El Fondo Monetario Internacional aprobó este lunes la transferencia de 650 mil millones de dólares a sus países miembros para enfrentar la crisis sanitaria. Se trata de la mayor distribución de capital en la historia del organismo y llegará a 190 economías. La Argentina recibirá 4354 millones de dólares el 23 de agosto que se sumarán a las reservas y se podrán usarse para cancelar vencimientos de capital con el organismo de crédito en la segunda parte del año. El debate sigue a nivel internacional para que los países ricos reasignen en forma voluntaria 100 mil millones de estos recursos a los países pobres y de ingresos medio.
El Fondo transferirá a los países miembros 456 mil millones de DEG que tienen un valor equivalente a 650 mil millones de dólares. Los Derechos Especiales de Giro (DEG) son una canasta de monedas integrada por el dólar, euro, yen, yuan y libra esterlina. El Fondo utiliza los DEG como su unidad de cuenta para distribuir recursos.
“Es una decisión histórica: la mayor asignación de DEG en la historia del FMI y una inyección de ánimo para la economía mundial en medio de una crisis sin precedentes”, dijo la directora del organismo Kristalina Georgieva. “La asignación de DEG beneficiará a todos los países miembros, abordará la necesidad de reservas a escala mundial y a largo plazo generará confianza y promoverá la resiliencia y estabilidad de la economía mundial. En particular, ayudará a los países miembros más vulnerables que están luchando contra los estragos de la crisis provocada por la covid-19”.
El Fondo precisó que los recursos aprobados para su distribución estarán a disposición de los países a partir del próximo 23 de agosto y que cada una de las economías miembro recibirá DEG en proporción a sus cuotas de participación en el organismo de crédito. Para los países emergentes y en desarrollo se repartirán unos 275 mil millones de dólares, es decir, 42 por ciento del total del monto a distribuir.
Países ricos y países pobres
Los datos que precisa el Fondo muestran que gran parte de los recursos se entregarán a economías desarrolladas a pesar de que tienen una menor necesidad de liquidez para enfrentar las tensiones macroeconómicas que provocó la crisis sanitaria. Si bien es cierto que los países como Argentina recibirán cerca de unos 4400 millones de dólares sin costo, eso no quita que la distribución siga siendo muy desigual.
Siete países concentran 45,16 por ciento de las cuotas de participación del FMI. O sea, se repartirán cerca de 294 mil millones de dólares del total de esos 650 mil millones, recursos que, en realidad, no necesitan.
La arquitectura financiera internacional se reafirma así desigual y regresiva. En el Fondo Monetario lo reconocen aunque no en toda su magnitud, porque solicitan que la reasignación sea en forma voluntaria por unos 100 mil millones de los DEG de los países con solvencia financiera hacia los países vulnerables y de bajo ingreso. De esa forma deja fuera de ese reparto a los países de ingreso medio, como Argentina.
Georgieva planteó que “se seguirá trabajando activamente para intentar identificar opciones viables que permitan canalizar voluntariamente los DEG de los países miembros más ricos a los más vulnerables, para apoyar a su recuperación de la pandemia y para que logren un crecimiento sostenible”.
El comunicado formal del Fondo destacó que una de las opciones para lograr que las economías desarrolladas repartan parte de los DEG recibidos con los países pobres es a través de un Fondo para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza. Otra estrategia en estudio es la creación de un nuevo Fondo para la Sostenibilidad de mediano plazo.
El país que más cuota de participación tiene en el FMI es Estados Unidos con un 16,52 por ciento. Le siguen China con el 6,15, Japón con el 6,09, Alemania con el 5,32, Francia y Gran Bretaña con el 4,03 cada uno, e Italia con el 3,02 por ciento.
Vencimientos con el Fondo
El anuncio de la distribución de 650 mil millones de dólares de los cuales la Argentina recibirá 4350 millones coincidió con el pago de 345 millones de dólares de intereses que el país le hizo ayer al Fondo. Es la última cuota de intereses antes del inicio de los pagos de capital adeudados para este año.
El cronograma de vencimientos con el organismo indica que deberán desembolsarse este año en capital unos 3822 millones de dólares en dos cuotas de 1911 millones. La primera pautada para septiembre y la segunda para diciembre.
Los DEG distribuidos por el FMI estarán disponibles a partir del 23 de agosto y podrán ser empleados para cubrir parte de estos vencimientos hasta que la Argentina alcance una renegociación con el organismo de crédito.
El objetivo no es apurarse en el acuerdo sino alcanzar una situación que permita alargar los plazos de repago, reducir los costos de intereses y garantizar la sustentabilidad tanto económica como social.
Para el próximo año la carga de vencimientos con el Fondo se hace más elevada y el país no cuenta con las condiciones para poder enfrentar esos pagos. El calendario indica que deberán desembolsarse unos 738 millones de dólares de capital en enero, 379 millones de intereses en febrero y a partir de marzo montos elevados que requerirían pagar hasta fin de 2022 más de 18.000 millones de dólares.