El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que promoverá en marzo de 2022 un referéndum revocatorio de su mandato luego de restarle importancia a la escasa participación que tuvo la consulta popular del domingo sobre el juzgamiento de expresidentes. "Nunca va a fracasar la democracia", dijo López Obrador durante su conferencia matutina desde el estado de Jalisco, al oeste del país, y sostuvo que la votación del domingo fue "trascendente" porque representó "el inicio formal legal de un proceso de participación ciudadana en el marco de la democracia participativa". El presidente mexicano también aprovechó su rueda de prensa diaria para culpar al Instituto Nacional Electoral (INE) de no poner "voluntad" en la organización de la consulta.
Con el escrutinio definitivo de las 57 mil actas, el INE anunció el lunes que la opción del "Sí" alcanzó el 97,7 por ciento de los votos. De la inédita consulta popular participaron unos seis millones y medio de mexicanos que representan el 7,1 por ciento del padrón electoral. La cifra quedó muy por debajo del piso del 40 por ciento (37,5 millones de ciudadanos) previsto en las leyes para que la consulta sea vinculante para los poderes Legislativo y Ejecutivo federales. Pese a que no se alcanzó el umbral, la posibilidad de que la Fiscalía actúe sigue en pie: en México los expresidentes pueden ser juzgados como cualquier ciudadano ya que pierden el fuero al dejar el poder.
López Obrador aseguró que la votación del domingo fue "un buen inicio" de cara al próximo referéndum previsto para marzo de 2022. En él se consultará si el mandatario debe continuar siendo presidente de México o renunciar al cargo. En esa ocasión, ironizó el mandatario, a diferencia de lo que pasó el domingo se esperan muchas más casillas de votación porque "van a participar muchos más ciudadanos".
"Va a estar interesante la de marzo, es un desafío y es una oportunidad para consolidar estos sistemas de democracia participativa" , planteó López Obrador. "Un demócrata verdadero no tiene que tener tanto apego al poder", aseguró el presidente, quien inició su período de seis años en diciembre de 2018.
López Obrador aseguró que "lo importante es que se echó a andar un proceso democrático para que nadie se sienta intocable". El presidente calificó como "un triunfo" que más de seis millones de mexicanos hayan participado de la consulta del domingo "independientemente de lo que decidieron votar, aún con todo lo confuso de la pregunta, la gente sí se dio cuenta de lo que se trataba porque la mayoría votó por el Sí".
El mandatario criticó, sin embargo, el papel del INE como organizador de la consulta, el cual alegó falta de presupuesto para su adecuada realización y promoción. "No es un asunto de presupuesto, es un asunto de voluntad. Ellos no tenían entusiasmo por esta consulta y no han tenido entusiasmo por la democracia. Fingen ser demócratas", disparó.
El presidente mexicano dijo que la votación del domingo fue muy importante porque "no solo es un asunto legal, es un asunto moral y político, nos importa más como país que se evite la repeticióny la justicia es también lograr prevenir, no solo castigar". A la pregunta sobre si la escasa participación limitaba la realización de procesos legales contra los expresidentes, López Obrador dijo que es un tema abierto y agregó que las autoridades judiciales pueden actuar en todo momento en caso de que existan pruebas.
El líder de izquierda remarcó que desde que asumió la presidencia de México planteó una especie de "punto final" para evitar la corrupción hacia el futuro. "Lo planteé desde que tome posesión, dije que había que ver hacia adelante; pero el pueblo manda y se tenía que dar la oportunidad a que la gente decidiera, al mismo tiempo se garantiza el derecho que tenemos todos a una defensa justa frente a una acusación", sostuvo este lunes.
Por último López Obrador le sugirió al Congreso que baje el requisito de 40 por ciento de participación necesario para que el resultado de las consultas sea obligatorio, y que se celebren el mismo día de los comicios legislativos o presidenciales. "La democracia no se agota en elecciones de legisladores, alcaldes, gobernadores o presidentes", dijo el presidente y agregó: "Eso corresponde a lo que se conoce como democracia representativa, pero no es la democracia plena".
El plebiscito del domingo se caracterizó por la confusión en torno a la pregunta, sus imprevisibles consecuencias y la postura del presidente, quien a pesar de convocarlo no fue a votar. En un inicio, la consulta proponía enjuiciar a los expresidentes Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), Ernesto Zedillo (1994-2000), Vicente Fox (2000-2006), Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018) por corrupción, fraude electoral y abusos cometidos durante la llamada guerra contra el narcotráfico.
No obstante, la Corte Suprema modificó la pregunta para preservar la presunción de inocencia y dejó en cambio un enunciado que le preguntaba a los mexicanos si querían "emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados". Además de resultar confuso, el texto dividió a los mexicanos entre quienes creían que la consulta podía acabar con la histórica impunidad en el país y los que consideraban absurdo votar para que se aplique la ley.