Foto. Pablo Mehanna

Saudade de Brasil

Las coxinhas representan para los brasileños lo que las empanadas para los argentinos: más que una comida son parte de su vida cotidiana, patrimonio cultural y gastronómico. Si bien algunos sostienen que nacieron en la populosa ciudad de San Pablo, sus orígenes se remontan a Francia, desde donde siguieron viaje hasta Portugal y, ya en tiempos de colonias y conquistas, cruzaron el Atlántico. Con los años la receta original fue mutando hasta llegar a la actual, que sumó fuerte influencia de los inmigrantes italianos. Un delicioso bocado que es primo cercano de las croquetas y que se prepara con caldo de gallina, harina de trigo, aceite de oliva, pollo desmenuzado y condimentos varios. Con todo esto se forman bolitas que se rebozan y fríen hasta quedar suaves por dentro y crujientes por afuera. El resultado: una bomba de sabor. Y de eso se trata lo que extrañaba Junior Marques cuando se mudó a la Argentina en 2018, de ese sabor propio de las coxinhas que hacían sus padres en Brasil. Buscó algunas versiones locales pero ninguna se asemejaba a la receta original. Así que un año más tarde, con sus padres instalados también en Buenos Aires, abrió Imperio Da Coxinha, un pequeño templo de delivery y take away dedicado a esta especialidad.

Las coxinhas vienen en dos tamaños: las grandes pesan unos 130 gramos y cuestan $130; las pequeñas son de 25 gramos (desde $550 las 25 unidades, hay combos también para cantidades mayores). Están las clásicas de pollo pero también de pollo y queso, de jamón y queso, carne y queso o solo queso, siempre acompañadas de una salsa. Creciendo con delivery en plena pandemia, Junior se las arregló para que las coxinhas lleguen en perfectas condiciones, no se abren ni desmenuzan en el viaje, y con un golpe de horno quedan como recién hechas. Las 25 unidades chicas alcanzan para una comida rápida para dos personas, pero son aún mejor para sumar a una picada o disfrutar en plano aperitivo con una cerveza bien fría imaginándose, con toda la nostalgia del caso, estando frente al mar.

Menú y pedidos en Instagram: @imperiodacoxinha.ba. WhatsApp: 11-2735-9654. Horario de atención: lunes a sábados de 11 a 23; domingos de 18 a 23. Delivery propio hasta 6km de distancia.

Foto: Pablo Mehanna

Sorpresa de Medio Oriente

Cuando arrancó la pandemia, Gonzalo Legarda estaba trabajando en Mudrá -uno de esos restaurantes modernos de cocina vegana y creativa-, sin imaginar que poco tiempo después estaría al frente de su propio emprendimiento, con su nombre personal en la marquesina. Pero así fue: cuarentena mediante abrió un delivery de sabores del Medio Oriente que tuvo tanto éxito que hoy, un año más tarde, sumó a siete personas trabajando junto a él.

La historia de Gonzalo con el Medio Oriente se remonta a sus inicios gastronómicos, cuando recién llegado de Arrecifes empezó trabajar en una casa de té kosher en el barrio de Belgrano, ocupándose de la pastelería. “Un día faltó el encargado de hacer los bohios y los knishes y Susana, la mamá de la dueña del local, se puso a enseñarme. Y era súper exigente”, recuerda. Así, en medio de los meses de encierro pandémico, decidió apuntar a ese mercado. Una amiga le publicó un primer flyer, luego sumó más productos y todo explotó en septiembre de 2020, para Rosh Hashaná, el Año Nuevo judío.

Dentro del menú hay clásicos de la cocina de Medio Oriente como lajmayin, sambusak, knishes, kipes, bohios, hummus, tabule y babaganoush. Entre los dulces destacan el mamul y la baklava. El combo Súper picada oriente recargada trae un poco de todo en tamaño pequeño y le suma una jalá, un pan trenzado delicioso ($1400). También hay opciones vegetarianas de algunos de los platos: los bohios por ejemplo se pueden pedir de berenjena o de verdura y los sambusak, que vienen en una masa de manteca que los vuelve adictivos, de choclo. Ya los precios son buenos, y mejoran aún más aprovechando promos que publica en su Instagram. Los pedidos se hacen por WhatsApp con entregas los jueves (en CABA y Zona Norte) y los viernes (solo CABA). Mientras busca local a la calle que espera estrenar antes de fin de año, Gonzalo sigue creciendo y agotando stock semana a semana. Una buena idea que le dio y le sigue dando grandes resultados.

Menú y pedidos en Instagram: @gonzalolegarda. WhatsApp: 11-2166-0036. Entregas los jueves y viernes: $150 en CABA y $200 en Zona Norte.

Foto: Pablo Mehanna

Esquina con aires mexicanos

Güey es un nuevo emprendimiento de Fermento, el grupo gastronómico que arrancó su aventura hace dos años con Cuadra (la cafetería y panadería que revolucionó el barrio de Núñez), y que desde ese momento no dejó de crecer. Mientras buscaban dónde abrir una pizzería de masa madre (la actual Anti’s), Rodrigo Gutiérrez -uno de los socios de Fermento- encontró un pequeño local una esquina en Av. Congreso y la vía del tren, en el cruce de Belgrano con Núñez, y decidió convertirlo en una taquería. “Me gustaba la idea de la vereda amplia y poder hacer un street food de calidad con buenos productos”, cuenta Rodrigo. Así, junto a su hermana Agustina, Pedro Díaz y Carlos Fechino armaron Güey Taquería. La cocina está a cargo de la misma dupla de Cuadra: Trinidad Benedetti, que vivió varios años en México, y Marcelo Gazzia. La carta es corta y al pie: hay quesadillas, tacos y burritos que se retiran de una barra y se pueden disfrutar en alguna de las mesitas que rodean la esquina, de cara al sol y acompañado con alguna cerveza o un agua de Jamaica. Para picotear hay totopos con guacamole o con frijoles ($500).

Los burritos salen de lunes a viernes y se pueden elegir de cerdo braseado con cebolla caramelizada y vegetales salteados envueltos en tortilla de trigo, o vegetarianos (desde $580). Los tacos están siempre: hay de milanesa de lengua, mayonesa de limón y chutney de tomate; de pesca en tempura frita con mojo verde y xnipek (una salsa de Yucatán) o un suadero de matambre vacuno confitado, jalapeños encurtidos, crema agria, piña y pico de gallo, entre otros (desde $310). Rellenos intensos pero con picantes que no duelen (el picor se puede aumentar con condimentos que están a mano). También preparan algunos tragos donde no falta la Michelada con sal, pimienta, salsa inglesa, sriracha, limón y cerveza; y hay una corta pero rica selección de vinos Zorzal, Rocamadre y Kung Fu, entre otros de pequeñas bodegas. Como postre, la crema de maíz con crumble de maní salado acaramelado, pochoclos y naranja se lleva el puntaje perfecto. Aires mexicanos en una esquina de barrio.

Güey queda en Congreso 2000. Instagram: @gueytaqueria. Horario de atención: lunes a domingos de 10 a 24. Pedidos por Rappi.