A un día del vencimiento de la última prórroga del programa Ahora 12, el gobierno llegó a un acuerdo con los bancos para lanzar la semana próxima el programa recargado para estimular el consumo: algunos rubros tendrán la opción de financiarse en 24 y hasta 30 cuotas. Comenzaría la semana entrante hasta, por lo menos, fin de año.
Aún faltan conocer los detalles del programa que el gobierno está cerrando estos días, pero las 30 cuotas estarían destinadas sobre todo a rubros que aseguran producción y mano de obra nacional como línea blanca. También suenan otros sectores como construcción, colchones, muebles, neumáticos en 24 cuotas.
Y existen sobre todo tres grandes incógnitas: la respuesta que le dará el gobierno a algunos sectores, como el textil, que solicitó extender la cantidad de cuotas. En el caso particular del sector textil, busca volver a las 12 cuotas luego de que las dejaran en 3 y 6 a partir de marzo. Desde el Gobierno están definiendo si impulsarlo, sobre todo basandose en el fuerte aumento de precios que se verificó en el rubro indumentaria y también en calzado.
Otro caso es el de los teléfonos celulares, que fueron excluidos del programa en octubre del año pasado, luego de que se verificara un alza de precios generalizada en el rubro. Por último, resta saber si se incorporarán nuevos sectores al plan de financiamiento.
El programa Ahora 12 es una marca registrada del gobierno, y un programa muy codiciado entre el sector empresario. Es que representa un porcentaje importante en la facturación total: en mayo de este año, el 39 por ciento de la facturación que se registró en la Ciudad de Buenos Aires fueron en productos adheridos al programa de financiamiento. En Buenos Aires, ese porcentaje alcanza el 30 por ciento y el 17 por ciento en la zona centro.
También es una herramienta importante para el gobierno que se acerca a la fecha de los comicios con una actividad productiva recuperándose de manera muy heterogénea que incluso cuenta con signos de desaceleración. Durante los meses más restrictivos de la pandemia, esta herramienta funcionó como uno de los grandes motores de recuperación del consumo.
Los bancos, que en un principio se resistieron a la medida ya que implica un financiamiento exitoso para los usuarios pero no así para las entidades bancarias dado el contexto inflacionario, accedieron tras negociar una serie de requisitos con la secretaria de Comercio Interior: mayor liquidez y aumento de tasas.
Esta semana el Banco Central sancionó una normativa que aumentó del 6 al 8 por ciento el cupo que las entidades bancarias pueden dedicarle a este programa con beneficios en encajes, es decir, en la parte de los depósitos que deben depositar en el BCRA como resguardo. Otro de los requisitos que aún no se encuentra oficializado es el de aumentar las tasas, que pasarían del 25 por ciento actual al 29 por ciento anual en pesos específicamente para este plan. Con la combinación de ambas, aquellos bancos que más presten podrán disponer de mayor liquidez para comprar Leliq al 37 por ciento anual con parte del efectivo mínimo.
En el primer semestre del año, las ventas acumuladas alcanzaron los 363.871 millones de pesos en 30.5 millones de operaciones. Durante junio los rubros más requeridos fueron electrodomésticos con 39 por ciento de ventas, indumentaria con 20 por ciento y materiales de la construcción, con 10 por ciento.
El programa fue implementado en septiembre de 2014, cuando la cartera de Economía estaba a cargo del actual gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. La intención inicial de su aplicación fue por un plazo de seis meses, que se extendió hasta diciembre de este año a través de sucesivas prórrogas que sobrevivieron al cambio de gobierno, lo que demuestra su efectividad. Al cumplimiento de los dos años del plan, la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo describía como "una de las políticas públicas más exitosas que han tenido en materia de incentivo a la demanda agregada".