“Estamos hablando de un proyecto que fue sancionado por ley del Congreso Nacional el 16 de septiembre de 1911, o sea que ya va a cumplir 110 años”, recordó Rubén Dusso en una entrevista en Radio Télam acerca del proyecto del Corredor Bioceánico Ferroviario.
Desde que Dusso fue ministro de Obras Públicas en los dos periodos de Lucía Corpacci, viene impulsando el corredor que es clave para la salida al mercado asiático a través Paso de San Francisco y el Pacífico.
Durante esa gestión, se llegó a conseguir financiación de capitales chinos, pero el gobierno de Macri consideró que era una obra para privados y no para el Estado.
“Hay una gran historia del tironeo del centralismo con respecto al federalismo. Si el país funcionara con el máximo potencial tendríamos otra Argentina, pero hubo muchos periodos de gobierno donde las políticas se decidieron centralizadamente en desmedro de la periferia, a nosotros nos levantaron el ferrocarril en 1987 y chau economías regionales, no solo con Catamarca, sino con muchas provincias”, señaló.
Por otra parte criticó la pérdida del transporte multimodal y la concentración del transporte terrestre. “Si nos remontamos a los años 50, hace ya 70 años, había 5.700 km de vías férreas en el país. El transporte multimodal tenía distintas incidencia, no como ahora que está concentrado el 97% en el transporte terrestre y solo el 3% en transporte fluvial, aéreo y ferroviario”.
En este sentido, para Dusso, el Corredor Bioceánico, que logró nuevo impulso con el anuncio del presidente Alberto Fernández en el discurso del 1 de marzo de este año, “viene a revertir algo que es histórico y más ahora que hay un potencial consumidor y exportador de Argentina hacia todo oriente”.
Las ventajas de salir por el puerto de Chile “no solo te representan 15 días menos en el tránsito de la mercadería, sino más posibilidades de llevar carga. Los puertos del Atlántico en su mayoría no pueden sobrepasar las 50.000 toneladas y acá hay aguas más profundas que pueden soportar barcos hasta de 450.000 toneladas”, subrayó el vicegobernador.
Del mismo modo destacó la construcción federal que se viene dando con las provincias del Norte Grande, que incluye las regiones del NEA y el NOA, más la región centro con Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.
Y remarcó sobre el Corredor: “no es solamente para salir sino también para entrar. Y lo que convenga que siga saliendo por el Atlántico seguirá saliendo y lo que tenga que salir por el Pacífico saldrá por el Pacífico. Nosotros como país nos tenemos que dar la oportunidad de dividir los costos del transporte”.
Otras de las ventajas en la transformación de la economía que el Corredor implicaría es la mayor competitividad. Entre los principales espacios de impulso al proyecto, está el grupo ATACALAR que conforman la región de Atacama, en Chile, Catamarca y La Rioja, y el cual se va extendiendo a la región central. Dusso recordó en la entrevista radial que el gobernador de Córdoba, Schiaretti, en una de esas reuniones, señaló que “si se pudieran disminuir los costos de transporte y logística como lo haría el Corredor Bioceánico por el Paso San Francisco, se podría multiplicar en 5 años toda la producción granaria y triplicarla en 10 años y esto no solo porque se aumentaría la superficie, sino porque sería más competitivo” había dicho el cordobés.
“Pero hoy se discuten 2 puntos de retenciones cuando se están dejando logística y transporte, 10, 15 puntos. Entonces esto generaría mayor actividad económica, más competitividad, más rentabilidad y en definitiva lo que se quiere para toda la Argentina, más trabajo”, observó Dusso.
Sobre los plazos para ejecutar el proyecto, el vicegobernador fue contundente: “De 24 a 36 meses”, dijo. “Nosotros hace una década ya, con la provincia de Hunan, China, habíamos avanzado muchísimo y teníamos ya la financiación del Eximbank a 30 años de plazo, 10 años de gracia, 3% de interés anual y estaba el proyecto y la obra todo, y el presidente anterior llegó a decir que era un negocio de privados que había que buscar el operador que pagara la obra”.
En cambio, concluyó: “Nunca tuvimos tan cerca como ahora".