El expiloto argentino de Fórmula 1 Oscar “Poppy” Larrauri se sentará en el banquillo de los acusados en una causa que lo tiene como protagonista del presunto delito de lavado de dinero en la provincia de Santa Fe. Está imputado junto con un ex funcionario de Villa Gobernador Gálvez, a quien se lo señala, además, de haber utilizado sus influencias en el Poder Judicial para llevar a cabo esas maniobras.
Larrauri, quien fue concejal por Rosario y ahora se dedica al negocio de los frigoríficos, fue citado para mañana a las 16 en la audiencia en Rosario, donde se lo informará de su situación en la causa que investiga lavado proveniente del juego clandestino en esa provincia.
Allí, los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery presentarán parte de las pruebas y las hipótesis por las que se lo acusa a él y a José Fernández Chemes, ex secretario de Legal y Técnica de la Municipalidad de Villa Gobernador Gálvez.
Sobre ambos pesa el mismo delito: supuesto lavado y cobro de 5 mil dólares mensuales en concepto de coima a Leonardo Peiti, un hombre señalado como cabeza de una asociación ilícita dedicada a los juegos de azar. Al parecer, los acusados le daban “protección” y encubrían sus actividades ilegales.
Las imputaciones son parte del segundo tramo de una causa iniciada en 2020 a Peiti y en la que también están involucrados dos ex fiscales que en la actualidad se encuentran detenidos, Patricio Serjal y Gustavo Ponce Asahad.
Según la causa, el ex piloto de Fórmula 1 durante la década de 1980 compró varias propiedades con el dinero que habría cobrado de Peiti. También habría adquirido varios vehículos de alta gama y hecho giros y préstamos con algunos de los acusados.
Por este motivo, su residencia en el exclusivo Country Golf Rosario fue allanada el año pasado en búsqueda de documentación que evidenciara las irregularidades por la que se lo acusa.