Organizaciones gremiales, centros de estudiantes, científicos y referentes de la educación exigieron al gobierno porteño "la renuncia inmediata" de la historiadora y funcionaria de la Universidad de la Ciudad (Unicaba) Sabrina Ajmechet, quien en los últimos días saltó a la palestra por sus expresiones a favor de la ocupación británica en Malvinas. “No puede estar en una universidad enseñando valores de ese tipo” porque "una docente no puede enseñar el odio", sentenció el titular de UTE-Ctera, Eduardo López.
“Los discursos de odio no tienen lugar en la educación”, dice el encabezado de la solicitada dirigida al Ejecutivo porteño bajo cuya órbita está la Unicaba, la universidad de formación docente de la cual Ajmechet es secretaria de Investigación y Desarrollo.
Los firmantes no solo repudiaron las expresiones de la historiadora, quien en las redes sociales publicó “Desperdicié la oportunidad de atropellar a un grupito de estudiantes del Pellegrini”, sino que también exigieron su “inmediata renuncia” en ese cargo. Y para pedir su apartamiento lanzaron una campaña de adhesiones que, en menos de una hora, juntó mil firmas.
“El discurso de Ajmechet es de odio, anti educativo, anti democrático y persecutorio de los estudiantes; que a su vez es el discurso que llevó a la creación de la Unicaba”, criticó Eduardo López, uno de los firmantes de la nota. Cuando se creó esa institución, agregó, “el gobierno porteño lo hizo con la siguiente excusa: ‘los profesorados están politizados, vamos a poner apolíticos’. Bueno, ahí están los apolíticos”.
“Esta funcionaria tiene una ideología que va a contramano de lo que establecen las leyes y los estatutos docentes, que son enseñar valores de la democracia, el respeto de los derechos humanos, la defensa de la democracia, la libertad y la solidaridad”, explicó el dirigente en diálogo con Página/12.
Por eso, agregó, “Ajmechet no puede seguir en ese cargo”, ni siquiera en la Unicaba, “que es una estructura vacía de sostenimiento de fuente de trabajo para políticos macristas”.
El pedido de renuncia que será presentado formalmente ante el Ejecutivo de la ciudad dice que “lxs abajo firmantes expresamos nuestro más enérgico rechazo y preocupación frente al rol que ocupa Sabrina Ajmechet”.
Si bien el gobierno porteño se caracteriza por no desplazar a sus funcionarios en los momentos en que son públicamente cuestionados, el contexto y alcance del escándalo desatado por las expresiones de la historiadora pueden generar un vuelco en esa postura.
"A esta batalla la vamos a ganar", remarcó López. El jefe de gobierno Horario “Rodríguez Larreta debe pedirle la renuncia porque esa funcionaria incumple con el Estatuto Docente y las leyes. Una docente no puede enseñar el odio. Si un maestro dice cosas como las que ella dijo, se le hace un sumario, da derecho a defensa y se toma una sanción. Un maestro enseña con la palabra y el ejemplo”, fundamentó.
Quienes adhirieron no manifestaron su sorpresa por esos dichos de una funcionaria pública y adherente de Juntos por el Cambio. “No nos sorprende este hecho sino que lo entendemos parte de la perspectiva planteada por el Gobierno de la Ciudad para con nuestra educación”, dijeron.
Aún así, añadieron, “no podemos tolerar que personas que incitan al odio y a la discriminación, plagian textos de investigación o se posicionan contra la soberanía e interés nacional ocupen lugares de responsabilidad en nuestro sistema educativo”.
El texto fue firmado por una decena de centros de estudiantes de colegios y profesorados porteños, entre ellos el Mariano Acosta, Joaquín V. González, Lenguas Viva, Normal 7, y del Alicia Moreau de Justo. También investigadores del Conicet, docentes de varias universidades nacionales, dirigentes políticos y sociales de la Correpi, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) y la CTA.