Tras las idas y vueltas que se suscitaron este año del bicentenario del paso a la inmortalidad del general Martín Miguel de Güemes para realizar el tradicional desfile gaucho de todos los 17 de junio, debido a la pandemia que en ese momento afectaba fuertemente al país y la provincia, finalmente ayer unos 800 integrantes de la Asociación Tradicionalista Gauchos de Güemes (ATGG) pudieron rendirle su homenaje y recorrieron unas 20 cuadras de la ciudad desde Campo de la Cruz hasta el monumento al héroe patrio para volver al mismo punto de partida.

Como estaba previsto, el acto arrancó durante la mañana con los himnos nacional y a Güemes, ejecutados por la banda de música "Bonifacio Ruiz de Llanos". Y desde allí se dirigieron en procesión a caballo hasta la plaza 9 de Julio, visitaron la Catedral, donde yacen los restos del general, y el Cabildo Histórico de la ciudad. Previamente pasaron por la Plaza Belgrano, donde saludaron al busto del otro líder patrio.

Más tarde la marcha pasó por el monumento a Güemes, ubicado al pie del cerro San Bernardo y luego retornó por la ciudad hasta el punto de inicio, el Campo Histórico de la Cruz, frente al Ejército Argentino. El municipio activó 33 cortes, 9 retenciones parciales y desvíos vehiculares para que los gauchos pudieran atravesar el centro sin inconvenientes.

De la Marcha Patriótica, acompañando al presidente de la Asociación que nuclea los fortines de la provincia, Francisco Aráoz, participó el mandatario provincial, Gustavo Sáenz. Luego lo compartió en sus redes sociales y la marcha se anunció también en la página oficial de la provincia.

El desfile no estuvo exento de polémicas, ya que la presencia del gobernador disgustó a un grupo de gauchos que decidieron abandonar el desfile acusando al mandatario de usarlo para “hacer campaña proselitista a una semana de las elecciones provinciales.

En un comunicado que publicó en su muro de Facebook Campo Más Ciudad, una agrupación que  se autoproclama “apartidarios”, pero que estuvieron en la marcha contra el gobierno en San Nicolás, informaron que ante la posibilidad de la presencia de Sáenz, “muchos fortines” se habían negado a participar, y que cuando finalmente apareció el gobernador en el Campo de la Cruz, otro grupo decidió bajarse de sus caballos y retirarse “en repudio a la actitud electoralista del gobernador.

Ante lo que estaba sucediendo, y por “solidaridad”, otro grupo de gauchos que habían viajado para la ocasión desde Buenos Aires, Córdoba y San Luis, también abandonó la marcha.

El periplo

El 16 de junio por la noche, cuando todo estaba previsto para que unos 400 gauchos en grupos de 80 realizaran sus fogones bajo las estrellas en las inmediaciones del monumento, acompañando el acto protocolar que se realizó esa noche con la presencia de funcionarios provinciales, nacionales y hasta el presidente de la Nación, Francisco Aráoz se acercó a Alberto Fernández y le anunció que se retiraban del lugar porque supuestamente él había permitido el paso de unos 70 militantes del Movimiento Evita y la CCC que querían saludarlo en la puerta del Hotel Sheraton, donde había decidido descansar, cuando a los gauchos no los dejaban desfilar.

Lo sucedido no quedó allí, ya que estos hechos generaron la renuncia de quien hasta ese momento era el presidente del COE, Francisco Aguilar, y el ministro de Seguridad Juan Manuel Pulleiro terminó imputado por mal desempeño de sus funciones.

Si bien aún no se aclaró quién permitió que la movilización se acercara al mandatario nacional, días más tarde Gustavo Sáenz pidió disculpas públicas por lo sucedido, y el 3 de julio asistió a una asamblea de la ATGG en la que se votó por unanimidad que se adelantaría la fecha elegida por el Comité Operativo de Emergencia (COE) para hacer el desfile, el 7 de noviembre, para el 8 de agosto.

En junio, cuando el COE decidió suspender el tradicional desfile gaucho, fue entre otras cosas porque amenazaban con juntar a más de 10.000 personas en el monumento a Güemes justo en un momento de alza en los contagios de coronavirus y con un cronograma de vacunación aún incipiente.

La fecha estipulada originalmente por el COE no era caprichosa, sino que recordaba el 7 de noviembre de 1810, cuando Güemes participó en la batalla de Suipacha en lo que fue la primera excursión al Alto Perú. Pero los referentes de los fortines gauchos de Salta decidieron adelantarla para este domingo 8, ya que el 12 de agosto de 1806, el general salteño tomó, junto a un regimiento a caballo, el barco inglés Justina, que se encontraba en el puerto de Buenos Aires.

Esa decisión fue elevada por nota al Comité Operativo, que autorizó el adelanto del desfile con la venia del gobernador y con algunos protocolos a cumplir, como la prohibición de detenerse y dar discursos en alguno de los puntos centrales por donde transcurriera la Marcha Patriótica para evitar la aglomeración de gente. Pero se sumaron a los argumentos, que gran parte de la población ya recibió al menos una dosis de alguna de las vacunas contra la covid-19.