El entrenador Richie Burke dejó el martes su cargo al frente de Washington Spirits, uno de los equipos de la liga femenina de fútbol. Un días después del anuncio de su salida, se divulgó un informe periodístico que plantea abusos emocionales de Burke sobre sus jugadoras. Al menos cuatro futbolistas dejaron el equipo por las presiones a las que fueron sometidas durante los dos últimos años.
Una nota publicada en The Washington Post recoge el testimonio de la defensores Kaiya McCullough, quien abandonó el club en la temporada pasada. "Estaba al ciento por ciento en una situación en la que Richie me abusaba emocionalmente", dijo McCullough. “Creó este ambiente en el que sabía que no estaba jugando tan bien, porque tenía mucho, mucho miedo de hacer las cosas mal y que me gritaran. Paralizó mi desempeño y me puso muy ansiosa ", añadió. McCullough aseguró además que Burke hacía bromas raciales que la hacían sentir "muy incómoda", al punto que "me hizo odiar el fútbol".
"Lloré varias veces después de la práctica", dijo McCullough al Post. “Una vez que quedó claro cómo Burke entrenaba, cuál era su manejo, entré en modo de supervivencia. Solo puedes hacer eso durante un tiempo y aún así encontrar alegría en lo que haces ", remarcó. Washington Spirits va séptimo en el campeonato, con cinco victorias en trece partidos. El caso se produce en momentos en que las jugadores de la NWSL luchan por mejores derechos laborales. No hay convenio de trabajo y ganan 22 mil dolares al año.
"El entrenador en jefe es el agente de poder en un sistema de reglas que se basa en desempoderar a los jugadores", dijo Meghann Burke, directora ejecutiva del sindicato de jugadoras de la NWSL. "No debería sorprender, entonces, que los jugadores se muestren reacios a hablar cuando un entrenador abusa de su autoridad", añadió
El club había anunciado que Burke sería reasignado a la oficina principal, por problemas de salud. Sin embargo, las autoridades reaccionaron al informe que se publicó en las últimas horas. Steve Baldwin, socio gerente de Washington Spirits, afirmó: "Nos tomamos muy en serio estas acusaciones y estamos llevando a cabo una investigación inmediata". En tal sentido, “Burke ha sido suspendido en espera de la investigación y tiene prohibido contactar a los jugadores y al personal y nuestras instalaciones", reafirmaron. McCullough agradeció a su vez las muestras de solidaridad a través de Twitter.
A su vez, la liga femenina, la NWSL, confirmó una investigación sobre los acosos. De hecho, el Post cita fuentes que hablaron desde el anonimato sobre los manejos de Burke. Dos jugadores lo hicieron así por temor a represalias. Aseguraron que el entrenador era "increíblemente volátil" y dijeron que apuntó a varias jugadoras con "ataques personales" bajo la amenaza de perder sus trabajos.
Una jugadora llegó a tener un ataque de pánico
A su vez, el informe señala que el club defendió a Burke poco después de su contratación en 2018, cuando dos juveniles se quejaron de sus tratos. Según el diario, el DT reprendió de tal modo a una juvenil en un partido, que esta tuvo un ataque de pánico y dificultad para respirar. "Cuando huele sangre, va más fuerte", dijo al respecto una de las futbolistas que habló con reserva de identidad. Frases como "nunca volverás a formar parte de la selección nacional" o ''vas a durar 20 minutos en el próximo juego” eran habituales en él hacia las jugadores con las que se ensañaba.
McCullough, que es afroamericana, describió un incidente durante una cena de pretemporada, en el que alega que Burke usó la expresión racista por antonomasia para un negro: "nigger". Dijo la palabra delante de ella al describir una situación en la que él defendió a su hermana de un atacante. “No estaba dirigido a mí, pero aún así fue profundamente discordante y muy incómodo escuchar a una persona blanca decir eso”, apuntó la defensora de 23 años. "La gente, literalmente, no puede decir nada", señaló la jugadora sobre lo que se vive. “Temen por sus contratos. Esa es su forma de vida ".
En otra ocasión, el entrenador dijo, en tono jocoso, "los ojos negros importan", en alusión a una jugadora negra golpeada en la cara. La frase era una alusión al movimiento Black Lives Matter. Hubo más. McCullough recordó que, al sacarse una foto arrodilladas en el campo de juego, el técnico dijo que debían posar arrodilladas sobre un muñeco de práctica inflable blanco, en alusión a la muerte de George Floyd, que conmocionó a los Estados Unidos.
“Estar en esa posición me hizo sentir pequeña. Eso no es algo que haya sentido en toda mi vida, y no es algo que nunca quisiera que alguien más sintiera ", dijo McCullough. “También me sentí traicionada. Me siento traicionada porque la gente me ponga en esa posición", cerró la jugadora, que no sabe si volverá a jugar. "Es difícil para mí dejar atrás y no asociar el fútbol con esta experiencia dolorosa y traumática".