El inicio de las clases presenciales en CABA, donde a partir de este miércoles parte de los secundarios comenzarán a concurrir al aula sin distanciamiento, generó cuestionamientos de la comunidad educativa. El ministro de Educación, Nicolás Trotta, calificó de "irresponsable" a la administración porteña, mientras que los principales gremios docentes del distrito desplegaron medidas de fuerza. El gremio Ademys realizó un paro este lunes de 24 horas que incluyó un semaforazo en el Obelisco. La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) presentó un recurso administrativo ante el Gobierno de la Ciudad reclamando que se cumpla con el distanciamiento y que las aulas sean equipadas con medidores de dióxido de carbono. Mientras tanto, en la gran mayoría de las escuelas del país --con la excepción de CABA y Mendoza-- se mantienen los protocolos de cuidado, que implican la división de los alumnos en burbujas para respetar el distanciamiento de 1,5 metros entre personas dentro de las aulas.
El ministro Trotta indicó que desde su cartera observan "con enorme preocupación" la decisión tomada por el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta de regresar a las clases presenciales sin guardar la distancia de un metro y medio dentro de las aulas y sostuvo que "es incomprensible que se tomen decisiones por fuera de la evidencia".
"Les pedimos a la Ciudad de Buenos Aires y a la provincia de Mendoza que compartan la evidencia que tienen para volver a clases sin distanciamiento. Si no, estamos ante un hecho de irresponsabilidad de estas jurisdicciones", sostuvo el ministro Trotta.
"Nosotros consultamos a los especialistas sobre si se podían modificar los protocolos y nos dijeron que había que sostener la ventilación cruzada, el uso de tapabocas y el distanciamiento", manifestó el titular de la cartera educativa y recordó que, para pautar el regreso a la presencialidad, se establecieron "indicadores objetivos". "Este regreso fue posible porque la tasa de incidencia es menor a 500 casos cada 100 mil habitantes y porque hay una ocupación inferior al 80 por ciento en las camas de cuidados intensivos", sostuvo.
El domingo a la noche, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, confirmó el avance de la variante Delta de coronavirus y, aunque todavía no está confirmado que haya circulación comunitaria de esta cepa, adelantó que los contagios van a aumentar rápidamente. “No hay ningún país del mundo que haya podido evitarlo. Es el doble de contagiosa que la variable original", dijo Quirós, en una declaración contradictoria con la medida que tomó su propio gobierno.
La presencialidad sin toma de distancia también fue rechazada por los maestros. El sindicato docente UTE presentó en la Jefatura de Gabinete porteña un reclamo administrativo para que las escuelas cumplan con el distanciamiento. Desde el gremio también pidieron por escrito que la Ciudad compre medidores de dióxido de carbono para equipar las aulas, tal como ya lo está haciendo la provincia de Buenos Aires.
"Hicimos unas presentación administrativa a la Jefatura de Gobierno dirigida a Larreta exigiendo el cumplimiento de las resoluciones vinculantes del Consejo Federal de Educación y políticas de cuidado porque el protocolo aprobado por Quirós va a en contra de lo resuelto en el Consejo", señaló a Página/12 Angélica Graciano, secretaria general de UTE-Ctera.
Además, Graciano indicó que van a comenzar con la conformación de Comités de Autocuidado por escuela conformados por docentes, estudiantes y familias. "Nosotros estamos en estado de alerta, organizando asambleas y comités con toda la comunidad educativa para asegurarnos el autocuidado ya que desde el gobierno de Larreta se dio por terminada la pandemia por decreto", apuntó Graciano.
Los maestros del sindicato Ademys, por su parte, realizaron un paro de 24 horas que incluyó un semaforazo en el Obelisco en horas de la mañana. En el centro, los docentes repartieron volantes. “La presencialidad escolar implica un aumento directo en la cantidad de contagios, la proliferación de nuevas cepas y, en consecuencia, el colapso sanitario”, plantearon en sus textos.
“Ya tenemos la experiencia de lo que pasó a principios de años con la apertura de las escuelas y la segunda ola. Esta vuelta a la presencialidad, cuando el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, advirtió que estamos en la puerta de la tercera ola, con casos de la variante Delta ya confirmados en la Ciudad, es aún más riesgosa”, señaló en la protesta Flor Palombo, de Docentes Contra la Presencialidad.
Para Mariana Scayola, secretaria general de Ademys, “la presencialidad va a traer contagios no sólo dentro de las escuelas, sino a nivel comunitario también”. La dirigente cuestionó al gobierno nacional por permitirles a la Ciudad y a la provincia de Mendoza abandonar las medidas de distanciamiento entre los estudiantes. “Debería haber un lineamiento más sofisticado sobre estas cuestiones. Lo hubo en algún momento, pero hoy la Ciudad toma las determinaciones que le parece, pero esas determinaciones van a traer consecuencias a nivel general. Están adelantando una apertura cuando la pandemia no terminó y hay una alerta gravísimo por la circulación de la variante Delta sin tener a la mayoría de la población vacunada con dos dosis”.
Desde Sadop Capital también expresaron su preocupación por la decisión de la administración PRO de volver a una presencialidad plena: "Expresamos nuestra profunda preocupación con respecto a la decisión intempestiva del Gobierno de la Ciudad de volver a las clases con la presencialidad del 100 por ciento de lxs estudiantes. Claramente es una decisión que está enmarcada en especulaciones electorales de mucha irresponsabilidad."
En el resto del país
Tras el receso invernal, este lunes retomaron las clases ocho provincias: Buenos Aires, Jujuy, Santa Cruz, Santiago del Estero, Tierra del Fuego, Corrientes, Salta y San Juan. La semana previa ya lo habían hecho las demás provincias. A diferencia de lo que establecieron CABA y Mendoza, el criterio de las autoridades educativas es ir hacia una mayor presencialidad pero con protocolos de cuidado que implicarán que la mayoría de los alumnos continúen divididos en burbujas con distanciamiento social.
En la provincia de Buenos Aires, el distrito con mayor número de escuelas y más alta concentración de habitantes, sus 135 distritos están registrando menos de 500 casos de covid-19 cada 100 mil habitantes. En ese sentido, la directora general de Cultura y Educación bonaerense, Agustina Vila, afirmó que el regreso a clases presenciales en los 135 municipios de la provincia se llevó a cabo "con las medidas de cuidado implementadas desde principios de año" para evitar contagios de coronavirus y en el marco de un "enorme compromiso de la comunidad educativa".
En la provincia de Santa Cruz, donde iniciaron las clases presenciales en los jardines de infantes de toda la provincia, estará este martes el ministro de Educación, Nicolás Trotta, inaugurando en Río Gallegos el edificio de la Escuela Industrial 6 y en forma virtual, ampliaciones en la Industrial 1 de Caleta Olivia, dos obras financiadas con fondos nacionales.