"Formo parte de una generación diezmada, castigada con dolorosas ausencias, me sumé a las luchas políticas creyendo en valores y convicciones a las que no pienso dejar en la puerta de entrada de la Casa Rosada". Esas palabras profundas y coherentes que pronunció Néstor Kirchner en su discurso de asunción como presidente de la Nación el 25 de mayo de 2003, también fueron sinceras. Porque si hay algo que cumplió con firmeza fue con no dejar de lado sus ideales ni siquiera cuando estuvo en las más altas esferas de la gestión política. No cumplió con lo que suelen señalar algunos sociólogos: que cuanto más arriba uno está en la escala de poder, más dispuesto debe estar, entonces, a negociar su grado de impureza. Néstor Kirchner no negoció sus ideas, fue auténtico, con sus virtudes y con sus defectos, pero con un amor a su pueblo que dejó en cada huella de su camino por la gestión política. Por eso no resulta extraño que el nuevo documental del abogado y docente santafesino Esteban Cadoche, se titule justamente Néstor, su huella. El film refleja lo más destacado del ex presidente argentino desde el momento en que asumió como primer mandatario hasta el día de su muerte, el 27 de octubre de 2010, cuando gobernaba el país su compañera de vida y de militancia política Cristina Fernández.
Tras los documentales de Paula de Luque y de Israel Adrián Caetano, Cadoche aborda ahora todo lo referente a un genuino animal político. El film, que contó como productor asociado a Víctor Santa María-Grupo Octubre (ver recuadro), se estrena este sábado por streaming. La plataforma utilizada será Passline y los tickets pueden adquirirse ingresando a https://cutt.ly/DQOyTc3. Néstor, su huella combina material de archivo –en buena parte inédita- con testimonios. Entre los entrevistados, sobresalen el actual presidente Alberto Fernández (jefe de gabinete de ministros de Néstor Kirchner 2003-2007) y el ex presidente de Brasil entre 2003 y 2010, Lula Da Silva. No hay testimonios de Cristina Fernández, pero el director explica que fue por respeto a su dolor. De todos modos, Cadoche señala: "Cristina igualmente está en el documental, pero no solamente en imágenes sino porque está presente en el recorrido de lo que nosotros mostramos". También hablan el legislador porteño Juan Valdés, Victoria Montenegro (nieta recuperada, militante por los DDHH y legisladora porteña), las periodistas Julia Mengolini y Mariana Carbajal, entre otras figuras públicas, como Alejandro Vannelli y Ernesto Larresse, representante de actores y actor, respectivamente, quienes fueron una de las primeras parejas en acceder al matrimonio igualitario en el año 2010.
Pero la identidad de Néstor su huella –y en eso radica una de sus virtudes- es que combina esos testimonios y otros de figuras públicas con los de personas comunes, como los de una estudiante de Ciencia Política, una ama de casa de Longchamps, una peluquera vecina de Berazategui y una docente universitaria, entre otras. El documental cuenta con música de José Luis Castiñeira de Dios.
Según expresa el propio director, esta película nació de sus ganas de que las nuevas generaciones sepan quién fue y qué hizo Néstor Kirchner. “Hay más de cinco millones de chicas y chicos de 16 a 30 años que por la edad no lo saben o saben muy poco”, confiesa Cadoche. Por eso, el contenido tiene las líneas troncales de la política desplegada por Néstor Kirchner no sólo en la presidencia sino hasta su muerte “porque hasta ese momento siguió siendo una de las dos figuras centrales de la política argentina junto con Cristina Fernández”, subraya el propio realizador. “De manera que es una misma política desplegada. Por eso, se ve el tema de los derechos humanos como política de Estado, la recuperación del trabajo y del salario, las jubilaciones, la ampliación de derechos, no solamente del matrimonio igualitario sino que hay un segmento muy grande de lo que cambió Néstor Kirchner para las mujeres en la Argentina: entre otras cosas, la llamada jubilación para las amas de casa, que incluyó a casi dos millones de mujeres que no hubieran podido tener ese derecho. También se destaca el impulso fenomenal a la ciencia y la tecnología como herramientas estratégicas. Es estratégico porque eso no es para las próximas legislativas. Eso es para veinte o treinta años", considera Cadoche.
-Algo muy destacable del documental es que no sólo hablan figuras públicas sino también gente común. ¿Por qué lo pensó de esta manera?
