A tres años de la explosión de la escuela 49 de Moreno que se cobró la vida de la vicedirectora Sandra Calamano y el auxiliar Rubén Rodríguez, la comunidad educativa del distrito, familiares de las víctimas, amigues y autoridades municipales y provinciales, brindaron un sentido homenaje frente al establecimiento y volvieron a pedir justicia para que el "asesinato laboral" ocurrido el pasado 2 de agosto de 2018 "no quede impune".
A las 8.06, horario exacto en que ocurrió la explosión, producida por la desidia, el abandono y las políticas de ajuste del entonces gobierno de María Eugenia Vidal, sonó una sirena en la esquina de la escuela 49, donde actualmente hay un mural con los rostros de las víctimas. Tras un minuto de silencio, familiares y compañeres de lucha de la vicedirectora y el auxiliar dejaron flores al pie de la obra.
El primero en tomar la palabra, finalizada la ofrenda, fue el hermano de Rubén, Diego Rodríguez. "En este día, al cumplirse 3 años de la desaparición física de Sandra y de Rubén, queríamos recordarlos y decir que estamos presentes para no perder la memoria, acordarnos que Sandra y Rubén daban todo por esta escuela, por esta comunidad, y hacían mucho más que eso", dijo.
"Eran dos militantes de la educación pública y hacían cosas después de hora y a todo le ponían el corazón. Para nosotros, la familia, es muy importante que hoy estemos acá recordándolos y decir que la memoria está viva, que Moreno tiene memoria y que vamos a seguir luchando en el pedido de justicia. Hoy Sandra y Rubén más que nunca están presentes con nosotros", finalizó.
Emocionada, Agustina Vila, directora general de Cultura y Educación bonaerense, tomó el micrófono y remarcó que este 2 de agosto "es un día de tremendo dolor, que sin duda nos convoca a una reflexión a todo el sistema educativo de la provincia". Lo que pasó un día como hoy hace 3 años "es algo inadmisible, increíble, que no tiene ninguna justificación y que sin duda no puede volver a suceder más", sentenció.
Desde la asunción del gobernador bonaerense Axel Kicillof, recordó la funcionaria, se "hizo expresa mención a la memoria de Sandra y Rubén" para "honrar esas vidas, su obra y la de todas y todos los trabajadores de la educación". En estos últimos años, repasó Vila, se ha avanzado mucho en el "mantenimiento, cuidado y refacción de las obras de infraestructura escolar de toda la provincia", gracias al aporte también de "trabajadores, consejos escolares, el gobierno nacional y los sindicatos".
Sin embargo, aclaró, "queda muchísimo por hacer todavía y lo más difícil de hacer no es la inversión: lo más difícil de hacer es seguir reconstruyendo las capacidades del Estado para que la política en materia de infraestructura escolar sea una política que se fortalezca y que además se sostenga en el tiempo para que nada como esto vuelva a suceder".
Las escuelas, concluyó Vila, "no pueden ser inseguras, no habitables. Las escuelas deben ser bellas, deben ser funcionales. Ese es el compromiso de la provincia de Buenos Aires, estamos acá para hacernos presentes, para hacernos responsables, lo hacemos desde el primer momento y lo seguiremos haciendo durante nuestra gestión y más".
A su turno, Mariel Fernández, intendenta de Moreno desde diciembre de 2019, trajo a la memoria el "doloroso momento" en que la comunidad educativa del distrito se enteró de la explosión y las muertes de Sandra y Rubén, producidas por una pérdida de gas que ya había sido denunciada en múltiples oportunidades. Este lunes, como ese 2 de agosto, "nos volvemos a encontrar en el mismo lugar. Estamos entre compañeros y compañeras. Cada año es difícil y a veces sigue siendo difícil porque todavía no hay justicia", comenzó Fernández, entre lágrimas.
"Ha sido mucho el trabajo y la intensidad que venimos poniendo para hacer lo posible para reparar esta situación en las escuelas que lleva muchos años y que se profundizó en el gobierno de Cambiemos, donde no se hizo absolutamente nada", subrayó la intendenta, al tiempo que agradeció al presidente Alberto Fernández y al gobernador Axel Kicillof "porque pudimos hacer en poco tiempo muchas obras".
"Les tenemos que decir, sin embargo, que nos sigan acompañando porque todavía falta, porque la situación de abandono de las escuelas se venía acarreando desde hace mucho tiempo", añadió. Los y las docentes, recordó en ese sentido, "naturalizaban las cosas porque no se les daba solución, como esquivar una pared electrificada, cerrar una llave de gas porque las estufas perdían, no usar una cocina que no andaba porque estaba rota y nadie la iba a arreglar".
Esa naturalización tuvo su fin con las trágicas muertes de Sandra y Rubén, lamentó Fernández, quien aprovechó para denunciar que, durante los meses que siguieron a la explosión, la comunidad educativa no solo tuvo que luchar contra la impunidad de los responsables provinciales y municipales --los familiares mencionan a Sebastián Nasif, Gabriel Sánchez Zinny, Marcelo Di Mario y María Eugenia Vidal, entre otres--, sino que "también hubo un aprovechamiento de Cambiemos con la reparación de las escuelas": la "estafa que se hizo con esas obras hoy está judicializada", aseguró la funcionaria.
El cierre del acto estuvo a cargo de la esposa de Rubén, Mabel Zurita, que no estuvo presente durante el homenaje pero envió un audio con una breve reflexión. "Hoy 2 de agosto se cumplen 3 años del asesinato laboral de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, dos trabajadores comprometidos con la educación pública que como muchos de nosotros creían que la escuela era y es el lugar en el cual se comparten experiencias, se construyen y se vivencian los aprendizajes significativos que nos permiten ser sujetos de derechos, ciudadanos participes de proyectos comunitarios, personas con empatía, habitantes que luchan cotidianamente por concretar sus sueños y proyectos", expresó Zurita.
"Hoy no estoy presente físicamente en este acto de homenaje ya que como es de público conocimiento soy docente y mi decisión fue asistir a mi lugar de trabajo en donde me esperan mis estudiantes", explicó. "Fue una decisión difícil pero mi determinación tiene que ver con mis firmes convicciones y estoy plenamente segura que el mejor homenaje que puedo realizar a Sandra y Rubén es seguir construyendo y manteniendo viva la memoria desde las aulas, en la escuela pública que tanto defendieron nuestros compañeros".
El pedido de justicia, finalizó, "sigue firme, la necesidad imperiosa de que cada uno de los responsables de este hecho evitable sean juzgados finalmente para que cada uno y una de los familiares, amigos, compañeros de trabajo, puedan tener paz en sus corazones".
La jornada de este lunes siguió con un acto frente al Consejo Escolar para renombrar ese tramo de la avenida Victorica, entre Bartolomé Mitre y Francisco Piovano como pasaje “Sandra y Rubén”, y finalizó con una marcha hasta la Fiscalía de Moreno (Zeballos 350) para exigir, una vez más, justicia por la vicedirectora y el auxiliar de la escuela 49.