En la séptima jornada del juicio por el femicidio de María Leonor Gine, cometido el 27 de marzo de 2020 en su departamento de la ciudad de Salta, expusieron psicólogxs y psiquiatras que realizaron informes sobre lxs imputadxs Agustín Morales, nieto de la víctima, Federico Detzel y Tania Rocío Aguirre.
La médica psiquiatra del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), Gabriela Moyano, que entrevistó a Morales en julio del año pasado, junto a la psiquiatra y perito de la defensa Raquel Musa, dijo que el joven tenía anestesia emocional en relación al femicidio de su abuela, no le encontró empatía, ni registro del otro, ni culpa. Detalló que en Morales hay ausencia de capacidad para entablar vínculos profundos, que no logra contener sus impulsos y tiene baja tolerancia a sus frustraciones.
La especialista afirmó que el joven no tenía memorias conservadas y no tenía alteraciones en la memoria. Cuando lo entrevistó, no tenía trabajo y le contó que consumía cocaína, marihuana y pasta base, de manera compulsiva. Además, realizaba mezclas con alcohol y psicofármacos.
La psiquiatra también dijo que Morales hizo tratamiento de deshabituación en distintos lugares pero siempre abandonaba los tratamientos.
En la entrevista Morales le contó que estaba imputado por el homicidio de su abuela; estaba orientado, tenía discurso evasivo y carente de responsabilidad. La psiquiatra también le encontró indicadores de ocultamiento y mendacidad. Además, detalló que el joven tenía un modo de hablar con desparpajo y el discurso era confuso e inconsistente.
Como respuesta a los puntos de pericia, la psiquiatra diagnosticó que Morales tiene personalidad psicopática, conductas antisociales y drogadependencia de larga data. Dijo que no presenta psicosis.
El primero en declarar ayer fue el psicólogo Ignacio Nani Langa, propuesto por la defensa de Morales. El especialista lo entrevistó dos o tres veces para brindarle acompañamiento, por pedido de la familia. Contó que el joven comenzó a consumir drogas a los 12 o 13 años, y que tenía adicción severa al “paco” o pasta base y también había consumido cocaína. Explicó que la pasta base produce disociación de la realidad y un bloqueo afectivo y de conciencia afectando a las personas al punto de hacerles parecer “zombies” emocionales.
El psicólogo señaló además que a Morales se lo veía angustiado por su problema de adicción y que podía asumir sus errores, pero seguía frecuentando lugares de alta vulnerabilidad social como la zona de El Bajo. Añadió que sabía de las conductas disruptivas del acusado, sobre todo en lo referido a la imposición de límites, pero nunca advirtió actitudes agresivas en él.
El psiquiatra Luis Vilar realizó un informe respecto a Morales en mayo de 2020. Dijo que encontró un perfil con rasgos psicopáticos pero no una personalidad psicopática completa, indisocial, y con conductas transgresoras. Agregó que el joven no presentaba psicosis ni otra patología al momento del examen. Pero, sostuvo que tenía amnesia temporaria en relación a los hechos que se le imputan. Para el profesional, esto último puede resultar verosímil porque desde días previos estuvo consumiendo de manera profusa sustancias psicoactivas varias y psicofármacos, por ende, podría haber tenido fallas en su memoria de fijación.
El profesional habló del fenómeno conocido como palimpsesto, sobre la ausencia de fijación o registro de memoria respecto a ciertos hechos, cuando ha habido, por ejemplo, consumo de bebidas alcóholicas. Dijo que es posible que la persona sostenga conducta apropiada, pero puede haber falta de fijación de memoria.
El psicólogo Carlos Morón, que también realizó un informe como perito de parte de Morales, dijo que observó alteraciones en su memoria episódica que pudieron deberse a la droga. Dijo que el consumo problemático le produjo a Morales un deterioro en los vínculos afectivos y dificultades para entablarlos. Especificó que puede comprender la criminalidad del acto. También dijo que para él su abuela era como una segunda madre por el lugar que ocupó en su historia de vida.
El psicólogo del CIF, Víctor Paz hizo otro informe sobre Morales, junto a la perita de la defensa María Alejandra López. Estxs profesionales arribaron a conclusiones distintas a las de otrxs peritxs, en el informe consignaron que Morales tiene un personalidad neurótica, es decir normal y no con rasgos psicopáticos o personalidad psicópata.
Discursos sin indicadores de mendacidad
La psiquiatra Gabriela Moyano también hizo un informe sobre Aguirre. Contó que la joven le dijo que consumía tabaco, alcohol, cannabis y pasta base, pero no lo refirió como algo problemático. Y, por otro lado, no reconoció responsabilidad sobre los hechos el asesinato de Gine y se mantuvo en que ella concurrió al lugar para prestar un servicio como trabajadora sexual. Para Moyano, su discurso fue espontáneo, exculpatorio y sin indicadores de mendacidad ni ocultamiento.
La psicóloga Natalia Colombo hizo un informe sobre Aguirre por solicitud de fiscalía y detalló que no encontró en ella rasgos patológicos ni patología psiquiátrica. Indicó que la joven tiene un yo frágil, mucha inseguridad, actitud histriónica, e intenta mostrarse segura de sí misma como modo compensatorio. La joven le dijo que tenía un consumo ocasional de drogas, que tiene la particularidad de que es social o laboral ya que lo hace cuando "sus clientes" son consumidores y no lo percibe como un problema de adicciones. Asimismo, Colombo señaló que no tiene deterioro por consumo de estupefacientes.
Ante preguntas de la fiscala Mónica Poma, Colombo dijo que Aguirre puede tener una agresividad moderada, acorde a lo esperado. Encontró en ella dificultades en su situación emocional y para expresarla. Precisó que no es explosiva, ni violenta.
Colombo señaló que Aguirre no presenta indicadores de mendacidad, no tiene tendencia a mentir y tampoco de ocultamiento
El psiquiatra Luis Vilar también hizo un informe sobre Aguirre. Dijo que la encontró vigil, orientada, con discurso coherente, y que su atención y memoria estaban conservadas. Respecto a su eventual participación en el hecho, el psiquiatra dijo que ella fue franca en sus manifestaciones, concluyó que tiene hábitos transgresores, disociales, y no tiene rasgos patológicos ni psicosis.
Sobre Detzel
Luis Vilar también se refirió a Detzel. Dijo que le contó que consumía pasta base desde hace 10 años. El profesional aseguró que el joven tiene una personalidad bien conformada, coheficiente intelectual medio, sin rasgos patológicos o anormales, no tiene patología mental ni alteración de personalidad. Afirmó que no observó en él indicadores de mendacidad.
El especialista indicó que Detzel tiene control de impulsos, puede entablar relaciones con normalidad, no presenta psicosis ni patología de relevancia. También, que se hace cargo de sus actos, y no presenta deficiencias cognitivas. Dijo que era coherente, bien predispuesto a la entrevista, con respuestas adecuadas, emocionalmente estable, con lenguaje correcto, y con contenido de pensamientos normales.
Se prevé que hoy terminarán las testimoniales. Aguirre y Morales ya anunciaron que van a declarar. El lunes próximo serían los alegatos.