Con la sanción de la Cámara de Diputados, la provincia de Salta quedó adherida a la Ley 27.454 que crea el Plan Nacional de Reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos (PDA), que además procura gestionar y canalizar la donación de productos.
A partir de la adhesión la provincia deberá diseñar políticas públicas para el fomento, desarrollo y promoción de la reducción de pérdidas de alimentos que deberá comprender acciones tales como campañas de información y comunicación para la sensibilización de cada uno de los actores de la cadena alimentaria y de los consumidores, incluir la temática de seguridad alimentaria y nutricional y la forma de evitar las PDA en todos los niveles educativos y Capacitar a los operadores de la cadena alimentaria sobre los beneficios de la donación de alimentos, entre otras.
La Ley nacional también establece el Registro de Instituciones de Bien Público Receptoras de Alimentos en el ámbito del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
Allí deben inscribirse las instituciones públicas o privadas, legalmente constituidas y que cumplan con controles sanitarios previstos en el Código Alimentario Argentino para recibir los productos alimenticios y luego encargarse de la entrega.
Pero el proyecto sancionado ayer en la Legislatura fue el que llegó desde el Senado, modificando la iniciativa original que era de autoría de la Cámara Baja, y que simplemente fijaba la adhesión a la Ley. Por el contrario, la norma aprobada también incluye un artículo que crea un registro similar al nacional, pero bajo la órbita de la provincia.
Esto generó un breve intercambio entre los diputados, ya que algunos consideraban correcto insistir en la sanción original de Diputados, tal el dictamen de minoría que firmó Santiago Godoy en la comisión de Legislación General. Silvia Varg, autora de la primera iniciativa que fue enviada a la Cámara Alta, señaló que coincidía con los argumentos de Godoy, pero que habían acordado votar el que llegaba del Senado para no seguir dilatando la situación.
En tanto, Cristina Fiore recordó que cuando era senadora nacional votó la Ley 27.454, y que durante su análisis en comisiones se planteó la posibilidad de que cada provincia haga su propio registro, pero que después concluyeron en que era mejor uno nacional debido a que la mayoría de las empresas productoras de alimentos se encuentran en la región central del país, y con un registro nacional que centralice la información se facilitaría la distribución equitativa en todo el territorio de los productos donados.
También subrayó que la ley 27.454 modificó la 25.989, que establece originariamente la donación de alimentos, pero que no logró su objetivo, porque no decía nada sobre la responsabilidad legal que le cabía a quienes donaban, por lo que con esta nueva normativa se incluyó el concepto de "buena fe del donante y donatario”, que libera de toda responsabilidad civil y penal por eventuales daños causados por la cosa donada.
Fiore indicó que recién ahí, principalmente en la Ciudad de Buenos Aires, comenzó a agilizarse la donación de alimentos, que con la ley anterior que databa desde 2004 no habían podido hacerlo.
La diputada María López, que ofició de informante del proyecto, señaló que la pérdida y desperdicios en la Argentina llega al 12,5 por ciento de la producción agroalimentaria.
La flamante ley provincial también invita a los municipios a participar e implementar las políticas públicas para cumplir los objetivos de la iniciativa, a través de acciones locales tendientes a ese fin.
La Ley fue aprobada en general por 43 votos a favor y solo un voto en contra del diputado Claudio Del Plá, aunque después varios diputados votaron en contra de los artículos agregados al proyecto original en el Senado. Ahora para que entre en vigencia deberá se promulgado por el Ejecutivo provincial.
Pictogramas para el TEA
También obtuvo media sanción un proyecto de Ley presentado por la diputada Alejandra Navarro que propone que en las dependencias públicas y en espacios privados de acceso público se aplique un sistema de pictogramas para facilitar la comunicación aumentativa y alternativa, y garantizar la accesibilidad cognitiva de las personas con Trastornos de Espectro Autista (TEA), y con discapacidad intelectual o del desarrollo.
Los pictogramas son imágenes esquemáticas perceptibles y sensorialmente productivas para representar una idea o mensaje, que permiten organizar la vida de niños y niñas con TEA, y de las personas con bajo nivel cognitivo.
La autora señaló que la iniciativa surgió de la asociación TEA Salta, y que en el municipio de Joaquín V. González ya se está aplicando con los comerciantes que ponen ese tipo de carteles en las vidrieras.
“La combinación del lenguaje visual y escrito, que proporciona la lectura con pictogramas, resulta motivador para los niños, ayuda a ampliar su vocabulario y desarrollar la comprensión, y favorece el desarrollo de otras competencias básicas imprescindibles, como son la mejora de la atención”, fundamentó la autora.
El proyecto tuvo el apoyo de todos los diputados y fue aprobado por unanimidad, ahora pasó al Senado para su revisión.