A pocos días de la llegada de la variante Delta a Córdoba y a diferencia del resto del país, las cifras de contagios y muertes por Covid-19 en esta provincia se mantienen altas. “En los últimos tres mese las cifras han oscilado entre los 2.000 y 2.500 casos positivos diarios y una veintena de muertos”, indicó a Página/12 el infectólogo Hugo Roland.

El profesional que creó el programa contra el VIH-Sida y dirigió dos décadas el Hospital Rawson (especializado en enfermedades infecciosas), consideró que el anuncio del presidente de la Nación Alberto Fernández “puede ser apropiado para el resto del país pero no para Córdoba en particular, ya que aquí los números no han bajado. Las personas se siguen contagiando y se siguen muriendo. Hay infectados con la variante Delta y si bien la vacunación avanza, todavía no es suficiente. Creemos que ahora esto del decreto puede llegar a relajar más todavía situaciones de cuidado que no fueron las mejores por parte del Estado cordobés”.

Ayer Córdoba sumó 1.075 personas contagiadas, por lo que la cifra total desde que comenzó la pandemia trepó a los 480.620, de los cuales 35 (registrados) cursan la infección provocada por la variante Delta. En tanto que los muertos suman 6.237.

Sobre el decreto nacional, Hugo Roland opinó que “acá nada está siendo gradual. Está todo abierto y nadie controla nada. En octubre pasado observamos que Córdoba tenía el doble de contagios que CABA en cuanto a incidencia acumulada en la población. Y ahora es mayor todavía. Tenemos el triple que CABA. Si se ve la curva de la mortalidad, son cifras oficiales, vemos que a partir de abril aumenta la mortalidad. Y ahora tenemos una mortalidad similar a octubre del año pasado”.

Para Roland, “estamos inmersos en una naturalización de la muerte que es terrible. Todos los días escuchamos o leemos que hay 200, 300 personas muertas y pasamos la página. Con colegas reflexionamos que como las muertes no se ven, dan una falsa sensación de ausencia de la tragedia. Se convierten en cifras salvo para los familiares. Estamos asistiendo a una naturalización de la muerte que, en muchísimos casos se hubiesen podido evitar con medidas de prevención real”.

Para Rodrigo Quiroga, doctor en Ciencias Químicas, docente en la Universidad Nacional de Córdoba e investigador del Conicet, “el DNU del gobierno nacional” fue “decepcionante” y, en un escrito que llegó por las redes, se preguntó si “se terminó la pandemia por decreto”. Quiroga opinó que “como mínimo el relajamiento de restricciones parece apresurado con Delta recién comenzando a circular”.

El investigador afirmó que “las restricciones también puertas adentro se debieron haber mantenido un mes más”, y que si bien “todos estamos hartos de la pandemia; este relajamiento prematuro podría significar volver a tener que pensar en algunas restricciones antes de fin de año si la situación se complica”.

Carlos “Pecas” Soriano, médico cirujano y  Magister en Bioética, calificó de “imprudente este decreto ahora y con la Delta en el país. Es totalmente imprudente. Debemos leer lo que ha pasado en Europa. No pueden levantar cabeza con la Delta y acá abrimos todo… Hace una semana un solo hombre contagió con esa variante a 20 personas, tuvieron que aislar a 820, y ahora ya tenemos 35 delta-positivos entre los que salieron de ese primer caso y los llegados de Estados Unidos (tres viajeros en total). Y no hace falta mucho para imaginar lo que puede llegar a suceder con la ampliación de 600 a 1700 pasajeros que ingresarán por día al país”, advirtió.

Soriano consideró que “esto se parece mucho a correr detrás de las consecuencias de lo que se genera, que en este caso los contagios. En todo el mundo, cuando minimizaron la Delta tuvieron que volver atrás. Y ahora acá, en plena llegada, abren los colegios y con presencialidad total en algunos casos". Puesto a cimentar su argumento, citó "la definición aristotélica" de prudencia, "que es tomar las decisiones más justas en situaciones de incertidumbre. Y eso es en lo que estamos. Plena incertidumbre. Tenemos vacunas, pero todavía falta vacunar a más personas para llegar a la inmunidad de rebaño”.

