El fervor de los hinchas siempre se asoció a los colores del club y se tradujo en la compra de camisetas, gorros, llaveros, cadenitas, escudos y más que permitieran identificar a los fanáticos. Más recientemente los colores trocaron en marcas asociadas a jugadores famosos para vender botines, aprovechando que la decisión sobre el calzado, a diferencia del resto de la indumentaria, es patrimonio de cada jugador.
Ahora se están ofreciendo obras enteramente digitales que resultan, al mismo tiempo, una ruptura y una continuidad respecto de esta tendencia a comprar objetos que certifiquen la identificación con un equipo o jugador: es por ahí por dónde se puede comprender el lanzamiento de imágenes digitales artísticas de Lionel Messi que se venderán como NFT.
El extraño mercado de Non-Fungible Tokens (NFT)
Hace pocos días Lionel Messi anunció por sus redes sociales que ofrecerá piezas digitales de una colección llamada Messiverse en el sitio Ethernity. Las obras son del artista digital Australiano Kode Abdo, más conocido como Booslogic.
A partir del 20 de agosto los interesados podrán entrar a la galería y hacer su oferta por las primeras cuatro obras: "Hombre del futuro" que muestra un Messi cibernético, "Vale su peso" en la que se la compara con el Atlas que sostiene el mundo, "El Rey trebejo" con una estética ajedrecista, mientras que el cuarto será una sorpresa realizada por el estudio Impossible Brief.
¿Dónde podrán exhibirse estas piezas únicas que costarán, seguramente, varios miles de dólares o más? Es que a diferencia de la camiseta que se luce en el cuerpo o el banderín que cuelga del retrovisor, las piezas digitales necesitan una pantalla donde verse.
La ventaja y, al mismo tiempo, el problema de los bienes digitales es la facilidad con la que pueden copiarse: cualquier persona sabe cómo utilizar una imagen de internet para ubicarla como fondo de pantalla o, incluso, imprimirla. Entonces: ¿qué obtendrá el "comprador" de una imagen digital de Messi que todos podrán "usar"? Ahí es donde entran a tallar los NFT (Non-Fungible Tokens), una moda reciente que alcanzó la fama hace unos meses cuando Christie’s subastó una obra del artista Beeple, por 69 millones de dólares.
Cómo se compra
Los NFT prometen resolver un serio problema en la era de la reproductibilidad técnica digital, en la que los originales no existen y, para peor, hacer copias es muy fácil.
La solución que ofrecen los NFT está basada en blockchain o cadena de bloques, una tecnología criptográfica que se hizo famosa gracias a bitcoin">bitcoin (BTC). El mecanismo de este sistema está basado en un control distribuido de las transacciones que se hacen y protegido por un sistema criptográfico que hace que ningún registro pueda ser modificado sin que la cadena pierda su coherencia matemática.
Así, si alguien asegura haber comprado tal o cuál pieza o haber recibido un bitcoin de otra persona, el sistema debe hacer una serie de cálculos que permitan ratificar la validez matemática de ese movimiento y que ambas partes estuvieron de acuerdo. Al finalizar ese proceso comparte el resultado en la red para que los demás comprueben esa validación y sumen el nuevo bloque a la cadena.
Cambiar un bloque anterior para, por ejemplo, indicar que una de las ilustraciones de Messi pertenece a tal persona, sería muy complicado porque requeriría modificar los registros de todos los nodos. Para peor la cadena perdería coherencia matemática ya que cada nuevo bloque depende del anterior. De allí su inviolabilidad de esta tecnología que, de cualquier manera, tiene algunas debilidades para el uso de los NFT.
Para comprar los NFT de Messi habrá que transformar el dinero en ERN, la criptomoneda de la plataforma, para así cargar una billetera virtual con el dinero necesario para la transacción.
La idea de propiedad
Lo que está ofreciendo Messi y que ya ofrecieron otros famosos como Pelé o Mohammed Alí, es la posibilidad de registrar una obra que todos podrán ver, copiar, imprimir como propia.
Sí, parece una contradicción comprar algo que todos podrán tener de la misma manera que aquel que pagó miles o millones de dólares. De allí surge la pregunta de por qué alguien podría estar dispuesto a hacer semejante cosa.
La primera es que ya hay experiencia de objetos que son revestidos de valor por consenso social. El caso más evidente es el dinero, el cuál lleva siglos siendo aceptado a cambio de objetos útiles aunque ya ni siquiera represente, como en otra época, una cantidad de oro. El dinero es una convención aunque está asentado sobre la legitimidad histórica del Estado.
La segunda razón, basada en la primera, es que en la medida en que más gente sepa de la existencia de los NFT de Messi es probable que aumente la demanda por ellos. Así la compra sería, en realidad, una inversión especulativa.
Una tercera razón proviene de quienes desconfían de las criptomonedas en general, entre ellas bitcoin y ethereum, y las consideran burbujas que necesitan inflarse permanentemente. Desde este punto de vista los NFT son burbujas subsidiarias que permiten atraer dinero nuevo o entretener los activos criptográficos para generar otros negocios.
Se está inflando una burbuja insólita
Una cuarta razón posible tendría que ver con un fenómeno que puede verse como fanatismo u obscenidad, según la perspectiva. Una cosa es gastar unos cientos de pesos en un gorro, algo distinto comprar una remera "original" de un equipo por varios miles, pero los NFT de millones de dólares dan un salto al vacío de la obscenidad lisa y llana: en marzo alguien "compró" como NFT el primer tuit de la historia por 2,9 millones de dólares.
Messi está haciendo algo que ya ocurría de distintas formas. Por ejemplo, la NBA vende jugadas para que los fans puedan registrarlas como propias. Eso no significa siquiera que tengan derechos para comercializarlas o restringir su acceso: siguen disponibles en las plataformas.
Incluso el PSG, el equipo al que se sumará Messi, tiene su propia criptomoneda que, seguramente, verá aumentar su cotización con la llegada del astro por razones que tienen mucho de profecía autocumplida: si mucha gente cree que van a aumentar, lo harán.
Los NFT, de manera similar a algunas criptomonedas, empujan los activos financieros a niveles de abstracción insólitos que encandilan con tecnología y cifras millonarias desde los titulares de los medios.