Es un antes y un después. Agradezco esto porque, sea como sea, hoy siento el apoyo del Estado ante esto que me tenía tan desganada. Hoy son muchas emociones juntas y lloré cuando me lo trajeron y a cada instante. Cuando me llaman desde el centro de monitoreo siento que estoy protegida que están pendiente de mí y cuidándome”, cuenta Romina Carrizo, la primera sobreviviente de violencia de género en Catamarca, a quien le colocaron la pulsera dual que controla que su agresor no se acerque a ella.

Catamarca/12 publicó su pedido de auxilio hace una semana. “Tengo 36 años y tres hijos. Poseo más de diez denuncias radicadas en distintas comisarías, unidades judiciales y en fiscalía por ser víctima de violencia de género desde hace 20 años. Tenía una casa, un trabajo y mis hijos con muy buen comportamiento y excelentes notas en la escuela. El día 12/1/2019 pude salir de la casa y denunciar por primera vez y desde entonces andamos de un lugar a otro. Perdí todo, hasta mi libertad. Desde entonces estamos pasando miles de situaciones muy difíciles de afrontar y hasta la fecha no podemos estabilizarnos”, contó en ese momento.

La pulsera se le colocó el viernes al agresor e inmediatamente se le entregó la otra parte del sistema dual a la víctima.

Emocionada, Romina explicó el funcionamiento de esta herramienta y aseguró: “Solo quien lo vive sabe lo que se siente. Yo le peleaba cada día a la muerte. Sabía que en cualquier momento podía matarme. Ahora hay alguien más cuidando de mi. Tengo esto en mis manos y me doy cuenta del por qué se tardaba en llegar porque es algo súper y hay muchas personas detrás controlando”, relató y agregó: “Los que vinieron a traerme el aparato me trataron muy bien, casi como a un niño. Así con mucha delicadeza y me emocionó tanto. Agradezco a Dios, a mi abogada Astrid Acuña y a la jueza Olga Amigot porque me dedicaron mucho tiempo y siempre con sentimiento. Pero, bueno no puedo agradecer el trato que recibí de la fiscal que lleva la causa que es Miriam López”, señaló.

En el proveído redactado para la jueza de familia Amigot, donde solicita que se le coloque la pulsera dual a Romina, destaca: “Sostengo que es obligación del Estado- ergo, de todas las personas integrantes de los tres poderes, proteger en forma holística a la señora en su condición de mujer víctima de violencia familiar, circunstancia que ya tiene un largo tiempo de ser y que la ha llevado a afrontar un sinfín de situaciones traumáticas (mudanzas, permanecer en un hogar de tránsito junto a sus hijos por largos periodos de tiempo quienes se vieron obligados, al igual que ella, a dejar su centro de vida y afectos, temer por la integridad física tanto propia como de aquellos manteniéndose en un estado de alerta y zozobra constante hasta la actualidad”.

Asimismo, agrega que “Es criterio ya sentado por esta magistrada que la violencia machista y patriarcal no puede ser soportada, ni menos aún soslayada por las autoridades estatales. Así hechos como los denunciados en todas estas oportunidades por la señora y los que muy probablemente no ha denunciado por miedo o hastío, revelan la profundización de la violencia en contra suyo, lo que lisa y llanamente implica anular el goce de sus derechos humanos y sus libertades más fundamentales, como lo son el derecho a la vida, seguridad y libertad”.

“Cuando leo el proveído de la jueza vuelvo a llorar porque siento que entendió todo lo que viví”, concluye Romina.

Gestiones

Las pulseras duales son herramientas de geolocalización utilizadas para garantizar el efectivo cumplimiento de medidas cautelares dispuestas por el Poder Judicial, en el marco de procesos judiciales. Los equipos se componen de dos unidades de rastreo que se entregan tanto a la víctima como al agresor.

Al respecto, el ministro de Seguridad Gustavo Aguirre indicó que “es un avance muy importante para las personas que transitan situaciones graves de violencia, sumando a Catamarca al concierto de provincias que ya cuentan esta tecnología con demostrada efectividad”.

Por su parte, la directora de Coordinación Institucional y Políticas de Género, Deborah Dumitru, explicó que “ha sido un trabajo gestionado por el Ministro ante el Ministerio de Derechos y Justicia de la Nación. Fue un proceso largo, en el que hemos tenido que capacitar a nuestro personal en articulación con el ministerio de Seguridad, la Policía y el Servicio Penitenciario”.

La funcionaria precisó: “Capacitamos al personal durante un mes para que pueda llevar a cabo el monitoreo de estos dispositivos duales y también hemos tenido que crear un centro de Monitoreo y Gestión exclusivamente para estos casos de violencia extrema, que va a estar monitoreando los dispositivos las 24 horas del día y los 365 días del año con personal especializado en la temática”.

¿Cómo funcionan?

El sistemade pulseras duales permite monitorear la ubicación del agresor y la víctima, así como fijar zonas de exclusión o peligro. Estas zonas en general son la vivienda de la víctima, el trabajo o el colegio de los hijos, entre otros lugares.

En caso de que el agresor se acerque a la víctima o a la zona de exclusión, se emiten alarmas de emergencia en el Centro de Monitoreo. Un operador toma el caso, da aviso a la Justicia o a las fuerzas de seguridad y monitorea las intervenciones posteriores.

Los aparatos son duales porque tienen un mecanismo que les permite reconocerse entre sí, se georreferencian y se calibran para que se active la alarma si violan la distancia perimetral determinada por la Justicia. Si se intenta manipular, sacar o romper, emiten una alarma.