Canasta de vacunas

En cuanto a "lo positivo de esta situación que vivimos" Gabriel Morón, docente de ciencias Químicas y especialista en vacunas, explicó a los periodistas Nicolás Gerchunoff y Luis Zegarra que “tenemos una de las canastas de vacunas más amplias del mundo: Sputnik V, Sinopharm, Astrazéneca, Moderna y ahora Cansino. Y las combinaciones de algunas de ellas permitirán un mejor resultado inmunológico”; y a ese factor le atribuyó que “en Córdoba tenemos los peores números de todo el país en infectados, pero no en muertos”.

Consultado sobre ese último punto, Hugo Roland coincide, pero ante la llegada de la variante Delta, apunta que “todavía no se conoce cabalmente cuánto pueda afectar. Sí que es altamente contagiosa; 140% más que la Alfa-Wuham y 60% más que la variante de Gran Bretaña; pero aún no qué tan mortal y si todas las vacunas pueden bloquearla”. El infectólogo explica que “mientras más contagios, más personas-organismos atraviesan los virus que se van replicando y en algún momento se equivocan y mutan. En ese momento aparecen las variantes que pueden ser más o menos malas. Pero hay que recordar que esas mutaciones sólo se dan si les posibilitamos el contagio. Y si la variante es más agresiva, como en el caso de la Delta, nuestras vacunas se van quedando atrás. Es la teoría de la evolución de las especies (de Charles Darwin) en vivo y en directo, en lo cotidiano”.

Carlos Soriano también cree que “se debió haber esperado un mes más para hacer este anuncio. Vivimos todavía en una gran incertidumbre. Insisto en lo de Europa porque tenemos la posibilidad de ver antes lo que les va pasando a ellos. Es hasta una cuestión estacional. Sin ir más lejos, la semana que entra tendremos otra vez temperaturas bajo cero. Y ese dato, el del invierno, debió haber pesado para que no se hagan aperturas, y menos en Córdoba donde ni los contagios ni las muertes bajaron”.

Para Rodrigo Quiroga esto (el anuncio de la apertura gradual) “inevitablemente va a producir un relajamiento de los cuidados en todo el país; pero es especialmente inoportuno para provincias como Córdoba, Catamarca, La Pampa, La Rioja, Río Negro, donde las cifras todavía son altas. Y esto en conjunción con el mensaje y de cierta prensa porteñocéntrica que tiene su mirada puesta en el AMBA. Lo que pueda suceder allí está muy lejos de ser cierto en muchas provincias”.

Hugo Roland insiste en la vacunación “es junto a la prevención lo que puede acabar con esta pandemia. La campaña de vacunación se rige por el Cidi (ciudadano digital, el padrón on-line del gobierno de Schiaretti). Es una especie de supervisión de contadores. No tiene nada que ver con la vacunación. Si hay vacunas, hay que vacunar en la plaza, casa por casa. Antes lo hacían. Para la gripe vacunaron casa por casa. Las personas tienen que ir a vacunarse sin tener que anotarse. Esto es una pandemia y la vacuna es lo único que nos puede salvar”.

En su costado político, “este anuncio de Alberto hará que el Gringo (Schiaretti) aproveche y lo siga corriendo por derecha a Larreta”, le dijo a este diario un médico que pidió reserva para su nombre. Desde la Unión de Trabajadores de la Salud, (UTS), coincidieron, y estimaron “encima que Schiaretti ya miraba para otro lado y estaba todo abierto; esto del DNU le da pie para que se siga con la falsa sensación de que está todo bien. Pero acá la pandemia sigue y con la Delta.”