Los últimos reportes de ganancias de las Gafam (Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft) dejan en claro que estas empresas ya se han independizado del destino del resto de la economía mundial, gracias al uso de los datos, la automatización de tareas en base a la inteligencia artificial, enormes recursos financieros disponibles de inmediato y crecientes abusos de posición dominantes que están en el ojo del poder político.
Hace poco más de un año, Cash explicó cómo las Gafam fortalecían su autonomía respecto del destino económico del resto. "Hemos visto ocurrir dos años de transformación digital en dos meses", decía Satya Nadella, el CEO de Microsoft, en abril de 2020. Mientras el producto bruto global caía, aunque con excepciones como China, las cinco mayores empresas de tecnología del mundo potenciaron su crecimiento.
Un año más tarde, pese a la vacunación y cierto retorno a la normalidad, sobre todo en los Estados Unidos, el mismo Nadella aseguró: "A más de un año en la pandemia, las curvas de digitalización no se están desacelerando".
En un artículo reciente publicado en Página/12, Alfredo Zaiat explica que estas grandes corporaciones cuentan con una independencia financiera tal que, asentadas sobre recursos propios, limitan la "efectividad de tradicionales instrumentos de política monetaria". En este sentido, se multiplican las señales de preocupación por parte de las autoridades financieras nacionales e internacionales, así como de los gobiernos.
Asimismo, los efectos secundarios de los modelos de negocios de las Gafam no solo repercuten en la concentración de la economía o en la manipulación política, sino también en la calidad del trabajo, el medio ambiente, las campañas de desinformación y hasta la salud de adultos y niños.
Yanis Varoufakis, exministro de economía de Grecia y un reconocido crítico internacional del neoliberalismo, asegura que estamos viviendo un cambio de paradigma económico comparable al que ocurrió en el largo pasaje entre el feudalismo y el capitalismo.
"Probablemente la señal más clara de que algo serio está en marcha apareció el 12 de agosto del 2020. Ese día supimos que en los primeros siete meses del año, el ingreso nacional del Reino Unido se había hundido un 20 por ciento, bien por debajo de las peores predicciones. Sin embargo, unos minutos después la bolsa de valores de Londres subía un 2 por ciento. Nunca había ocurrido algo comparable. Las finanzas se desacoplaron totalmente de la economía real", explica Varoufakis.
Para el economista griego, las relaciones capitalistas siguen funcionando, obviamente, pero están siendo superadas por vínculos tecno-feudales que cuentan con su propia lógica económica, de control político y hasta de las subjetividades. Esta descripción se refuerza con los últimos balances contables de las Gafam.
Alphabet
Según el reporte del segundo trimestre de 2021, Alphabet, la corporación que contiene a Google, facturó 61.880 millones de dólares, lo cual implica un fenomenal salto del 62 por ciento respecto del mismo trimestre del año pasado, cuando ya había comenzado la pandemia y los efectos de la digitalización de la vida cotidiana se hacían sentir en las arcas de la empresa. Pero no solo la facturación creció enormemente si no que casi se duplicó el margen operativo, del 17 al 31 por ciento en solo un año. De esa forma, los ingresos operativos saltaron de 6383 millones de dólares a 19.361 millones.
El 81 por ciento de los ingresos proviene del servicio de publicidad que ofrecen Google, YouTube y otras plataformas. El mercado de la publicidad digital crece sobre todo a expensas de los medios tradicionales, aunque también hay tensión entre los grandes, ya que en este segmento también participan Facebook y Amazon. El resto de los ingresos de Alphabet viene de otros servicios de Google (10,7 por ciento) y Google Cloud (7,6 por ciento). En este último negocio, Google compite directamente con Amazon y Microsoft. Al igual que con el mercado publicitario, todo indica que tarde o temprano los cinco grandes deberán batirse en una batalla final o llegar a un acuerdo.
Por otro lado, el reporte trimestral de Alphabet indica que en abril la empresa aprobó la recompra de acciones por 50 mil millones de dólares, algo posible gracias a que cuenta con 112.233 millones en efectivo o equivalentes. Es decir que Alphabet tiene "disponible en el bolsillo" más de dos veces la deuda que la Argentina tiene con el FMI.
Apple
La empresa de la manzanita facturó 81.434 millones de dólares en el último trimestre, un 36 por ciento más que en el mismo período del año anterior. La venta de iPhones creció cerca de un 50 por ciento empujada por la necesidad de los consumidores de contar con dispositivos más poderosos en el marco de la pandemia. El CEO de la empresa, Tim Cook, señaló que una porción significativa de la demanda de celulares provino de usuarios que abandonaron el sistema Android.
Las ventas de celulares, tablets y computadoras explican el 78,5 por ciento de los ingresos de la empresa. Cerca del 18 por ciento de la facturación proviene de la "gran China", que incluye a Taiwan y Hong Kong. Ese mercado tuvo una suba del 58 interanual, algo que ayuda a entender las crecientes concesiones de la empresa a las exigencias del gobierno de ese país.
