“¿Qué shampoo usas? Me encanta cómo te deja el pelo”, le preguntan en TikTok a Horacio Rodríguez Larreta. Desde su despacho en Parque Patricios, el jefe de Gobierno porteño se ríe y responde irónico: “Eso es un secreto profesional que no puedo revelar”. Diez segundos después le manda un saludo a “los pibes de Venado Tuerto”. “Estoy ATR”, se imprime en la pantalla. Del otro lado de la General Paz, en Lomas de Zamora, Cristina Kirchner recomienda escuchar a L-Gante. La vicepresidenta cuenta que el creador de la Cumbia 420 comenzó su carrera con una computadora del Conectar Igualdad y un micrófono de mil pesos. “Tiene millones de reproducciones en Youtube”, relata orgullosa. También cita al rapero Trueno y recuerda una foto que se sacó con Wos. El esfuerzo de las dos grandes figuras del oficialismo y la oposición por empatizar con la cultura joven responde a un simple dato: más de 6 millones y medio de personas que están habilitadas para votar en las próximas elecciones tienen entre 16 y 24 años; representan un 20 por ciento del padrón. ¿Cómo se preparan el Frente de Todos y Juntos por el Cambio para seducir a la Generación Z? El Gobierno da comienzo este lunes a "la semana de las juventudes". El macrismo, por su parte, bucea en las redes sociales.
“En la historia reciente, el voto joven estuvo asociado al kirchnerismo. Por el contrario, el de los mayores de 60, a Cambiemos. Sin embargo, en estas elecciones hay dudas acerca de cómo va a darse. Mientras que en la población general hay un 11 por ciento de indecisos, en los menores de 25 años llega al 30 por ciento”, explica el politólogo Julio Burdman. La tendencia hacia la repolitización que tomó impulso a partir de 2008 con la incorporación masiva de jóvenes, hoy evidencia una regresión. Más allá de que exista una adhesión mayoritaria hacia el oficialismo, la apatía e indiferencia se incrementó, y el mayor desapego se encuentra en los adolescentes de entre 16 y 19 años.
Si se toma en cuenta a los sub-30, el electorado a seducir supera los 10 millones, un tercio de la población que podrá votar. Son en su mayoría trabajadores y estudiantes que no tienen la huella mnémica de la hiperinflación del 89-90, que vivieron de niños la crisis del 2001 y que desde hace cuatro años atraviesan, por primera vez como adultos, una aguda situación social. “Los más jóvenes no vivieron como historia personal la reconstrucción que se le reconoce al kirchnerismo. Por lo tanto, el FdT no puede facturarle que gobernaron bien en aquel momento”, argumenta el director de FLACSO Argentina, Alberto Quevedo. En esa línea, remarca que la campaña carece de “épica”. “No hay épica en la oposición. Se están peleando entre ellos. Tampoco en el oficialismo, que plantea la idea de un modelo productivo que por ahora no tiene resultados concretos. A los partidos les falta explicar para qué se convoca a participar en política”.
Quevedo remarca también que las nuevas generaciones no tienen interés en ciertas discusiones actuales. “No les importa tanto la cuestión del pasado, como a nosotros. Tampoco se sienten cómodos con algunos lenguajes. El rating de los programas políticos de televisión se fue al piso. No siguen los principales canales de noticias para informarse. Entonces transitan por otros barrios mediáticos, hablan otros lenguajes”, asegura.
La oposicion y TikTok
En JxC recogen el guante y reconocen la lejanía. La composición de las marchas anticuarentena encabezadas por Patricia Bullrich, Hernán Lombardi y Luis Brandoni dan cuenta de una militancia de tercera edad. De ahí que refuercen su estrategia en redes sociales para ampliar el espectro. “Vos que ya sos un ticktockero experto, ¿qué consejos me das?”, le pregunta María Eugenia Vidal al quincuagenario Rodríguez Larreta en uno de sus primeros videos en la aplicación. "Primero hay que reírse mucho, buena onda, no pensar nada, improvisación total", recomienda entre risas el jefe de Gobierno porteño. "Hay que reírse de uno mismo, también. A mí me joden con la pelada", agrega. “Lo tomo”, cierra la exgobernadora, quien suma solo 18 mil seguidores. “Los jóvenes notan rápidamente el artificio”, explica Quevedo y agrega: “Falta algo de autenticidad de la política para entusiasmarlos. Que en las redes circulen algunos mensajes armados que usan el lenguaje de los jóvenes no quiere decir que te crean. Se nota mucho cuando es artificial”.