-Son muchos los que me dijeron lo mismo, porque esa fue una decisión del minuto cero. Así como hay más mujeres que hombres, hay más figuras desconocidas que públicas, porque yo quería que contaran en primera persona cómo les había cambiado la vida Néstor Kirchner. Y no hablan de casos individuales: la persona que cuenta que le remataron la casa por el atraso en el crédito hipotecario no era una sino miles y miles. Y Néstor Kirchner suspendió las ejecuciones hipotecarias. Lo mismo el Hospital Francés y las fábricas recuperadas.
-¿Cree que fue fundamental apoyarlas tras la hecatombe del 2001?
-Claro, el que da su testimonio, Francisco "Manteca" Martínez (socio fundador de la empresa recuperada Textiles Pigüé, actual coordinador de la Comisión Técnica Asesora de Empresas Recuperadas del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social) es de un lugar pequeño de la Provincia de Buenos Aires, donde un grupo dejó 8 mil desocupados, el grupo que fabricaba para la empresa más conocida de indumentaria deportiva. Después, en todas las provincias como, por ejemplo, Córdoba y Santa Fe, hay un montón de fábricas recuperadas, también en el Chaco. O sea que estamos hablando de testimonios en primera persona pero que están referidos a miles de argentinos y argentinas. Y eso es muy impactante.
-¿Fue difícil reconstruir todo el proceso político?
-Fácil no fue porque tuvimos que hacer muchas elecciones en el momento. No podíamos hacer una película de tres horas. Entonces, fue complicado ir eligiendo. Había cien discursos de Néstor Kirchner que hubieran durado 45 horas. Traté de rescatar las perlas, porque son momentos breves, pero son los mejores momentos de la expresión pública de Néstor Kirchner a través de discursos. Eso fue muy difícil también porque hay que trabajar mucho tiempo para seleccionarlo. La primera selección te da una hora de discursos, la segunda te da media y la tercera deben haber sido cinco minutos. Eso es complicado. La prueba de fuego fue la del prestreno del 4 de agosto. Yo no podía imaginar lo que iba a pasar con la gente. Y fue muy impresionante porque la abrumadora mayoría de la gente que estuvo en el Centro Cultural Kirchner lloró de manera intensa. Y eso es muy difícil de lograr con un documental histórico. Una película de ficción tiene una trama, un guión construido, actores formidables que realmente llegan a transmitir una alta emoción. Un documental -y encima un documental sobre la historia política- no es normal que consiga eso.
-En Néstor, su huella habla el expresidente de Brasil, Lula Da Silva. ¿Cree que fue un hombre determinante para la política del Mercosur que pretendía Néstor Kirchner?
-Sí, absolutamente, junto con Hugo Chávez. El mismo lo expresa en un tramo muy largo, y muy hermoso -además, por cómo lo dice-, que dedica a la unidad de América latina, a la UNASUR y puntualmente al Mercosur. Fue el mejor momento, el momento más brillante de encuentro de los 500 años de incorporación a la historia universal de América latina. Fue el momento más intenso, de mayor acercamiento a la unidad.
-Otro aspecto de la película habla del tema de darles voz a los movimientos campesinos. ¿Cómo fue charlar con representantes de los pueblos originarios?
-La verdad es que Deolinda Carrizo tiene una fuerza, una garra muy impresionante (es referente del Movimiento Campesino de Santiago del Estero y actual directora de Género e Igualdad de la Dirección Nacional de Fortalecimiento y Apoyo a las Organizaciones de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena). Es una mujer joven, pero hace más de veinticinco años que está en la militancia política, desde la adolescencia. Y a mí me parecía muy importante que estuvieran esas voces, como las de las fábricas recuperadas. Esas voces de personas y colectivos que realmente estaban en la peor situación en 2003. De hecho, todavía persisten los desmontes y los atropellos a punta de pistola violentos de los sojeros en determinadas provincias del norte argentino. Pero ella dice allí: "Pasamos a ser visibilizados porque veníamos de la criminalización. Pasamos a tener un lugar". Eso es política pública.
-¿Qué parte de la película cree que va a movilizar más a los jóvenes? ¿Tal vez la de los nietos recuperados?
-Yo creo que eso es personal de cada uno, como cada uno de los que estuvo puso el acento en algún punto particular de la película. Me cuesta no verla como un conjunto, como lo que es. Pero creo que tanto para los jóvenes como para los adultos, el secreto es la emoción, es llegar, porque contar se puede contar con un ensayo, con una nota periodística extensa. Pero nosotros teníamos la intención deliberada y muy marcada de llegar al corazón. Si no, tampoco llega a la inteligencia de manera intensa. Y eso creo que se logró por lo que vi de la reacción de la gente en el prestreno.