Apple cuenta con "solo" 34.050 millones de dólares en efectivo o equivalentes. El trimestre de Apple podría haber sido incluso mejor de no ser por los retrasos en las entregas de chips que utilizan computadoras y tablets, a causa de la pandemia.
Microsoft
En el primer trimestre, Microsoft aumentó su facturación un 21 por ciento interanual, hasta los 41.152 millones de dólares. Al igual que en el caso de Alphabet, los ingresos operativos crecieron incluso más, un 42 por ciento, con lo cual superaron los 19 mil millones de dólares.
Los ingresos de Microsoft provienen de tres fuentes más o menos equilibradas entre sí: nube inteligente, procesos y otros servicios de cómputo que incluyen hardware, software y juegos. Los principales incrementos se vienen dando en los servicios en la nube, que se despegan de las demás fuentes con un 30 por ciento de incremento interanual. Al igual que Alphabet, Microsoft está sentada sobre una montaña de efectivo e inversiones de corto plazo que llegan a los 130.334 millones de dólares.
En el segundo trimestre, Facebook reportó ingresos brutos por 29 mil millones de dólares, un escalón más abajo que sus competidores, pero con una suba del 56 por ciento con respecto al mismo período del 2020.
Facebook depende casi exclusivamente de la publicidad, de donde proviene más del 98 por ciento de sus ingresos. Buena parte de la mejora interanual de la facturación se explica por un aumento del 47 por ciento en el precio por anuncio, junto a un alza del 6 por ciento en la cantidad vendida. Tal como ocurrió con las otras empresas, su margen operativo mejoró del 32 al 43 por ciento. Los usuarios mensuales de la red crecieron un 7 por ciento para llegar a los 2900 millones. Es decir, más de un tercio de la población global se conecta al menos una vez por mes a la red social.
Sobre el futuro, la empresa aclaró que esperan seguir aumentando el precio de la publicidad para contrarrestar "el viento de frente a causa de cambios en las regulaciones y plataformas, en especial de las actualizaciones de iOS, que esperamos que tengan un mayor impacto en el tercer trimestre". La empresa cuenta con 64.080 millones de dólares entre efectivo, equivalentes e inversiones convertibles.
Amazon
La empresa que ya vende casi todo tuvo un reporte especial por ser el primero sin Jeff Bezos como CEO de la corporación. Sus ingresos totales en el segundo trimestre fueron de 113.080 millones de dólares, un 27 por ciento más que en el año anterior. Si bien la cifra parece alta en cualquier contexto y mucho más en medio de la pandemia, quedó por debajo de lo pronosticado por Wall Street, lo cual generó cierta molestia entre los accionistas y una caída del 7 por ciento en las acciones al día siguiente.
La buena señal para la corporación es que, pese a que los negocios hace unos meses que están abiertos en los Estados Unidos, la costumbre de comprar online se mantiene. Así se consolida un cambio de hábitos que Amazon refuerza con su servicio Prime, que permite recibir todos los envíos gratis por una suma fija y que ya cuenta con 200 millones de abonados.
Los ingresos operativos de Amazon ascendieron a 7702 millones de dólares, lo que implica un margen del 6,8 por ciento, prácticamente el mismo que un año antes y muy por debajo de las otras empresas. La diferencia se explica porque Amazon opera sobre el mundo material y su negocio depende de una infraestructura física, como camiones, empleados, depósitos y aviones. Amazon tiene 1,3 millones de empleados, 52 por ciento más que antes de la pandemia, algo que según la empresa constituye "uno de los principales elementos de inflación", sobre todo por los aumentos en los salarios.
La empresa viene depositando sus expectativas en otros espacios, sobre todo en AWS, su negocio de servicios en la nube, que ya facturó 14.809 millones, con un margen del 28,3 por ciento y un crecimiento interanual del 37 por ciento. Pese a sus volúmenes brutos relativamente bajos, AWS es ya la responsable del 54 por ciento de los ingresos operativos de la firma. Amazon también viene desarrollando otros servicios digitales como el streaming con Amazon Prime, su servicio de publicidad Amazon Advertising, que creció un 87 por ciento interanual, su asistente virtual Alexa y su cuestionada cámara de seguridad Ring.
Si bien las cifras de Amazon fueron positivas en general, sus pronósticos para el futuro disgustaron a los accionistas: para el tercer trimestre se espera un ingreso operativo de 6000 millones, 200 millones menos que en el tercer trimestre el año pasado.
Al infinito y más allá
Como explica una editorial del New York Times, los "titanes tecno-norteamericanos han formado un universo aparte". Lo hacen gracias a la pandemia y a una combinación de recursos: un modelo de negocios innovador basado en tecnología, datos y poder financiero que les permiten canibalizar a los competidores de los mercados en los que penetra. Los recursos disponibles les permiten comprar startups o potenciales competidores antes de que despeguen, así como "invertir" millones en lobby. La fibra óptica les permite entrar a cualquier país sin demasiadas dificultades y casi sin controles.
Este crecimiento imparable pone en alerta al sistema político mundial, que ahora busca imponer a las Gafam tasas globales y nuevas regulaciones antes de que, como temen algunos, se vuelvan inmanejables y su lógica imponga un nuevo modo de acumulación.