Una preocupación creciente en el principal espacio opositor es la atracción que generan los denominados “libertarios” en un segmento de la población. El discurso “antipolítica” de los “anarco capitalistas” es una novedad que se mueve con intensidad las redes, pero que hasta el momento no se vio traducido en las urnas. Sobrestimado por muchos encuestadores que le otorgaban un 5 por ciento de intención de votos para las presidenciales de 2019, el espacio UNITE encabezado por José Luis Espert logró un magro 1,4 por ciento a nivel nacional y quedó relegado al sexto puesto.
“Como antes ocurría con la izquierda, hoy la nueva derecha tiene la capacidad de tirar frases rimbombantes de diagnósticos sociales, y echarle la culpa de todo al Estado. Ofrece una tesis general de lo que está pasando. Esa capacidad no la tienen ni el FdT ni JxC porque son fuerzas establecidas del sistema”, explica Burdman. El volumen que puedan lograr específicamente en la Ciudad de Buenos Aires en estas legislativas preocupa al equipo de campaña de Vidal. Más allá de sus incursiones en redes, en sus últimas apariciones, la exgobernadora jugó dos cartas: por un lado, alertó sobre el alto precio de los alquileres, poniendo el foco en los ingresos de los más jóvenes, y, por el otro, asemejo la realidad social con la de 2001. “Por la ausencia de un futuro, los jovenes piensan en irse del país”, sentenció.
La apuesta del oficialismo
En el FdT también asumen el alejamiento. “El peronismo del siglo XXI tiene que volver a convocar a los jóvenes”, expresó Alberto Fernández días atrás. Por eso, el cierre de listas vino acompañado por tres iniciativas: el Plan de Empleo “Te Sumo”, la campaña “Voto Joven” y la presentación de los nuevos DNI que reconocen las identidades no binaries.
La primera medida apunta a bajar el índice de desempleo que supera el 30 por ciento en personas de entre 18 y 24 años y llega al 37 por ciento en las mujeres de esa franja etaria. “No se vayan afuera; ni bajen los brazos. Se empezó a dar vuelta la página", exclamó eufórico Cafiero en el lanzamiento del programa de inclusión laboral. La segunda, estuvo orientada a incentivar a los votantes de 16 y 17 años a que eligan a sus representantes. Con una impronta urbana de skates, camperas fluorescentes, parlantes con bluetooth y trap de fondo, el oficialismo buscó interpelar bajo la consigna “Yo creo. Yo pienso. Yo confío. Yo elijo. Yo voto”. Según Burdman, es importante recordar que “en Argentina las elecciones son obligatorias, pero el cumplimiento no es efectivo. Se puede tranquilamente no ir a votar". El riesgo para el oficialismo es que disminuya la participación de un sector que en la historia reciente acompañó al kirchnerismo. Por último, haber incorporado a las opciones de sexo masculino y femenino en el documento de identidad, la posibilidad de elegir una X, se enmarca en un conjunto de políticas de géneros desplegadas desde el inicio de la gestión. A su vez, hoy comienza la "Semana de las Juventudes" en Tecnópolis; una iniciativa del Gobierno que lanza actividades educativas, culturales, sociales, deportivas y artísticas orientadas a esa franja poblacional.
Para Burdman es un error conceptual enfocar la demanda de los jóvenes bajo el supuesto de que les interesan exclusivamente los temas vinculados a las nuevas tecnologías, los géneros o el ambiente. “No son identidades separadas del resto de la sociedad. Hoy están angustiados por los mismos problemas socioeconómicos que el resto de la población. Solo que peor porque son los más afectados por el desempleo y la pobreza”, concluye el politólogo. El gran desafío, estima, es "volver a proponerles un sueño".