Los usuarios de Gmail sufrieron la última semana uno de los ataques de phishing más relevantes. El phishing es una técnica que consiste en suplantar otro servicio usando un anzuelo, de ahí que se pronuncie como pescar en inglés. Es un método que se suele utilizar para acceder a cuentas bancarias, por ejemplo, con una página que simula la original y guarda la clave del usuario para después acceder a la versión real en su nombre. Ante la cantidad de quejas recibidas a través de redes sociales por parte de las propias víctimas, Google reconoció que el ataque ha superado sus medidas de control y protección y ha dado una recomendación a sus usuarios: solo deben abrir los mensajes para colaborar en un documento de Google Docs si están plenamente seguros de que el remitente es correcto y estaban esperándolo.