En la edición pandémica de la Copa América que se disputó en julio pasado en Brasil, a varios de los jugadores del Scratch no les sentó muy bien que muchos de sus compatriotas hincharan por la Argentina en la final que disputaron. Sin embargo, con el paso de las semanas, la razón pesa más que la pasión. “La Argentina mereció la Copa América”, sentencia una voz autorizada de la escena musical del vecino país, pero especialmente en el universo del metal extremo en todo el mundo: Andrea Kisser, guitarrista de Sepultura. “Me encanta Messi. Es uno de mis jugadores preferidos. Me gustan sus formas tanto dentro de la cancha como fuera. Es un chico que inspira mucho. A pesar de que perdimos la final, Brasil está pasando por un momento positivo. El fútbol brasileño siempre muestra nuevos talentos, aunque me puso contento que Messi quedara campeón con su equipo. Le faltaba eso con la Selección Argentina”.
Si bien es un placer escuchar hablar de fútbol a un brasileño, especialmente a uno ilustre, Kisser se encuentra al otro lado del Zoom, desde su casa en la ciudad de São Paulo, para promocionar el nuevo álbum de su banda: Sepulquarta, lanzado el 13 de agosto. “Tenía en mi cabeza que Sepultura es la gira, el escenario”, expresa el músico. “Cuando apareció nuestro anterior disco de estudio, Quadra, en febrero de 2020, estábamos muy entusiasmados, pero de pronto todo quedó en suspenso, lo que me pareció imposible porque siempre estuvimos en la ruta. Durante 36 años recorrimos más de 80 países”. Al igual que el resto del mundo, el cuarteto de thrash metal no tuvo más remedio que resignarse y reinventarse. “Tuvimos que buscar la manera de seguir siendo Sepultura fuera de los escenarios. Tenemos a nuestro cantante en Estados Unidos y aquí no se pueden hacer conciertos como antes. Cuando volvamos a actuar con público, queremos que sea seguro, que la gente se sienta libre. Tenemos que esperar un poco más”.
Mientras llega ese momento, Kisser y los suyos crearon el podcast Sepulquarta (juego de palabras entre el nombre de la banda y el día miércoles en portugués). “Fue un evento muy importante donde hablamos de música, al igual que de temas variados como la depresión, la deforestación, las tribus indígenas, y deportes como el skateboard”, describe el violero. “Es un evento que sirvió para muchas cosas. Terminamos en 2020, porque en 2021 debíamos poner el foco en lo que se viene. Pero podemos traerlo de vuelta cuando queramos”. Una vez que concluyó esa serie de emisiones, el grupo se dio cuenta de que se encontraban ante un registro histórico, no sólo por describir una época particular en la historia de la humanidad, sino también por lo que se generó en las performances musicales. “Siempre invitábamos a otros músicos y no había reglas para ellos. Cada uno podía hacer lo que quisiera: su propia historia, arreglos y hasta propuesta de temas”.
Sepultura aprovechó la ocasión para rescatar canciones de su repertorio que no suelen ser habituales en sus shows en vivo. “Hablando con los invitados, llegamos a los temas que hicimos. El primer single que sacamos fue ‘Mask” (para el que prestó su guitarra el canadiense Devin Townsend, ex integrante de Strapping Young Lad), y luego lanzamos ‘Apes of God’, con Rob Cavestany (violero de la mítica banda de thrash metal Death Angel). Son dos temas que tocamos, pero no mucho. Los guitarristas le pusieron su propia onda en los solos, lo que aportó novedad y frescura. Aunque ‘Territory’ (en el que participó el cofundador de Megadeth David Ellefson) e ‘Inner Self’ (con Phil Rind, de Scred Reich) los reversionamos con dos bajos”. En las 15 versiones que conforman Sepulquarta hay, por supuesto, materia prima brasileña. “En ‘Ratamahatta’ tuvimos a tres bateristas: el nuestro, junto a João Barone (Paralamas) y Charles Gavin (Titãs). Estamos muy contestos con el resultado y la participación de todos. La respuesta de la gente fue positiva”.
