Francia anunció que administrará una tercera dosis de vacuna contra el coronavirus a grupos de riesgo y se suma así a otros países ricos que avanzarán con esta medida, respaldada por las grandes farmacéuticas y criticada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que exige terminar primero con la inequidad en el acceso a los inmunizantes. Alemania ya anunció que administrarán una vacuna de refuerzo anticovid a las personas mayores y vulnerables a partir de septiembre, así como a quienes no hayan recibido el inmunizante de Pfizer o Moderna que cuentan con tecnología de ARN mensajero. Estos planes avanzan pese a la exhortación de la OMS que llamó a suspender "por lo menos hasta fines de septiembre" la administración de terceras dosis, donar esas vacunas a las regiones más atrasadas en sus campañas y lograr la meta de que al menos el 10% de la población de cada país esté inmunizada para fin de este año. "Necesitamos cambiar las cosas urgentemente: que la mayoría de vacunas dejen de ir a los países ricos para que vayan a los pobres", declaró en conferencia de prensa el director general del organismo sanitario, Tedros Adhanom Ghebreyesus. "Entendemos la preocupación de los Gobiernos por proteger a sus poblaciones de la variante Delta, pero no podemos aceptar que los países que ya utilizaron la mayoría de los suministros de vacunas, utilicen todavía más, mientras que las poblaciones más vulnerables del mundo siguen sin protección", añadió.