Autoridades de Sidney anunciaron un mes más de cuarentena por un nuevo brote de covid-19, que disparó el número de contagios en medio de la baja tasa de vacunación en Australia.
La ciudad más grande de Australia tenía previsto salir del confinamiento el 30 de julio, después de cinco semanas, pero las restricciones se mantendrán hasta el 28 de agosto, ante el aumento en el número de contagios.
"Entiendo personalmente lo que estamos pidiendo a la gente hacer las próximas cuatro semanas, pero es porque queremos mantener nuestra comunidad a salvo y queremos asegurar que podamos recuperarnos lo más rápidamente posible", declaró la jefa del gobierno del estado de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian.
Las autoridades anunciaron 177 nuevos casos ligados al brote de Sidney, que comenzó a mediados de junio cuando un conductor de limusina que transportó a la tripulación de un vuelo internacional se contagió del virus.
Berejiklian dijo que la policía intensificará los esfuerzos para hacer cumplir la medida y urgió a la población reportar a quienes no acaten las reglas. "Realmente necesitamos que la gente haga lo correcto siempre. No bajen la guardia", pidió.
El anuncio se dio en momentos que Melbourne puso fin a su quinto confinamiento por el virus, tras contener un brote de la variante Delta, según el jefe del gobierno estatal de Victoria, Dan Andrews.
Australia recibió elogios por su éxito en contener la pandemia, tras cerrar sus fronteras en forma temprana y erradicar los focos de contagio.
Solo un 13 por ciento de los australianos fueron vacunados debido a un bajo abastecimiento de la vacuna de Pfizer-BioNTech y el escepticismo en torno a la de AstraZeneca.
El país registró más de 33.000 contagios y 921 muertes por covid-19, en una población de 25 millones.