Con la campaña para las PASO 2021 en marcha, Alberto Fernández confirmó que "todos los funcionarios que son candidatos, deben dejar sus cargos" y señaló que se trata de "una regla ética que quiero preservar". En ese marco, el Presidente ya decidió que sea el intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, quien reemplace a Daniel Arroyo en el Ministerio de Desarrollo Social. El otro casillero a llenar en su gabinete es el que dejará Agustín Rossi en el Ministerio de Defensa.
Fernández reconoció que la pérdida ambos ministros "es muy grande", pero aseguró que ya tiene los nombres con los que serán reemplazados y los anunciará a su regreso de Perú, donde participó de la asunción de su par Pedro Castillo. Zabaleta será una de las incorporaciones, la otra aún no se conoce.
El propio Rossi, consultado después de que Alberto Fernández lamentara su salida, elogió "el profundo sentido ético" del Presidente". También se permitió una chicana en relación a su contrincante en la interna santafecina: "Se me ocurre que Omar Perotti también dará un paso al costado, porque va de candidato a senador suplente en las listas".
El jefe de Estado se manifestó conforme con el cierre de lista en unidad que logró el Frente de Todos para las elecciones legislativas y valoró que "nadie impuso nada". "Quedé muy conforme y satisfecho con el cierre de listas y sigo trabajando para llamar a la unidad a todos los hombres y mujeres del Frente de Todos", destacó Fernández y aseguró que la tarea es la de "encarar el día después de la pandemia".
El presidente, en diálogo con C5N, señaló que en el país "tenemos a la vista la puerta de salida de la pandemia" porque avanzamos con la vacunación, y subrayó que ya el 73 por ciento de la población recibió, al menos, una dosis a pesar de las noticias desalentadoras que se intentan imponer en los medios hegemónicos. También cargó contra la oposición al señalar que "nadie me llamó para decirme: 'Me pongo al lado tuyo para conseguir las vacunas". "Con el presidente de Moderna y de Pfizer hablé yo", sentenció.
"El debate de la postpandemia es el que proponía Cristina el día de la presentación de las listas y hay dos modelos de país para esa salida: los que nos enfrentan en las PASO gobernaron el país hace solo dos años. La deuda que tenemos como país la tomaron esos que gobernaron hace dos años", recordó el mandatario y agregó: "Tenemos la tranquilidad de que hicimos todo para que a nadie le falta atención sanitaria y lo que nos enfrentan se jactaban de no abrir hospitales".
Un nuevo organismo para América Latina
En cuanto al contexto latinoamericano, el jefe de Estado consideró la asunción de Castillo como "la victoria de la democracia" en Perú, tras los intentos desestabilizadores de los mercados y la oposición de derecha derrotada en las urnas, y celebró coincidir en la vocación de gobierno del nuevo mandatario: "El mayor compromiso de Castillo está con los más postergados y, en eso, tenemos una mirada muy parecida en lo que debemos hacer en nuestros países".
Al acto de asunción de Castillo fueron, además del presidente argentino, los jefes de Estado Luis Arce (Bolivia), Sebastián Piñera (Chile), Iván Duque (Colombia) y Guillermo Lasso (Ecuador). También participó del acto el rey de España Felipe VI. Fernández señaló que tuvo buenas reuniones bilaterales con sus pares Lasso y Duque, y que coincidió en la necesidad de generar una nuevo organismo que representa la actualidad de la región.
"Hay que crear un nuevo ámbito que recree mejor lo que es América Latina, la CELAC puede ser un espacio", indicó el presidente e insistió en la necesidad de "reconstruir la unidad de América Latina", quebrada por las gestiones de Donald Trump al frente de la Casa Blanca y de Luis Almagro al frente de la OEA. "La OEA ha dejado de ser un organismo que funcione y sirva para América Latina", sentenció.
