La jueza Ada Zunino dispuso el cese de la prisión preventiva del abogado Matías Sanz Navamuel, denunciado por dos de sus exesposas por violencia de género, amenazas y desobediencias judiciales. El abogado de una de las víctimas, Vidal Villalba Samaniego, manifestó que apelará la medida por la desprotección que implica para su representada y cuestionó la figura "extraña" impuesta por la magistrada al acusado ya que sería un "arresto domiciliario" en que queda bajo la custodia de un amigo, un civil que no es personal policial, solo en el horario de 8 a 20 horas, y que además le permite transitar por la calle.
"(La jueza) le da (a Sanz Navamuel) una custodia personalizada con un tutor, puede salir y hacer lo que quiera. Está bajo la custodia de un civil (Rubén Alejandro) Rojas", explicó el abogado Villalba Samaniego. El letrado dijo que este hombre al que la jueza deja a cargo de Sanz Navamuel también fue denunciado antes por su representada y además destacó que no es ni siquiera una figura de autoridad para el imputado, ni tiene cómo controlar que no violente a sus exparejas. Para el letrado la jueza trató de "disfrazar" la libertad que le otorgó al imputado.
Villalba Samaniego dijo que la medida de la jueza carece de perspectiva de género. Anunció que denunciará a la magistrada y piensa pedir un jury de enjuiciamiento porque "falta a su deber de proteger a la víctima". Además denunció que "se soltó al agresor y no se comunicó nunca a la víctima", en este caso el letrado se refiere a su representada, aunque son dos las denunciantes.
"Ella está con miedo, con tratamiento psicológico para poder sobrellevar esta situación", manifestó Villalba Samaniego respecto a su clienta. La mujer lo denunció más de 40 veces a Sanz Navamuel, dio cuenta de las situaciones específicas en que recibió amenazas de muerte contra ella y su hijo, un joven abogado, quien también lo denunció.
El Ministerio Público Fiscal comunicó en un parte de prensa que "pese a todas las denuncias" que tiene en su contra Sanz Navamuel "y al pedido de dos fiscalas de mantener la detención a fin de preservar la vida de las dos mujeres", la jueza Ada Zunino le otorgó el "arresto domiciliaria" el pasado jueves.
Zunino se encuentra a cargo del Juzgado de Garantías de Tercera Nominación de forma interina porque su titular Antonio Pastrana está de licencia.
Al hacerse cargo de la causa la fiscala María Luján Sodero Calvet, y ante la última denuncia de una de las víctimas por haberlo visto a Sanz Navamuel cerca de su domicilio laboral e incumpliendo la prohibición de acercamiento, lo imputó por 15 hechos de violencia de género y tras esto había solicitado la detención al juez Pastrana quien la aceptó el 8 de julio luego de haber negado anteriormente dos pedidos similares.
La última exesposa de Sanz Navamuel, quien estuvo casada con él tres meses, es su otra denunciante, y lo demandó también varias veces porque el imputado incurrió en amenazas contra ella y su familia y en desobediencias judiciales al violar la prohibición de acercamiento. Ante estas denuncias intervino la fiscala Penal de Violencia Familiar y de Género N° 3, Gabriela Dávalos, quien imputó al abogado por dos hechos de amenazas, cuatro hechos de desobediencia judicial y usurpación de propiedad.
En mayo pasado Sanz Navamuel fue denunciando por haber enviado una nota a la primera denunciante en la que las acusa a las dos mujeres de estar confabuladas para actuar en su contra y las amenaza a ambas.
“Yo me enteré de la alianza. Vos vas a ser responsable de lo que le pase al hijo de (la primera denunciante). Sos una traidora. Sos peor que ellos. Uno a uno van a desaparecer. Yo dí todo lo que pude y vos te aliás con tu enemigo (…) Sigan denunciando. Sé lo que están haciendo. Tengo mis contactos. Sé hora por hora cada movimiento (…) te queda poco tiempo, mientras me sigo divirtiendo. No tengo miedo”, dicen algunos fragmentos de la nota que fue incorporada a la causa como prueba, este contenido fue dado a conocer por el Ministerio Público esta semana.
Por esta denuncia, el Juzgado Penal de Violencia Familiar y de Género había ordenado a Sanz Navamuel abstenerse de ejercer actos de violencia física o psíquica contra la segunda mujer y dictó una medida restrictiva de no acercamiento de 300 metros. Sin embargo el 16 de junio pasado, la mujer radicó denuncia en la Comisaría del barrio San Carlos, en la que manifestó haber recibido una llamada de su exmarido en la que amenazó de muerte a toda su familia.
El 23 de junio, la mujer radicó una nueva denuncia porque al llegar a su departamento que se encuentra en el mismo edificio en que el acusado tiene su estudio jurídico, con un cerrajero para cambiar la combinación de la puerta, encontró en el interior una mesa de luz, documentación, sillas, una torta y cubrecamas, todas cosas pertenecientes a Sanz Navamuel, por lo que llamó al 911. Además, la mujer denunció que el 16, 23 y 24 de junio, el acusado incurrió en desobediencia judicial al violar la prohibición de acercamiento.
El Ministerio Público Fiscal destacó que Sanz Navamuel se negó a que le practicaran las pericias psiquiátricas y psicológicas solicitadas por la fiscala Sodero. También informó que la defensa del imputado solicitó al Juzgado de Garantías N° 8, la acumulación de los expedientes en el Juzgado de Garantías N° 3, en el que está radicada la causa que lleva la fiscala Sodero.
Salta/12 consultó con uno de los abogados de Sanz Navamuel, como en otras ocasiones, manifestó que no harán comentarios por el caso. El Ministerio Público difundió que los argumentos esgrimidos por los defensores del acusado para solicitar su libertad con medidas sustitutivas fueron que “los hechos no se encuentran acreditados ni siquiera en el grado de probabilidad, siendo sostenidos solamente en los dichos de la denunciante” y negaron que exista “peligro procesal que justifique la imposición de una medida cautelar tan gravosa” pues el acusado “siempre adecuó su conducta a derecho, compareció cuando fue requerida su presencia y no volvió a tener contacto con la supuesta víctima”.