Corinna Larsen, ex amante de Juan Carlos I de España, presentó una demanda ante el Tribunal Superior de Londres en la que acusa al rey emérito y al servicio secreto español por "acoso" y "espionaje" contra ella en el Reino Unido.
La empresaria alemana, de 57 años, también reclama una indemnización millonaria y que quien reinara en España entre 1975 y 2014 no pueda acercarse a menos de 150 metros de ninguna de sus residencias. La denuncia fue interpuesta en diciembre pasado pero se reveló este martes.
Larsen acusa al rey emérito y a los servicios secretos españoles de acosarla desde 2012 mediante amenazas, difamación y encubrimiento. La mujer alega que la Agencia Nacional de Inteligencia de España, su entonces titular Félix Sanz Roldán, o personas que trabajaban en su nombre o en el de Juan Carlos, la pusieron a ella y a otras personas de su entorno "bajo vigilancia física".
Según denunció, esto "incluía un seguimiento vehicular y personal, con allanamientos en las propiedades en la que residía, además de sufrir el hackeo de sus teléfonos y computadoras". Larsen también afirma también que fue amenazada por el rey emérito, quien presuntamente le dijo que “las consecuencias para ella "no serán buenas" si "no hacía lo que él quería”.
La mujer, nacida en Dinamarca y conocida también como Corinna zu Sayn-Wittgenstein, aseguró que Sanz Roldán también le dijo en una reunión en Londres en 2012 que no podía "garantizar su seguridad física ni la de sus hijos". En varias entrevistas e incluso durante su comparecencia como testigo en un juicio en España, dijo que el acoso y la persecución comenzaron cuando terminó con su relación con Juan Carlos.
De acuerdo al Financial Times, en el trasfondo del caso está un pago de 65 millones de euros en 2012 por parte de Juan Carlos a la empresaria con fondos que se originaron con un regalo de cien millones de dólares que recibió el entonces rey español por parte del difunto monarca Abdullah de Arabia Saudita en 2008.
En su demanda, Larsen dice que Juan Carlos le expresó que "quería asegurarse de que ella y sus hijos estuvieran bien, pero le preocupaba que su familia impugnara cualquier cosa que le dejara en su testamento, después de su muerte". Sin embargo, el Borbón le reclamó ese dinero de vuelta "o que lo pusiera a su disposición". Ella se negó y él entonces la acusó de robar los fondos y la difamó ante su familia y socios comerciales, así como ante el rey Salman y el príncipe heredero Mohamed bin Salman de Arabia Saudita.
Esto, según Corinna, le supuso una pérdida de ingresos en su trabajo como "consultora estratégica", ya que trabaja con personas de alto poder adquisitivo y con empresas líderes de todo el mundo.
La empresaria también declaró en otra oportunidad que el sultán de Omán le compró un departamento de 50 millones de libras esterlinas en el exclusivo barrio londinense de Knightsbridge, para uso del monarca español. Larsen contó que Juan Carlos le pidió que pagara un depósito por los gastos de servicio de unas 200 mil libras esterlinas de la propiedad, pero que ella se negó.
Mientras tanto, la defensa de Juan Carlos I, aún no respondió al reclamo, y está por decidir si la justicia británica es competente para investigar a un exjefe de Estado de otra nacionalidad y que no vive en Reino Unido.