El primer ministro británico, Boris Johnson, fue ampliamente criticado luego de destacar una medida tomada por Margaret Thatcher como el cierre de las minas de carbón, que desencadenó largas huelgas, hechos de violencia y sumió al país en altos índices de desempleo.
Interrogado durante una visita a un campo eólico en Escocia, el jefe del gobierno conservador destacó los progresos realizados en la materia. "Gracias a Margaret Thatcher, que cerró un gran número de minas de carbón en todo el país, hemos comenzado pronto y ahora nos alejamos rápidamente del carbón", señaló.
Las minas de carbón, que antes representaban el sector industrial más importante del Reino Unido, están íntimamente ligadas a la historia económica y social del país y se convirtieron en los años 1980 en el símbolo de la oposición al ultraliberalismo de la primera ministra de la época.
El cierre de las minas dio lugar a duras huelgas y a actos de violencia. Hoy en día, muchos antiguos yacimientos mineros siguen afectados, con una elevada tasa de desempleo.
Las palabras de Boris Johnson fueron calificadas de "vergonzosas" por el líder de la oposición laborista Keir Starmer. "Al descartar con una broma las consecuencias devastadoras (de los cierres), demuestra hasta qué punto está desconectado de los trabajadores", subrayó.
Los primeros ministros de Escocia, Nicola Sturgeon, y de Gales, Mark Drakeford, también denunciaron palabras "groseras y carentes de sensibilidad".
"Vidas y comunidades enteras en Escocia quedaron diezmadas por la destrucción de la industria del carbón llevada a cabo por Thatcher", que no tenía ninguna vinculación con la preocupación sobre el futuro del planeta, denunció Sturgeon.
Las últimas minas de carbón cerraron en 2015 en el Reino Unido, a excepción de pequeñas explotaciones.