El policía bonaerense que le disparó a Santiago Moreno Charpentier, Chano, quedó formalmente imputado por el delito de "lesiones gravísimas agravadas por el uso de arma de fuego y por ser funcionario policial". El Código Penal establece una pena de entre 3 y 15 años de cárcel para el delito que se le atribuye, en principio, al oficial subayudante Facundo Nahuel Amendolara, de 27 años. Fernando Soto, abogado defensor del policía, se mostró sorprendido por la gravedad de la imputación y dijo que su representado actuó en "legítima defensa". El martes próximo, expertos de la Policía Federal realizarán un peritaje balístico que será clave para el futuro de la causa.
Amendolara y sus defensores fueron notificados de la imputación por el fiscal Martín Zocca, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Delitos Complejos de Zárate-Campana, especializada en investigar casos de violencia institucional. El agravante principal, en la estimación de la pena que podría caberle a Amendolara, tiene que ver con lo que señala el artículo 91 del Código Penal para las lesiones, si estas provocaron "la pérdida de un órgano (…) o del uso de un órgano".
Por lo que se sabe, Chano sufrió la pérdida de un riñón, el bazo y parte del páncreas. El ex líder de Tan Biónica sigue internado en terapia intensiva en el Sanatorio Otamendi y su cuadro es estable, pero sigue siendo grave.
El martes próximo, a partir de las 10, se realizará el peritaje clave en la sede de la División Balística que la Policía Federal, en el barrio porteño de San Telmo.
El peritaje se hará sobre el arma reglamentaria, el plomo y la vaina servida hallada en el lugar del hecho. Es decir, sobre los elementos centrales que permitirán evaluar el accionar del imputado. El fiscal a cargo hizo analizar también las ropas que llevaba Chano en el momento del episodio.
Todo servirá para determinar la distancia desde la que se hizo el disparo y la que separaba a los dos protagonistas. Esto es importante para establecer el grado de peligro que insinuaba el arma blanca con la que dicen que el cantante amenazaba "con matar" al policía.
En la causa se tiene que establecer de manera fehaciente la distancia desde la que se hizo el disparo y el riesgo real, para Amendolara y para los demás testigos, que significaba la presencia de un cuchillo en la mano de Chano.
"Era él o yo", es lo que dijo el oficial, aludiendo a que su vida corría peligro inminente por el arma blanca que empuñaba el cantante, en medio de una crisis producto de su adicción.
La mayoría de los testigos presenciales prestó declaración en sede policial, pero el fiscal Zocca dijo que va a volver a entrevistar a los testigos. El primer informe policial, avalado por el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, aportaba datos como la presunta presencia de alcohol o drogas, como si se hubiera tratado de un operativo contra el líder de una banda narco y no por la presencia de un adicto en crisis que trataba de ser contenido por su familia y por un grupo de médicos.
Al salir de la Fiscalía de Campana, Fernando Soto cuestionó la gravedad de la imputación contra su representado. El abogado sostuvo que el oficial no fue a la casa de Chano "con la intención de lastimarlo, no quiso lastimarlo". Soto dijo estar "sorprendido" por la gravedad de la imputación porque "claramente no hay el menor elemento que pueda sostener que él (Amendolara) haya salido a lastimar a Chano".
Insistió en que su defendido "no es alguien que fue a lesionar a otro, debería estar bajo la lente de un exceso en la legítima defensa en relación a lesiones gravísimas", aunque aclaró que piensa argumentar que fue un caso de "legítima defensa".
Argumentó que la de su defendido "no fue en ningún modo una actitud dolosa", es decir que no tuvo la intención de producir el daño que produjo sino que "tuvo que defenderse y eso es lo que va a declarar" cuando lo cite el fiscal. Soto también dijo que si no lo citan en estos días, van a presentar "una declaración espontánea" dando su versión sobre los hechos.
Soto anticipó que el relato de Amendolara "es similar al de los testigos" y de manera especial, al testimonio que ya prestó en sede judicial la oficial Vanesa Flores, que participó en el procedimiento en la casa de Chano. La compañera de Amendolara dijo que el ahora imputado "actuó en forma correcta" porque "le disparó a Chano como último recurso para impedir que lo matara", según repitió ayer Soto.
El abogado aseguró que "la única persona que quedó de frente y observó la situación fue la oficial Flores, ya que la madre del músico, el padrastro y la psiquiatra estaban de espalda corriendo para salvar su integridad ante la amenaza". Sobre el peritaje que se hará el martes en la sede de la Policía Federal, Soto comentó que van a designar "un perito de parte para las pericias a las vestimentas y balísticas".
Marina Carpentier, la mamá de Chano, dio una versión distinta y el fiscal Zocca le tomará declaración, cuando ella esté más aliviada, por la carga emocional de lo sucedido y del estado de salud de su hijo, que continúa internado en la sala de terapia intensiva. Marina confirmó que a Chano "le bajaron la sedación y está sin respirador", pero todavía no hay datos que indiquen que esté en condiciones de pasar a una sala común.
Marcha frente al Otamendi
Un grupo de familiares de personas con padecimientos por consumos problemáticos y adicciones realizaron este viernes una concentración frente al Sanatorio Otamendi. Expresaron su solidaridad y acompañamiento a la familia de Chano y reclamaron que se apliquen a nivel nacional normas que "atiendan las especificidades" relacionadas con la contención sin violencia de los pacientes del área de salud mental.
Stella Maurig, una de las organizadoras de la manifestación, aclaró que el grupo que representa "no está en desacuerdo" con la Ley Nacional de Salud Mental sancionada en 2010, pero solicitan que se contemple de manera especial "a los jóvenes con adicciones".
Explicó que el problema se produce porque "por lo general, lo único que se hace cuando una persona adicta va al hospital es ponerle un suero, desintoxicarla y mandarla a la casa".
La mujer habló de la pérdida de su hijo David, de 30 años, fallecido en 2019, y sostuvo que las familias están "atadas de pies y manos" ante una situación crítica como la que vivió Chano. Recalcó que afrontan "situaciones desbordantes y los pibes se nos mueren".
Consideró que el caso de Chano es "el puntapié para que se visibilice esta problemática, que afecta a muchas personas en el país y que se mantiene silenciada por el estigma" que rodea a la adicción y a los adictos.