-Hay que tener en cuenta que se trata de un documental que tendrá carácter histórico. ¿Lo toma como un desafío como cineasta?
-Sí, efectivamente es un desafío. En un momento, uno está sumergido en el trabajo y hay muchas cosas de las que no toma dimensión. Y alguien, creo que Eduardo Valdés, me dijo: "Esto va a ser un documento histórico". Después de eso, ahora incluso, que está terminada, yo digo que sí. ¿Por qué puede ser un documento histórico? Porque no es un panfleto. Jamás lo hubiera sido porque yo no hago esas cosas, porque no hace falta, porque es mucho lo que se hizo y bueno como para traducirlo en una película para los convencidos. Y creo que se consiguió. Es una película en la que, más allá de algunas opiniones y sentimientos personales, están exhibidos los hechos centrales de toda una voluntad y una gestión política. De manera que sí puede ser utilizado en las escuelas, como me dijo una chica joven a la salida del prestreno. Está hecho con el cuidado suficiente para que pueda ser visto como para aprender historia.
-¿Cómo cree que puede ver el documental alguien que no comulga con las ideas de Néstor Kirchner?
-Lo puede ver -vinculado con lo que decía recién- desde una óptica que por lo menos va a ver que los hechos registrados no son invento de nadie. Hay poca opinión. Por supuesto que hay sentimientos, pero yo ni siquiera aparezco con una voz en off diciendo: "La presidencia de Néstor Kirchner fue la mejor". Yo no quise hacer eso. Entonces, están expuestos los hechos históricos más importantes y eso permite que quien la vea y no esté de acuerdo con las políticas de Néstor Kirchner, en general, pueda encontrarse con hechos ciertos. Objetivos es una manera de decirlo, pero quizás es confusa, pero sí con cosas que son verdades históricas, más allá de las opiniones: la jubilación de amas de casa, Atucha, Satélite Argentino y los derechos humanos no son un invento. Fueron parte de una política de Estado.
-Los grandes medios se dedican a atacar y a denostar a los artistas que coinciden ideológicamente con los gobiernos kirchneristas, como si eso fuera inmoral. Si bien usted tiene una postura independiente, ¿le pasó algo similar en este tiempo? ¿Es algo que le preocupa?
-No, no me pasó todavía. No me preocupa. Es muy difícil pegarle al documental, incluso pegarme a mí porque, insisto, no es propaganda publicitaria, no tiene un tinte panfletario, para nada. Entonces, acusarme de tener ideas, además de ser muy bajo, sería deshonesto. Suponemos que todo el mundo quiere que los demás tengan ideas e ideales.
-¿Y cuál cree que fue la principal medida, la más destacada de las que impulsó Néstor Kirchner?
-Es muy difícil. Hay una que, como todas las cuestiones que tienen que ver con la economía, aparecen números fríos, pero es el presupuesto para todo lo demás: fue la renegociación de la deuda externa. Como dice Alberto Fernández en el documental: fue la mayor quita de la historia del Fondo, y la renegociación más importante. Como pasa ahora que tenemos la deuda externa más alta del mundo proporcionalmente, y si eso no se resuelve, como se pudo resolver en aquel momento, es muy difícil todo lo demás, casi imposible: el desarrollo, la redistribución del ingreso, el apoyo a los sectores más vulnerables; incluso, el impulso a la industria, la construcción de viviendas, la gran obra pública. Sin ese presupuesto, que es contar con los recursos necesarios es imposible lo demás. Reitero que son todas importantes, pero la renegociación de la deuda externa sería la madre de todas las políticas a partir de la cual Néstor Kirchner desplegó lo demás.
Cineastas militantes
Esteban Cadoche señala que la participación del productor asociado Víctor Santa María, “fue muy importante”. El Grupo Octubre puso “las tres cuartas partes de los técnicos -maravillosos como seres humanos y como profesionales- y del equipamiento para las filmaciones en Ciudad de Buenos Aires y provincia”, comenta el director. “Por eso digo que el otro 25, 30 por ciento lo hicimos nosotros con un enorme esfuerzo y con alguna ayuda, como las filmaciones en Bariloche, Santiago del Estero, provincia de Santa Fe. Y vinculado con eso, tengo que decir que nosotros no somos empresarios de cine. Nosotros somos militantes que hacemos cine y somos pobres, tenemos recursos muy limitados. Hemos puesto todo lo que pudimos y más de lo que pudimos. Y necesitamos que la gente nos acompañe de manera horizontal y solidaria adquiriendo su entrada”, dice Cadoche. Y se lo nota entusiasmado y convencido de que así será.