El pasado 2 de mayo, a los 82 años, se apagó la vida de uno de los más importantes escritores latinoamericanos. En efecto, ha fallecido Abelardo Castillo, novelista, dramaturgo, ensayista y autor de cuentos memorables.

Impulsor de publicaciones señeras en la cultura del continente tales como El grillo de papel, El escarabajo de oro y El ornitorrinco. Cada una de estas publicaciones ha dejado su huella indeleble por la labor de divulgación de ensayos filosóficos como los de Jean Paul Sartre, y entrevistas a personalidades de la talla de Augusto Roa Bastos y Julio Cortázar. Además de una multiplicidad de reseñas sobre literatura, artes plásticas, música, etc. realizadas por equipos de redacción muy singulares, que contaron con la activa participación de Liliana Heker  en estas gestas a contracorriente del canon establecido.

Abelardo Castillo había nacido en San Pedro, provincia de Buenos Aires, en 1935. El libro de cuentos Las otras puertas recibió en 1961 el Premio Casa de Las Américas de La Habana, Cuba. Otros relatos de su autoría se hallan reunidos en Cuentos crueles, Las panteras y el templo y Maquinarias de la noche. Sus principales novelas son El que tiene sed, Crónica de un iniciado y El evangelio según Van Hutten, y en teatro, las obras Israfel y el otro Judas.

Abelardo Castillo fue el creador de un estilo que interpela a quienes nos acercamos a sus narraciones y dramaturgia llevándonos hacia distintas dimensiones y facetas de la existencia humana. Lo social, lo político y hasta lo teológico se hacen presentes de un modo tal que la experiencia de lectura nos acompaña para siempre.

El absurdo, el señalamiento de las injusticias e imposturas son componentes insoslayables de las nobles letras que supo gestar con su magno talento.

 

Carlos A. Solero