Boca Juniors y River Plate jugarán este miércoles a partir de las 19 una nueva edición del Superclásico en el marco de la Copa Argentina, el torneo federal reeditado en 2011, en busca de la clasificación a los cuartos de final. El ganador (en caso de empate habrá definición con tiros desde el punto penal) enfrentará en esa instancia a Patronato de Paraná.
Luego un atípico e inédito 2020 sin Superclásicos, este será el cuarto Boca-River del año. El primero fue el 2 de enero por la Copa Diego Maradona y terminó en empate 2-2, y dos meses después, el 14 de marzo, se reencontraron en el interzonal de la Copa de la Liga Profesional y la igualdad fue 1-1.
El tercer cruce fue el 16 de mayo por los cuartos de final de la mencionada Copa de la LPF y volvieron a empatar 1-1, pero en la definición por penales Boca se impuso 4-2 y avanzó de ronda.
La particularidad es que estos tres Superclásicos se disputaron en La Bombonera y recién volverán a cruzarse en el estadio Monumental el próximo 3 de octubre, por la fecha 14 del presente torneo de la Liga Profesional. Con el último triunfo de Boca, se cortó la racha de cinco "mano a mano" seguidos ganados por el River de Marcelo Gallardo.
El equipo de Núñez había superado en todas las instancias eliminatorias a Boca Juniors desde la llegada del entrenador hace ya siete años: Copa Sudamericana (2014), Copa Libertadores (2015, 2018, 2019) y la Supercopa Argentina (2018). Si se toma en cuenta la actualidad, River parece llegar mejor que Boca, ya que arrancó el segundo semestre con la clasificación a los cuartos de final de la Copa Libertadores (el miércoles 11 abrirá la serie contra Atlético Mineiro), y en el torneo local está entre los cinco mejores luego de cuatro fechas.
El arranque fue con derrota ante Colón (2-1) en el estadio Monumental, luego hilvanó dos buenos triunfos ante Unión (4-1) y Lanús (3-0), y en su última presentación rescató un empate (1-1) en Núñez ante Huracán con equipo alternativo, y el ingreso de titulares cuando estaba en desventaja.
El presente de Boca es más preocupante ya que su última victoria fue el 26 de mayo cuando derrotó 3-0 a The Strongest en La Bombonera, por la última fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores. Luego del receso, el plantel tuvo un recambio importante con las salidas del ídolo y capitán, Carlos Tevez, y el arquero Esteban Andrada, entre otros, y sumó refuerzos que todavía no terminan de afirmarse.
La polémica eliminación ante Atlético Mineiro desmoronó los planes del equipo para lo que resta del año, y se sumó el flojo arranque en el torneo. No obstante, Miguel Angel Russo recién pudo tener al equipo ideal en el último empate sin goles ante Talleres en Córdoba, dado que ante San Lorenzo (0-2) y Banfield (0-0) presentó la reserva por el aislamiento obligatorio del plantel principal, y en el debut contra Unión (1-1) jugó con un equipo con mayoría de suplentes.
Los días previos de Boca también fueron agitados fuera del campo de juego, ya que el delantero colombiano Sebastián Villa decidió no presentarse a entrenar para presionar su salida del club.
Gallardo también sufrió una baja sensible, ya que el delantero Matías Suárez quedó descartado por la lesión muscular que padeció en el partido ante Lanús, mientras que el chileno Paulo Díaz, quien salió frente a Huracán por una contusión en la pierda derecha es duda en la defensa. A Suárez lo reemplazará Julián Alvarez, y por Díaz jugará Maidana.
Russo no dio indicios de la formación pero se inclinaría por una línea de cinco defensores con el posible debut del lateral peruano Luis Advíncula. El volante Juan Ramírez, quien ya debutó ante Talleres, volverá a ser titular. El que también quedó concentrado con el plantel es el colombiano Edwin Cardona, quien a priori no será titular.