Los incendios forestales en Turquía han dejado al menos seis muertos y más de 50 personas hospitalizadas, mientras muchas casas se quemaban obligando a evacuar decenas de localidades y barrios. El sur y el oeste del país son las zonas más afectadas. Hay 71 incendios declarados desde el miércoles, de los cuales se controlaron 57 focos.
La zona más afectada es la provincia de Antalya, en la costa de Mediterráneo. Es un destino popular de turismo europeo y ruso. Allí hubo tres muertos, en momentos en que las llamas afectan a 21 de las 81 provincias turcas. Se calcula que por el fuego se perdieron más de 3 mil cabezas de ganado, al tiempo que las llamas devoraron grandes extensiones agrícolas y decenas de aldeas debieron ser evacuadas.
El presidente Recep Tayyip Erdogan ha prometido una investigación para determinar el origen de los incendios. Una hipótesis que se baraja es que se trataría de un sabotaje del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, el PPK, un grupo insurgente en conflicto con el gobierno turco desde hace décadas.
"Hay varias especulaciones sobre los incendios. Repetiré lo que dije desde el principio. La investigación está en curso y cuando tengamos hallazgos concretos lo revelaremos", dijo el ministro de Agricultura turco, Bekir Pakdemirli.
El principal partido opositor en Turquía, el socialdemócrata CHP, descartó la idea del sabotaje, después de una entrevista con el ministro del Interior, Süleyman Soylu. "(Soylu) Dijo que no se tienen indicios de que los incendios se deban a un sabotaje. Podrían haberse producido por las altas temperaturas", apuntó Engin Özkoç, diputado del CHP. La oposición critica al gobierno de Erdogan por no tomar medidas preventivas y por no enviar suficientes aviones cisterna a las zonas de los incendios.
De momento, una persona fue arrestada por los incendios en la provincia de Mersin. En la ciudad turística de Marmaris, donde hubo un muerto, dos chicos de diez años confesaron que quisieron quemar un libro y eso provocó el fuego, según informó el diario Hürriyet.
El diario señala que la suba de temperaturas que se pronostica para los próximos días podría empeorar la situación. Se esperan vientos meridionales que elevarían la la temperatura hasta los 37 grados en Estambul y a 40 en otras regiones. El gobierno ruso ya ha ofrecido asistencia a Erdogan.