Independiente consiguió cortar una racha negativa de cuatro años en el clásico de Avellaneda y, con la victoria ajustada 1-0 sobre Racing como local, quedó como único líder tras la disputa de la quinta fecha de la Liga Profesional.

Un cabezazo de palomita del capitán Silvio Romero, a los 24 minutos del segundo tiempo y tras un certero contragolpe, le permitió al local festejar por primera vez desde 2017, en el encuentro que paraliza a esa ciudad bonaerense y que esta vez tuvo un premio extra.


Es que la victoria le permitió cerrar la quinta jornada del campeonato como líder con 11 puntos, siendo el único equipo que todavía no perdió en la temporada, justo después de haber sufrido un duro golpe con la eliminación entre semana en la Copa Argentina.

La primera acción de peligro fue para Independiente sobre los 30 minutos, cuando un centro desde la derecha cortado a medias por Arias le quedó en el punto penal a Romero, quien definió de primera con el arquero vencido, pero se topó con la espectacular salvada de Sigali sobre la línea.

Independiente creció a partir de esa jugada, y con otro desborde de Palacios por la derecha llegó un buscapié que Romero, inexplicablemente, no pudo desviar dentro del área chica porque le erró a la pelota.

Racing reaccionó en la última del primer tiempo: Javier Correa se las ingenió solo usando las diagonales de sus compañeros, enganchó hacia dentro y remató de zurda, para que Sebastián Sosa se luzca con una atajada vital, "matando" el pique en el pasto mojado que siempre complica.

De entrada en el complemento, fue Independiente el que volvió a avisar sobre el arco de Arias, con una volea de Palacios que salió muy cerca del palo derecho. Racing también tuvo una opción clarísima con resolución insólita: Chancalay, tras un rebote de Sosa a remate de Miranda, quedó de frente al arco y se tiró al césped para empujar al arco vacío, pero increíblemente el palo devolvió ese tiro.

Y a los 24 minutos del segundo tiempo iba a llegar el quiebre del partido, cuando en un rápido contragolpe, Bustos puso a correr con una pelota precisa a Palacios -otra vez por derecha-, que en dos tiempos y previa marca de Sigali, centró para Romero, que sin marca definió de palomita.

Pizzi metió mano en el equipo y sacó a Lisandro López, que se fue enojado, cuando un rato antes había prescindido de Enzo Copetti, ahora en el nuevo rol de carrilero. Pero apenas un tiro de Chancalay de media distancia, que volvió a sacar Sosa, fue la más peligrosa para un Racing que equivocó caminos, no encontró respuestas en los cambios y se volvió a quedar con las manos vacías.

Independiente ganó un clásico que muestra credenciales y que lo hace ilusionarse, aunque todavía quede mucho camino por recorrer en la Liga Profesional.