Hay un lugar en el mundo donde duele especialmente la llegada de Lionel Messi al París Saint-Germain, que recibió con una excursión vertiginosa al argentino en un día en el que pasó la revisión médica, lució sus nuevos colores y saludó a pura sonrisa a sus flamantes seguidores. Es en España, más específicamente en Barcelona, la tierra donde el astro rosarino creció futbolísticamente y se encargó de hacer inmenso y dorado al club culé, con el que cosechó 35 títulos.
Y es que con su movida jornada de arribo al PSG -aunque hay prevista una presentación oficial para este miércoles- lo que se cerró al menos por ahora fue su etapa histórica en la institución catalana. Un final increíble para quienes todavía hoy pestañean y se pellizcan para creer lo que está sucediendo. Y es que hasta las últimas horas previas a su desembarco en el club francés se vivieron a puro trascendido de una posible oferta del Barcelona para retener al ídolo. La realidad se impuso, primero con sus lágrimas y luego con las escenas que el PSG oficializó en sus redes. También con las palabras del propio padre del rosarino, Jorge Messi, quien señaló con su voz al club catalán cuando fue consultado por la salida de su hijo. "Averigüen en el club", sentenció.
Lo cierto es que la partida del seis veces ganador del Balón de Oro es una ausencia que este martes empezó a sentirse duramente en la escena blaugrana. Empezando por los periodistas que, acostumbrados a ser anfitriones de sus colegas, esta vez debieron movilizarse para cubrir la noticia más importante de los últimos tiempos del astro. Los medios españoles debutaron como outsiders de los nuevos días de Messi, pero también transmitieron sus sensaciones de pena, nostalgia y hasta sorpresa por la composición de la nueva escena.
"Messi ficha por el PSG...¡Y cómo duele!" es la tapa que este miércoles ofrece el diario deportivo Sport para los seguidores culé, en un sentimiento compartido por un fútbol que ya extraña la magia del crack argentino. El portal Marca sostenía, en la madrugada española, una nota central titulada con un significativo textual del rosarino: "Todo en el club coincide con mis ambiciones futbolísticas".
Mundo Deportivo, el reconocido medio especializado en deportes de Barcelona, fue quizás el que eligió una de las portadas más simbólicas para graficar el primer día de la nueva vida de Messi, una donde ya no es eje el universo blaugrana. "C'est fini", se lee, encima de la imagen del argentino feliz, con su nueva camiseta, en el Parque de los Príncipes. "Se acabó". Porque la historia de Messi con el equipo culé cerró finalmente su capítulo, uno que les hará conocer ahora también a los barcelonistas la sensación de ser simplemente testigos de la magia del rosarino. Algo que puede sonar a poco pero que no deja de ser una maravilla.