Desde la Secretaría de Mujeres que conduce la catamarqueña Elizabeth Fontao, presentaron el protocolo nacional de Actuación contra las acciones discriminatorias o de violencia por cuestiones de género hacia las mujeres y disidencias sexuales dentro del Partido Socialista.
“ Todavía el liderazgo político sigue sin verse de forma paritaria. Las violencias políticas que pueden materializarse en ridiculización, invisibilizacion, discriminación y disminución de la participación, implican no alzar la voz, que nos aleja de lo público”, expresaron en la presentación.
El documento hace referencia a la encuesta del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), que reveló que entre los factores que disuaden a las mujeres de participar en política, predominan las responsabilidades familiares (91%); cultura dominante y concepción del rol de las mujeres en la sociedad (89%); falta de apoyo por parte de los hombres (76%).
Entre las situaciones que sufren mayoritariamente las mujeres: “Son acosadas sexualmente” (82%), “Se las descalifica por sus atributos físicos” (82%), “Se las descalifica por su vestimenta” (82%).
Con respecto a la prevalencia de situaciones de violencia, el 67% ha sido insultada, menospreciada o humillada en el ejercicio de su función, mientras que el 53% de las encuestadas han expresado que se ha divulgado información basada en su género y no en su actividad política con el objeto de menoscabar su imagen pública. Asimismo, el 64% se ha visto amenazada o intimidada durante el ejercicio de sus funciones; al 58% le han impedido que asista a reuniones importantes y/o en las que se toman decisiones; al 53% le han restringido el uso de la palabra en reuniones o sesiones; al 31% la han aislado en el ejercicio de sus funciones públicas por su condición de género y el 27% ha percibido menor ingreso salarial por su condición de género teniendo en cuenta el mismo puesto de trabajo. El 38% señaló que las situaciones descriptas se dieron mientras eran militantes.
Bajo esta perspectiva, el 69% de las encuestadas señaló que el marco normativo actual no es suficiente para abordar la violencia política contra las mujeres, la mayoría (62%) indicó que debería modificarse la ley integral de violencia.
En este contexto, advirtieron sobre la necesidad de incluir dentro de las modalidades de violencia contra las mujeres reconocidas en la Ley marco 26.485, a la violencia política, en concordancia con la definición establecida por la Ley Modelo Interamericana sobre Violencia Política contra las Mujeres (art. 3).
El instrumento, elaborado durante el 2020, ya se viene implementando en las federaciones de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos.
Entre las actuaciones que contempla los principios “De no revictimización para evitar la reiteración innecesaria del relato de los hechos. De diligencia y celeridad. De contención, acompañamiento y asesoramiento. De respeto y resguardo de la intimidad. De sensibilización y promoción de derechos. De no discriminación. De abordaje integral e interdisciplinario. De discreción y confidencialidad. De construcción de acciones colectivas, que tiendan a fortalecer relaciones democráticas y vínculos que no reproduzcan prácticas violentas. De garantía del principio de defensa del denunciado”.
Acerca de las posibles sanciones, el documento aclara que el protocolo tiene un espíritu restaurativo y que la Comisión Nacional de Ética dada la gravedad del hecho, podrá aplicar a sanción correspondiente a la Carta Orgánica. Y prevé: “La persona denunciada puede someterse voluntariamente o por sugerencia de la Comisión Nacional de Ética a una capacitación con sensibilización acreditable en materia de violencias por razones de género y/o a tratamiento psicológico y/o otras sugerencias que la Comisión considere indispensable para el retorno a sus responsabilidades, si correspondiere”.
Fontao, quien es además jefa de la Agencia Territorial de Nación, en Catamarca, recordó: “A mí un compañero del partido me dijo una vez en una discusión: no te victimices así es la política, justificando la violencia”.
Y agregó: "Que estemos hablando del protocolo después de 125 años de historia del partido Socialista no es casualidad. Es porque tenemos por primera vez una presidenta mujer en el socialismo. Cuando una mujer llega a la política, cambia la mujer. Cuando muchas mujeres llegamos a la política cambia la política", remarcó.
Por su parte, la presidenta del partido, Mónica Fein, concluyó: “Las que estamos aquí, sobre todo las más grandes, podemos dar cuenta de las violencias que hemos atravesado. Algunas las hemos naturalizado para poder atravesarlas, pero siempre hemos tenido que atravesar situaciones de violencia psicológica, a veces física, de desvalorización y obviamente de las dificultades de asumir roles y lugares de liderazgos”.