Los diez años en el Concejo Municipal a María Eugenia Schmuck le dieron gimnasia parlamentaria suficiente como para ir como precandidata a senadora nacional con Rubén Giustiniani por la lista Preparados para Santa Fe, el espacio que aglutina a casi todo el Frente Amplio Progresista, a excepción de la línea Lifschitz del Partido Socialista. Schmuck postula la necesidad de renovar el progresismo en Santa Fe y propone como camino lo que define como el estilo de gobernar en Rosario: con diálogo y como alternativa a la grieta entre el kirchnerismo y Juntos por el Cambio. Reafirma el liderazgo de Pablo Javkin en esta etapa del Frente Progresista, y avisa que la construcción va más allá de esta elección de medio término, 2023 en concreto. En la agenda parlamentaria que preparó se alinean batallas por obras y recursos debidos a Santa Fe, y lo concerniente a derechos de la mujer; pero sobre todo, proclama el rol de representar a la provincia "sin gerentes ni dueños que nos digiten desde Buenos Aires".

La presidenta actual del Concejo transita su segunda candidatura nacional, luego de 2017, cuando integró lista interna a Diputados con Fabián Palo Oliver, quien ahora encabeza esa nómina, seguido de la socialista (del sector Bases) Carina Gerlero.

—¿Por qué no hubo lista de unidad en el FAP? -preguntó Rosario/12.

—Hubo un intento de unificar listas entre el socialismo y el resto de los partidos del Frente Amplio. Pablo salió a convocarlos, incluso a Igualdad, de Rubén, para conformar una lista. En la nuestra están casi todos los partidos que lo conforman, incluso un sector del socialismo, Bases, y radicales como Palo y yo. No hubo acuerdo con las candidaturas y lo mejor es resolver esas diferencias con internas abiertas. Es una etapa nueva que se inauguró cuando Pablo ganó la interna en Rosario y empezó a construir un liderazgo. Empezó una renovación en la conducción del Frente. Todos reconocíamos en Miguel Lifschitz a un gran elector, pero ante su lamentable pérdida era importante asumir cada uno el rol a ocupar. Pablo ya lo estaba ocupando junto a Miguel y naturalmente se dio que él convocara a construir esta lista. Nos hubiera encantado ir juntos pero cuando las diferencias no se pueden dirimir, están las internas. 

—¿Qué expresa tu candidatura, la de Giustiniani, la de Palo Oliver, que no expresen las de Clara García y Mónica Fein?

—Tiene que haber una renovación en el Frente, no con un solo partido encabezando las listas. Nos consideramos herederos de todo lo que el FPCS hizo en la Municipalidad de Rosario y en la Provincia. Creemos en una construcción amplia, dando lugar a todos los partidos que le dieron origen y fuerza a este espacio. Había que abrir el juego. Pablo convoca y pese a eso nadie de su partido es cabeza de lista. 

—¿Qué pensás al ver el alineamiento casi total de la UCR a Juntos por el Cambio ya incluso en Santa Fe, como lo muestra el caso de Maximiliano Pullaro? 

—Nos sorprendió también eso. Siempre fuimos críticos de Gualeguaychú (convención radical nacional que en 2015 decidió integrar el partido a Cambiemos). Los radicales progresistas en Santa Fe nos mantuvimos en este espacio aunque a nivel nacional el partido tomara otro camino. Este es un momento de transición, nuestra construcción es a futuro, para que el Frente recupere la Provincia y la forma es ubicarnos como alternativa a la grieta, que solo es negocio para los que la disputan y todo el resto la padecemos.

—Pero en caso de asumir en el Congreso estarías en el epicentro de la grieta. 

—Respeto ambos polos de la grieta pero en Rosario construimos política pública sentándonos con los que no coincidimos. Argentina necesita más diálogo para generar consensos. En ambos polos de la grieta hay gente muy valiosa y otra que no lo es. Hay ideas para compartir y otras que no, pero hay que intentarlo. Así es como hacemos en el Concejo. 

—¿Será una elección de tercios o se polarizará?

—Habrá que ver qué pasa en las primarias. Nosotros apostamos a que el FAP, por la importancia que tiene para las ciudades de Rosario y Santa Fe, donde gobernamos y el apoyo de intendenta de Santo Tomé, de Las Toscas, Vera, hay una representatividad territorial que va de norte a sur y de este a oeste. Esperamos volver a tener un lugar importante en la elección y apostamos a que sea de tercios, y si no se da ahora seguiremos construyendo hacia 2023. Muchos radicales que hoy optaron por Juntos por el Cambio volverán a esta herramienta que logramos en Santa Fe, el Frente Progresista.

—¿Cuál sería tu agenda para el Senado?

—Queremos que haya representantes genuinos de la provincia en Buenos Aires y no electores fabricados en Buenos Aires para representar a Santa Fe sin conocer sus problemas. Gente que pelee por el presupuesto, por las rutas que hacen falta, por nuestras economías regionales, obras de infraestructura en suspenso desde hace mucho, cobrar el dinero que todavía Nación nos debe, cambiar la Ley de Coparticipación que no refleja la realidad del país, también la agenda vinculada con los derechos de las mujeres y de las infancias. Es decir, que se ponga la camiseta de la provincia, sin dueños ni promotores desde Buenos Aires.