Mientras la ex Oleaginosa Moreno, del grupo Glencore, gana posiciones en el ranking de exportadores a través del uso de las instalaciones de Vicentin, ésta última va cediendo lugares en beneficio de la anterior. Además, un grupo comercializador de granos en el mercado local pero sin historia en la exportación, Díaz & Forti, tuvo una fugaz pero potente intervención en el comercio exterior de granos también utilizando las instalaciones de Vicentin, llegando a exportar por u$s 838 millones hasta que el Banco Central le frenó el raid al detectar que no liquidaba las divisas por el mercado oficial sino a través de operaciones en plazas financieras alternativas. Cuando Díaz & Forti se vio obligada a desertar, quien ocupó su lugar utilizando las plantas de Vicentin fue ACA (Asociación de Cooperativas Argentinas), ligada a Coninagro y a la Mesa de Enlace, que además le fue comprando la deuda de Vicentin a varios acreedores granarios, constituyéndose así en uno de los principales acreedores comerciales en el concurso. ACA y el grupo Glencore, junto a Molinos Agro (Pérez Companc), aparecen vinculados en una oferta conjunta para quedarse con los negocios de Vicentin arreglando un alquiler de largo plazo y la compra de algunos de sus activos. Para el titular del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, Claudio Lozano, director además del Banco Nación, se trata de un proceso de creciente concentración y extranjerización que reclama "una nueva intervención gubernamental en Vicentin y la creación de una empresa testigo en el comercio exterior de granos".
En un informe del citado Instituto, se señala. "El hecho de que el socio histórico y presente de Vicentin (Glencore) y que un grupo sin historia en el comercio exterior de granos (Díaz & Forti S.A.), pero que ahora alquila la planta de Vicentin, sean los beneficiarios directos de su declive resulta por lo menos sospechoso. Cabe preguntarse: ¿Vicentin no estará asociado a este proceso?; ¿Esos millones de dólares exportados serán efectivamente ajenos a Vicentin?; ¿El juez del concurso de acreedores, que sigue eludiendo considerar al grupo Vicentin Argentina y a Vicentin Family Group de Uruguay como un solo grupo, tomó recaudos para que estas operaciones no sean fondos que se escapen de la bolsa común del concurso que debiera garantizar los pagos a los acreedores?"
La información sobre la evolución reciente del comercio exterior del complejo cerealero y oleaginoso evidencia la transformación del sector entre 2019 y 2020, principalmente por el desplazamiento de Vicentin y quiénes ocuparon su lugar. Para 2019, Vicentin ocupaba el 6° lugar (u$s 2121 millones exportados), detrás de cuatro extranjeras (la 1° Cargill, 3287 millones), y una empresa nacional (Aceitera General Deheza, 2° con 2632 millones exportados). Oleaginosa Moreno (de Glencore, luego transformada en Viterra, del mismo dueño) ocupaba el 8° lugar, con 1756 millones vendidos al exterior). Díaz & Forti, con apenas 4 millones exportados, ni siquiera aparece en los rankings.
En 2020, Vicentin ya en cesación de pagos y en convocatoria de acreedores, pierde el 88% de sus exportaciones (¿pierde?) y se aleja de los primeros diez, registrando apenas 245 millones exportados. Cargill mantiene el liderazgo de la tabla aunque con una baja del 5% en sus exportaciones. También observan caídas en sus ventas al exterior otros 6 entre los "top ten" de la exportación, pero sin caer de ese lugar de privilegio. Lo sorprendente es el salto de Viterra, que registra un incremento de casi u$s 700 millones en sus ventas y trepa al 3° lugar. El otro caso es para el álbum de los records: Díaz & Forti multiplica por 200 sus exportaciones en un año, al computar 838 millones de dólares, que la haría ingresar al cuadro de las diez primeras con el desplazamiento de Vicentin. Entre ambas, se apropian de 1500 millones, el 80% de lo cedido por Vicentin.
Las consecuencias más notables en el comercio exterior de granos y derivados, con la irrupción del grupo suizo Glencore en el podio, detrás de Cargill (EE.UU.) y Cofco (China), y el paralelo desplazamiento de Vicentin, es la mayor extranjerización del principal renglón de generación de divisas del país. Según el informe de IPyPP, la presencia de las empresas extranjeras en el valor exportado subió tres puntos sólo en la última campaña, al pasar del 64 al 67% del total.
En su análisis, el IPyPP plantea que "es evidente que la crisis del grupo Vicentin deviene, naturalmente y si no media una decisión de política pública, en una mayor concentración y extranjerización del comercio de granos. El beneficiario directo de este proceso es el grupo Glencore, socio histórico y actual de Vicentin en la empresa Renova. Es más, sabemos incluso que a partir de la crisis de Vicentin, el grupo Glencore se instaló en Paraguay (reemplazando a Vicentin Paraguay). El dato parece indicar que se siguen sosteniendo las operaciones de triangulación que Vicentin garantizaba haciendo ingresar soja paraguaya (?) que se elaboraba en Argentina (?) (en el marco del régimen de admisión temporaria) y cuyo despacho y facturación final se realizaba desde Uruguay. Operación ésta que ha implicado y que de mantenerse implicaría pérdidas de recaudación impositiva y de divisas para nuestro país".
El informe del instituto que lidera Claudio Lozano señala que, más allá del intento fallido de expropiación en 2020, por no haber encontrado las condiciones políticas y de oportunidad para prosperar en su momento, frente a la situación creada se hace necesario un replanteo de la conveniencia de una intervención.
"Parece razonable que, cuando venza el período de exclusividad en el marco del concurso, el Estado Nacional haga valer sus derechos asociados a los créditos del Banco Nación, el resto de la banca pública y la AFIP, y busque los socios necesarios para que el final de esta historia se acerque a la necesidad de nuestro país y no al fraude de Vicentin. Es decir: no a la extranjerización, sí a la creación de una empresa testigo en el comercio exterior de granos", concluye.