La venta de vacunas a nivel global para combatir la pandemia de coronavirus por parte de los laboratorios redundó en ganancias extraordinarias. Al menos, en el caso de Pfizer. La farmacéutica, que distribuyó una de las vacunas más comercializadas en el mundo, registró un incremento del 92 por ciento interanual en su facturación durante el segundo trimestre de 2021.

Estos resultados se produjeron en especial a partir de la venta de vacunas contra la covid-19 por 7.800 millones de dólares entre abril y junio pasados, lo que representó un aumento del 56 por ciento interanual en sus ganancias. De hecho, hay una mayor expectativa de facturación para este año, que subió de 26 mil millones de dólares a 33.500 millones.

En el segundo trimestre de este año se aplicaron más de mil millones de dosis de la vacuna de Pfizer en todo el mundo, y se espera que para fin de año lleguen a 3 mil millones. "El segundo trimestre fue extraordinario en varios sentidos", destacó el director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla.

Con la llegada de la variante Delta (la más contagiosa del coronavirus) a la mayoría de los países, y la posibilidad de necesitarse una tercera dosis de vacunas, las expectativas de facturación aumentaron aún más para los laboratorios que llegaron primero en la carrera por hallar una protección para un virus que ya mató a casi 4,2 millones de personas en el mundo.

Pfizer estima alcanzar una producción mayor a las 500 millones de inyecciones, un número muy por encima de lo pronosticado. Para llevar a cabo la inmensa producción de dosis, el laboratorio norteamericano se asoció con el alemán BioNTech, y estiman que para fin de año van a tener producidas más de 3 mil  millones de vacunas. "La velocidad y la eficiencia de nuestros esfuerzos con BioNTech para ayudar a inocular al mundo contra la Covid-19 no tienen precedentes", destacó Bourla al respecto.

La farmacéutica acaba de firmar contrato con la Argentina para la entrega de 20 millones de dosis hacia fin de 2021. Fue un acuerdo que tardó más de ocho meses en cerrarse por cuestiones de leyes nacionales y discusiones sobre los contratos.