Los despachos de cemento con destino al mercado interno y la exportación disminuyeron en abril 18,1 por ciento respecto de marzo, según la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP). En un mes en el que se reactivaron algunas obras públicas por parte del gobierno, las fábricas enviaron 844.324 toneladas, 184.000 menos que en marzo, debido a que las iniciativas privadas no terminan de arrancar. Respecto de igual mes del año anterior, cuando se registró el mayor desplome, las ventas finalizaron con un alza de 10,7 por ciento. Los registros acumulados todavía se encuentran lejos del promedio de 2015.
Para el acumulado del primer cuatrimestre la entidad empresaria anotó un volumen destinado al mercado interno de 3,5 millones de toneladas, apenas 7 por ciento por encima de lo verificado en enero-abril de 2016. Estos volúmenes informados se equiparan con el promedio de entre 2012 y 2014, pero resultan un 10 por ciento inferiores en comparación con los casi 3,9 millones de toneladas en los primeros cuatro meses de 2015, de acuerdo con las estadísticas de la asociación empresaria.
La mejora interanual se basa en un año de fuerte contracción de la actividad constructora ante el impacto recesivo de la liberación del mercado de cambios y la decisión del gobierno de revisar contratos para realizar auditorias. Pero también hubo una fuerte caída de la actividad por parte de los privados, ante la incertidumbre que generaron estos cambios en la política económica y la pérdida de poder adquisitivo. La apuesta oficial fue que los fondos provenientes del blanqueo de capitales se dirigiesen hacia este sector e impulsara la actividad de la construcción, una de las más afectadas desde fines de 2015 junto con la industria manufacturera.
En marzo hubo un repunte, pero los despachos de cemento volvieron a ubicarse en abril lejos del millón de toneladas registrado en marzo, que fue todo un record para el sector. Según la AFCP, en marzo se despacharon 1.032.119 toneladas de cemento, por encima de las 979.452 toneladas registradas en el mismo período de 2015. Este había sido el récord para un mes de marzo, de acuerdo a los registros de la cámara. Desde el sector, buscan bajarle el tono a la caída de abril aduciendo que en marzo hubo cuatro días hábiles más, aunque eso no logra explicar una caída de dos dígitos (18,7 por ciento).
Los empresarios del sector y funcionarios confían en que haya un repunte y logre consolidarse, a partir de más inversión estatal y medidas de estímulo, como el reciente plan de construcción de 100.000 viviendas, mediante un acuerdo entre el Gobierno, constructores, desarrolladores y el sindicato (Uocra). A esto se suman los llamados del Procrear y la reactivación en la demanda de créditos hipotecarios bajo sus distintas modalidades. La actividad en la obra privada sigue sin repuntar. Según datos de la cámara, la mejora interanual de las ventas de cemento se debe principalmente a la demanda a granel, cuyo principal comprador es el Estado nacional para la obra pública, seguido bastante más lejos por las adquisiciones de fraccionado para las grandes obras privadas.