Aunque tradicionalmente el bolero se percibió desde el punto de vista masculino, las mujeres le ofrecieron un aporte invaluable en composiciones y grabaciones a este estilo musical con sabor a Caribe tormentoso que lidia con el espíritu de lo imposible, las historias de amor o la invocación al pasado. Ahora, una porteña, una bonaerense, una neuquina y una chilena van por más y le imprimen un perfil militante, en sintonía con estos tiempos: Las Perlas son el bastión argentino del bolero femenino y feminista. Y eso quedó patente en el EP Las Perlas, Vol. 1, que sacaron el año pasado.
"Muchos de los boleros que elegimos fueron compuestos en género neutro, al menos en sus letras. O están escritos por compositoras invisibilizadas. Nos interesa rescatar ese trabajo", explica Consuelo Burón Vergara, cantante y maraquista del cuarteto. Mucho corazón, por ejemplo, es de la mexicana Ema Elena Valdelamar.
Pero fue de la mano del rock que tuvieron su primera gran oportunidad de ponerse a prueba ante un público en teoría ajeno, cuando Las Sombras las invitaron a participar en la reversión de su tema Nada más, y luego a subir en Niceto Club, en el show que la banda pampeana dio en octubre de 2019.
► Boleros australes
Previo a su desembarco en Buenos Aires, a donde llegó para estudiar, el bolero era parte de la cotidianidad familiar de Consuelo en su Chile natal. "La casa de mis abuelos es prácticamente el museo del bolero", describe. "Cuando me vine para acá, me di cuenta de que me gustaban mucho los grupos vocales. Me parecía que tenía sentido hacer este tipo de música."
Tras conocerse con la guitarrista Malén Sosa Coller, comenzaron a reflexionar sobre las posibilidades del género en esta época y en este país. "Hablamos de lo poco explorado que estaba acá y nos dieron ganas de tocarlo y de armar un grupo que sonara antiguo, pero que tuviese algo del ahora", recuerda la música de Neuquén. En Las Perlas están ambas junto a la porteña Eugenia Sasso en requinto y la linqueña Martina Curci en bongó.
--¿Y cuál sería ese "ahora"?
Eugenia: Hacerlo nosotras, siendo mujeres en todos los roles: en los arreglos, en las voces, como instrumentistas y en la magnitud del proyecto. Era tomar la posta.
--¿Qué les atrae de la idea de modernizarlo?
Consuelo: Te encontrás con grupos que tienen armonías vocales bastantes poperas. O baterías electrónicas. A nivel tímbrico, puede que nos cueste imaginarlo desde otro lugar. Pero para mí la forma de modernizarlo tiene que ver con la curaduría de los temas o de las letras. Y hasta en cómo pensar la puesta en escena.
► Textos y contextos
En la segunda parte de la década pasada, el californiano Frankie Reyes le inyectó electrónica al bolero, mientras el quinteto Miramar (un menjunje hispano en Estados Unidos) revisitó el "bolero obscuro" de la boricua Sylvia Rexach, y la ex Calle 13 Ileana Cabra Joglar, bajo su alias iLe, debutó como solista con un disco enmarcado en el estilo. En Argentina, la propuesta bolerística de Mel Muñiz, en la que dialoga con otros estilos afines, llevó el rótulo de "feminista". En tanto que Las Perlas se abocaron a un trabajo de tintes académicos en el que rescatan el cancionero y la obra de la mujer latinoamericana en el bolero.
Pero paralelamente a este ensamble, sus integrantes, quienes rondan los 28 y 29 años, siguen vinculadas a la música. Eugenia tiene dos álbumes solistas; el último de ellos, Luz incierta de las horas anhelantes, apareció en marzo y es un fabuloso ejercicio (a punta de guitarra criolla y voz) de canción popular latinoamericana.
--¿Por qué prefirieron el rol interpretativo al compositivo?
Eugenia: Siempre le buscamos la impronta personal, por lo que nos apropiamos de esas letras. El EP es una condensación de ese recorrido que fuimos haciendo. Seleccionamos las canciones que nos parecían más representativas. Hasta el momento, no tuvimos la inquietud de componer nuevos boleros, sino que nos gustó más lo que pasa desde la interpretación y la comunicación con el público.
--¿Qué lugar ocupa el bolero en la Argentina de su generación?
Malén: El bolero está presente en el historial musical de la Argentina, aunque no tanto como el tango. Pero los jóvenes lo tienen y lo entienden. Se habla mucho de que el bolero es machista y trata sobre el despecho, y hay otra faceta que decidimos explotar con esa selección: también nos representa a las mujeres.
Consuelo: Al ver en vivo a Las Perlas, disfrutas de lo que sucedía esos años, reinterpretado con lo que pasa ahora. Por eso es una experiencia. Nuestra curaduría fue abarcando todas las edades.
--A propósito de la curaduría, ¿cómo hilvanan la narrativa feminista?
Eugenia: Una de las reivindicaciones que encontramos fue que nos encanta tocar. El hecho de ser las que enuncian esas canciones de amor, para nosotras es demasiado. Si bien hicimos replanteos en algunas letras, decidir sobre esa música es un acto militante.
Malén: Somos feministas declaradísimas. En el escenario suele haber pañuelos verdes. Es algo que está presente en la identidad de la banda y es fundacional. Por supuesto que caben el amor, el desamor y el desarraigo dentro del feminismo. Creo que la clave está en cómo es presentado el género.
Consuelo: El nombre de la banda es un juego de palabras que quizá pasa desapercibido. Por eso solemos aclararlo. Está inspirado en grupos vocales de los '50 como Los Panchos y Los 3 Reyes. Pero también hace referencia a un dicho chileno. Si ves a alguien que hace algo inesperado, dices: "Mira lo que está haciendo la perla". Independientemente de si es hombre o mujer. Eso nos representa un montón.
--La mayoría de las boleristas cantan. ¿Tienen alguna referencia grupal?
Consuelo: Cada vez más nos encontramos con grupos, compositoras y orquestas completas. Está Anacaona (NdR: fundada en 1932, fue la primera orquesta femenina de Cuba), el Cuarteto Las D'aida y Las Hermanas Julián.
--¿Y ya tienen la bendición de alguna leyenda del bolero?
Consuelo: Con el grupo chileno La Flor del Recuerdo hay algo a medio camino entre el acompañamiento y el padrinazgo. Son jóvenes como nosotras. Pero vamos a por más: Cuba, México o Estados Unidos… Sería hermoso que Omara Portuondo de Buena Vista Social Club nos escuche alguna vez. Es otro de nuestros sueños.