Al referirse a la necesidad de "una nueva institución que unifique a América Latina", Fernández analizó que "la pandemia dejó en evidencia cuánto nos cuesta todo cuando va cada uno por su lado, a diferencia de si fueramos en bloque". "Necesitamos una unidad que sirva para sacar adelante a América Latina, que sigue siendo uno de los lugares más desiguales del mundo", indicó.
La reunión con Pedro Castillo
Fernández mantuvo en Lima un encuentro bilateral con su par peruano. Fue una de las primeras audiencias que ofreció el flamante mandatario luego de haber asumido la jefatura del país andino. El lugar elegido por Castillo, en el Centro de Convenciones de Lima, para pronunicar su discurso de asunción y tener sus primeras reuniones bilaterales fue uno de los mayores gestos simbólicos de Castillo en sus primera horas como jefe de Estado.
Castillo anunció que no gobernará desde la Casa de Pizarro, el edificio neobarroco ubicado en la plaza principal de la capital peruana que desde 1998 es el despacho y eventual vivienda de los presidentes de la república. "Tenemos que romper con los símbolos coloniales para acabar con las ataduras de dominación", anticipó sin precisar cuál será su lugar de trabajo y residencia.
"Más allá de las diferencias, estoy muy contento, me pareció un buen discurso, con mucha proyección de futuro; de verdad nos podríamos sumar a las palabras de Castillo. Sabemos dónde están los problemas y las dificultades. Ha quedado al descubierto la importancia del Estado, y me parece que el mensaje ha sido muy claro", valoró Fernández tras encontrarse con su par peruano.
El discurso de asunción de Castillo
El flamante presidente de Perú confirmó en su discurso de asunción, de algo más de una hora, que uno de los pilares de su gobierno será la convocatoria a una Asamblea Constituyento que reforme la constitución de 1993, proclamada durante la dictadura de Alberto Fujimori. "Lo haremos presentando un proyecto al Congreso, respetando el procedimiento de reforma constitucional".
"Esperamos que pueda ser aprobado y ratificado en referéndum", se esperanzó el flamante presidente, quien deberá afinar el lápiz a la hora de negociar con el Poder Legislativo, ya que el partido oficialista Perú Libre cuenta con solo 37 de los 130 escaños en el Parlamento. "Tendremos que conciliar posiciones con el Congreso", reconoció Castillo.
En materia económica, el mandatario peruano se encargó de resaltar que no buscará "estatizar" la economía, uno de las banderas de los mercados y la candidata de derecha Keiko Fujimori para agitar el fantasma del "comunismo". Castillo adelantó que sí buscará modificar las condiciones de los acuerdos de libre comercio "priorizando los intereses del país". Anticipó que la empresa estatal PetroPerú participará de toda la cadena de producción y que se creará un Agrobanco para reimpulsar el sector agropecuario.
En paralelo, Castillo prometió revalorizar los saberes y prácticas ancestrales de los pueblos originarios."Durante cuatro milenios y medio, nuestros antepasados encontraron maneras de resolver sus problemas y de convivir en armonía con la riqueza natural que la providencia les ofrecía; fue así hasta que llegaron los hombres de Castilla (los conquistadores españoles)", sentenció.
"Esta vez un gobierno del pueblo ha llegado para gobernar con el pueblo y por el pueblo. No los defraudaré", resaltó Castillo y destacó ser el primer mandatario campesino para "construir desde abajo" junto a los "oprimidos".
En ese tono, el flamante presidente apuntó contra los "abusos monopólicos" y señaló que "corrompen y cobran sumas artificialmente elevadas por los bienes y servicios básicos, como el gas doméstico y las medicinas".
En uno de los puntos más polémicos de su discurso, Castillo habló de la "seguridad ciudadana es uno de los problemas más sentidos por la población" y adelantó que aportará recursos para expandir el sistema de las rondas autodefensa campesinas, sin que eso significa reemplazar las tareas de la Policía.
Además, el mandatario indicó que modificará el sistema de servicio militar voluntario, dijo que "los jóvenes que no estudian ni trabajan deberán acudir al servicio militar" y dio 72 horas de plazo para que "los delincuentes extranjeros salgan del país".