo que confirmaron a Página I12 que Guzmán, como otros ministros económicos, activarán un modo político en la campaña.
También hará eje el ministro en la importancia del sector de la pequeña y mediana empresa, la base electoral y de modelo del Frente de Todos. Y no abandonará las reuniones con sectores empresarios y las charlas con este mensaje, que se mudarán también a universidades de todo el país. El funcionario seguramente estará acompañado, en las recorridas, por personalidades de su ministerio relacionadas con sectores sociales y problemáticas habituales en los barrios.