"No me la voy a sacar más (la medalla). Ni para dormir. Me voy a romper un diente durmiendo, pero no me la voy a sacar", bromeó Facundo Conte, goleador en el triunfo sobre Brasil (21 puntos), tras el bronce conseguido por la Selección Argentina de vóley este sábado. Claro que habrá que esperar a que se defina el partido por el oro, a las 9.15 entre Rusia y Francia, para que los argentinos reciban su premio.
En una jornada repleta de emociones, el vicentelopense de 31 años se dio también el lujo de fundirse en su sentido abrazo con su padre, Hugo Conte, medallista en Seúl '88 y quien está en Tokio como comentarista de la señal televisiva TyC Sports.
"Para muchos de nosotros, que nos pusimos por primera vez la camiseta de la Selección hace 15 años, es increíble ganar esta medalla. Jugamos un partidazo, sin altos ni bajos, con mucha constancia y eso es lo que marcó la diferencia", analizó "El Heredero".
El receptor punta, de última temporada en el vóley de Polonia, agregó: "Es algo increíble y hermoso por la manera en que se dio. En otro momento, en partidos como el de hoy, no tuvimos esa fortaleza ni la madurez para lograr esto".
Por su parte, el director técnico Marcelo Méndez definió: "Siento una felicidad enorme, estoy contentísimo por el vóleibol y por estos jugadores que hicieron un sacrificio enorme. Esta medalla es una historia de superación".
Méndez, de 57 años, en el cargo desde mayo de 2018, detalló que el equipo "superó barrera y obstáculos para conseguir esta medalla deseada".
"Tuvo todo durante el torneo: esfuerzo, fortaleza, personalidad, juventud, trayectoria... Es un momento para disfrutar", concluyó Méndez, iniciado como técnico en River y quien no pudo evitar romper en llanto apenas terminado el encuentro.