Diecisiete meses y tres días después de su rotunda derrota por fuera de combate ante el ucranio Viktor Postol, Lucas Matthysse vuelva a subir al ring. Lo hará esta noche en el T Mobile Arena de Las Vegas y como preliminar del superduelo mexicano entre Saúl “Canelo” Alvarez y Julio César Chávez Jr. Su rival será el estadounidense Emanuel Taylor y no habrá título en juego pero si acaso algo más importante: su futuro. A los 33 años y con un record de 37 peleas ganadas (34 antes del límite) y 4 derrotas, Matthysse no tiene tiempo que perder y una victoria convincente lo volverá a reinstalar en la consideración de los grandes jefes del negocio del boxeo mundial. Una derrota, en cambio, lo hundirá en el ocaso y tal vez, en el retiro definitivo de la actividad. La pelea será emitida por cable a través de Space desde las 22.30.
Tras aquella hecatombe ante Postol, Matthysse, su manager Mario Arano y su promotor internacional Oscar de la Hoya, decidieron hacer cambios a fondo para este regreso. En principio, subir de categoría: de ahora en más, el peleador nacido en Trelew (Chubut) pero radicado en Junín, militará en la categoría welter, una por encima de la welter junior de la que fue campeón interino del Consejo en 2013. Además, el preparador californiano Joel Díaz fue contratado como técnico en lugar de Luis “Cuty” Barrera y Juan Martín Coggi quienes lo venían atendiendo y la etapa final del trabajo de puesta a punto se llevó a cabo en Indio (California) en lugar de Junín, donde Matthysse prefería entrenarse rodeado del afecto de su familia y sus amigos.
La idea es que el argentino llegue a las peleas con un fondo físico superior y perfeccione aún más su estilo de peleador poderoso pero no siempre confiable desde lo anímico. Taylor representará esta noche una prueba exigente. A los 26 años y con un registro de 20 peleas ganadas (14 por fuera de combate) y 4 derrotas, necesita reimpulsar su carrera que en los últimos 3 años se ha mostrado escasamente activa. Para los dos, será una pelea límite, tal vez la última oportunidad de retornar a los primeros planos. Seguirá quien gane y se quedará el que pierda. Y ahí radica el atractivo principal de un enfrentamiento en el que todo puede suceder.