-¿Cuál fue la reacción de los músicos invitados cuando les dijeron que iban a hacer un disco con esas grabaciones?
-A finales del año pasado, nos dimos cuenta de que en ese material había mucha gente buena, increíble, y que era parte de la familia Sepultura. Cuando les conté que íbamos a sacar un disco, se entusiasmaron. No hubo egos ni estupideces. Hicimos una mezcla más profesional de las canciones. Pero lo que está ahí fue lo que sonó. Es muy natural, real y efectivo. Fue una experiencia en la que logramos muchas cosas nuevas.
-¿Cómo fue la dinámica al momento de grabar esos temas?
-Fue tranquila y rápida. Imaginate poner tres baterías en un escenario o en un estudio. Si bien es posible, es un trabajo increíble. Tampoco es un disco en vivo, ni de estudio: es una manera tan novedosa de hacer las cosas que aún no tiene nombre. Cada uno mandó lo que hizo en su casa, su estudio o su baño, como pasó en el caso de varios vocalistas. Fue una cosa muy casera y honesta.
-Quadra no pudo disfrutar de su propio tiempo de vida, lo que les debe provocar mucha impotencia porque es su mejor disco de estudio en los últimos tiempos. ¿Cómo harán para lidiar con ambos álbumes?
-En 2019 tocamos un tema nuevo, “Isolation”, y presentamos la tapa y el resto del proceso. La respuesta tanto de los fans como de la prensa fue positiva, lo que nos puso contentos. Lo que sentimos luego es muy difícil de explicar, porque nunca sucedió algo así. Pero esto no sólo le pasó a Sepultura sino a todos los artistas. A partir de eso, tenemos que esperar, respirar un poco y mirar las posibilidades. Si una puerta se cierra, otras diez se abren. Hay que levantar la cabeza y seguir. Tenemos que respetar el presente porque las cosas siempre cambian. En ese aspecto somos muy positivos.
-¿Cómo impactó la pandemia en la escena musical de tu país, tomando en cuenta que su presidente se refirió al coronavirus como una “gripezinha”?
-Acá los músicos han sido solidarios: haciendo beneficencias, consiguiendo para la gente de la calle ropa para el frío, ahora que hay mucho en Brasil. Artistas como nosotros, y en especial Ratos de Porão, hicimos un trabajo increíble para ayudar a la gente. También a nuestro equipo técnico, que perdió todo a partir de la imposibilidad de salir de gira. Creo que la pandemia generó nuevas condiciones para ser un artista. Tenemos que respetar el presente y no volver a la normalidad. No podemos crear mucha ansiedad porque afecta nuestra salud. Tocaremos cuando exista la posibilidad. Si bien Foo Fighters tocó en Estados Unidos, los ucranianos Jinjer, al igual que otros grupos, tuvieron que cancelar sus giras europeas. Mientras se aclara el panorama, estamos contentos con lo que pasó con Quadra y nos encontramos expectantes con lo que sucederá con Sepulquarta.
En simultáneo con su rol de violero y líder de Sepultura, el músico brasileño, que audicionó en 1992 para ser el guitarrista rítmico de Metallica (luego de que James Hetfield sufriera quemaduras en la mano durante un accidente en un show), es parte de De La Tierra. El supergrupo, que integran asimismo el argentino Andrés Giménez (frontman de A.N.I.M.A.L.) y el mexicano Alex González (Maná), lanzó el año pasado el single “Distinto”, adelanto de su próximo álbum de estudio. “Esa canción va a estar, aunque con otra versión”, adelanta el artista. “Ya tenemos 11 o 12 temas listos para grabar. Lo íbamos a hacer en mayo de 2020, pero no pudimos por la pandemia. Si todo sale bien, en octubre iré a Miami para terminarlo. Es un material muy bueno y pesado. Es el primer disco que vamos a hacer con Harold Hopkins en el bajo (el portorriqueño fue parte del grupo Puya). Es un músico que tiene una pegada más metalera, en comparación con Señor Flavio”.