"Hay que construir una épica de la inclusión, y la universidad no puede estar fuera de esa tarea", dijo el rector de la UNR, Franco Bartolacci, al cumplirse hoy dos años de su asunción. Con buena buena parte de la gestión atravesada por la pandemia, el rector consideró que la universidad pudo orientar la producción científica y de conocimiento para integrarse y discutir temas de agenda que consideran estratégicos: ambiente, alimentación y desarrollo productivo. "En la mayoría de los problemas que hoy tiene Rosario hay un investigador, un docente, pensando o haciendo algo que puede servir para transformar", agregó. La pandemia puso en tensión las estructuras de la educación superior tradicional, pero Bartolacci prefiere enfocarse en las oportunidades que depara la virtualidad, considerando que el 50% de los y las estudiantes no son de Rosario y un gran porcentaje no podrá regresar por la situación económica. "En la virtualidad hay una herramienta que nos permite resolver problemas que históricamente no pudimos resolver", indicó. Entre los proyectos próximos a concretarse, el rector adelantó la creación de una nueva escuela media con orientación social, humanística y artística: "Es una gran deuda que tiene la Universidad, y esto completaría la propuesta de formación media de la UNR".
Hoy se cumplen dos años de la asunción de Bartolacci como rector de la UNR. Para hacer un repaso de su gestión, está previsto un acto que se podrá seguir de manera virtual a través del canal de YouTube de la universidad a partir de las 18. "Si algo me produce orgullo es que el 100% de las cosas que dijimos el 6 de agosto de 2019 que teníamos que hacer, las hicimos o están en marcha: la Ciudadanía de escuelas medias, el Presupuesto Participativo, la Agenda 20-30; en Extensión, la Planta Pública de Alimentos, la Escuela de Oficios, el Programa de Universidad Cultural y las Prácticas Sociales Obligatorias", detalló en diálogo con Rosario/12.
Los objetivos se cumplieron en pandemia, lo que obligó a replanteos y adaptaciones. Para Bartolacci, "no sólo que la universidad que viene no va a ser la misma que conocimos antes de la pandemia, si no asumimos que eso tiene que ser así, corremos serio riesgo de la intrascendencia, el cambio es urgente. Tampoco es ninguna sorpresa. Cuando armamos la agenda 20-30, muchas de estas cosas estaban contenidas en los objetivos institucionales, previo a la pandemia, que en definitiva aceleró los tiempos. Se puede ver como un problema o como una gran oportunidad".
"Hace falta inteligencia y creatividad para resguardar todo lo que sabemos que la presencialidad garantiza y que es absolutamente irreemplazable. Pero también para quedarnos con todo lo que trajo la virtualidad, que de alguna manera nos sirve para derrumbar obstáculos que tradicionalmente imposibilitaron el acceso a la educación superior. En la virtualidad hay una herramienta que nos permite resolver problemas que históricamente no pudimos resolver", agregó.
Según el rector, uno de los inconvenientes está vinculado a las personas que trabajan y tienen dificultades para congeniar los horarios de estudio y trabajo. El otro está vinculado a los y las estudiantes que no son de Rosario, casi la mitad de la matrícula. Son muchos los que dejaron de alquilar en este contexto, y si bien un porcentaje puede volver a hacerlo, no son pocos los que manifestaron que no podrán regresar.
"Es un cambio cultural porque de alguna manera es asumir que hoy hay otras formas de habitar y transitar la universidad pública que no tiene nada que ver con las tradicionales, que por supuesto es nuestro principal capital y orgullo, y va a seguir así, pero hoy se diversificó. Para que la universidad pueda contener esa diversidad, tiene que cambiar urgente. Pusimos en marcha la Escuela de Oficios y se inscribieron 20 mil personas. Son fenómenos que hay que leerlos", consideró.
Al hacer una comparación sobre los ingresantes del 2020 y los que lo hicieron este año, el rector señaló que percibieron en las evaluaciones más problemas en el rendimiento: "Era esperable, ya que son los chicos que tuvieron que transitar el último año de la escuela media. Por eso, en la recuperación progresiva de actividades presenciales priorizaremos el ingreso 2020-2021 porque entendemos que ahí hace falta instancias de encuentros presenciales".
Para el segundo semestre, la UNR acondicionó 100 aulas híbridas en las facultades y escuelas medias con una inversión de 50 millones de pesos. Además, esta semana comenzaron a construir aulas a cielo abierto con mobiliario público, tratando de multiplicar las opciones y los dispositivos para armar un engranaje que no deja de ser complejo. "Cuando uno viene formateado de esa manera, le cuesta correrse de ese lugar, pero la pandemia nos demostró que somos versátiles, no tuvimos otra opción y nos corrimos. Soy optimista desde esa perspectiva", expresó Bartolacci.
Por otra parte, adelantó la inminente aprobación del proyecto para sumar una cuarta escuela media, con orientación social, humanística y artística. Será la primera que se creará en la historia de la Universidad ya que el Politécnico, el Superior de Comercio y la Agrotécnica, son preexistentes a la UNR, mientras que las dos inauguradas este año, en Puerto General San Martín y en General Lagos, dependen de las otras. "Empezando de cero, habrá que aprovechar para armar un formato pedagógico más disruptivo y acorde a los tiempos que corren", apuntó.
Dijo que la universidad pudo integrarse y discutir temas de agenda que consideran estratégicos: "Nos involucramos en todos los temas, pudimos orientar la producción científica y de conocimiento, el desarrollo tecnológico. En lo ambiental, pusimos a nuestros investigadores a analizar, planificar, problematizar, medir lo que pasa en la ciudad y la región. La cuestión del hambre también, porque no es sólo montar la planta de alimentos, que será una de nuestras naves insignias que comenzamos a construir en la esquina de Santa Fe y Francia, con la expectativa de ponerla en marcha a fin de año, esa planta pública sintetiza el trabajo de los investigadores y las prácticas de nuestros estudiantes".
Bartolacci dijo que el esquema político que gobierna la UNR "está muy consolidado", más allá de que la pandemia marginó a la política universitaria de la agenda, de hecho van dos años sin elecciones estudiantiles. El único registro electoral fue la elección de graduados de facultades y del colegio electoral de graduados del Consejo Superior, en abril de este año. "Cuando fui electo, habíamos sacado uno solo de los dos, y ahora sacamos los dos, y 11 de los 12 graduados, en una lista que armamos conjuntamente, incluso con sectores del socialismo", señaló.