El primer ministro británico, Boris Johnson, ampliamente criticado esta semana luego de elogiar una medida tomada por Margaret Thatcher, volvió a estar en el centro de la escena mediática. Esta vez, según reveló el periódico The Times, el revuelo no se produjo por una torpeza política sino por un accidente que el funcionario habría sufrido durante las vacaciones pasadas, en el que casi se ahoga.
En agosto del 2020, el primer ministro alquiló una casa de campo de tres habitaciones en la península de Applecross, Escocia, para tomarse un descanso con su esposa Carrie Symonds y su hijo Wilfred. A los pocos días de su llegada, sin embargo, se filtró a los medios la ubicación de la vivienda y debió interrumpir su estadía.
Este domingo, el diario The Times aseguró que esas vacaciones en Escocia fueron aún más desastrosas de lo que se creía. De acuerdo con el periódico británico, durante una travesía en canoa en el mar Johnson habría perdido el control de la situación y puesto en peligro su vida.
"Casi se ahoga. Se lo llevó la corriente. Fue empujado por las olas y se encontró yendo más y más lejos", dijo una fuente al Times. Cuando Johnson desapareció, su escolta pensó en enviar un helicóptero a buscarlo. No obstante, según el informante, el primer ministro logró remar en dirección a la orilla y a mitad de camino se pudo reencontrar con los guardaespaldas, que fueron a socorrerlo a nado.
"Al final estuvo bien, pero podría haber sido una catástrofe", agregó la fuente. Downing Street, en tanto, se negó a hacer comentarios sobre lo ocurrido.
La revelación sobre las desastrosas vacaciones en Escocia se produjo después de la ola de repudios que el primer ministro cosechó tras destacar el cierre de las minas de carbón ordenado por Margaret Thatcher en la década del 80.
Johnson también estuvo involucrado, en los últimos días, en otro vergonzoso asunto relacionado a los protocolos del coronavirus. Según la prensa local, el primer ministro británico habría estado varias veces cerca de un empleado público que dio positivo por covid-19 después de volar con él a Escocia. Sin embargo, oficialmente se aseguró que el premier no tuvo un contacto cercano con esa persona, por lo que se decidió que no entrará en aislamiento.