What Happened, Miss Simone?
Liz Garbus
2015
El celebrado documental de Liz Garbus, nominado a un premio Oscar en su categoría, resulta interesante tanto para el recién iniciado en las bellas artes de Nina Simone como para el más profundo conocedor de su vida y obra. Desde su nacimiento en 1933 bajo el nombre Eunice Kathleen Waymon, hasta la muerte a los 70 años en su país adoptivo, Francia, la película recorre de forma cronológica los altos, bajos y mesetas de la enorme cantante y pianista que quería ser concertista clásica y terminó dándole un nuevo nombre al jazz, el soul y otras regiones musicales. Pero What Happened, Miss Simone? no sólo recorre una carrera artística de varias décadas, también se detiene en la compleja vida personal y muy conflictiva relación con su hija, la también cantante Lisa Stroud, además de señalar el imbatible compromiso con las causas sociales durante los convulsionados años '60. El material de archivo es notable (hay incluso audios inéditos grabados por la propia artista) y es uno de los sostenes principales para que Garbus componga una biografía documental estimulante en apenas 100 minutos. La película incluye un fragmento de su aparición en el Festival de Harlem de 1969, también presente en Summer of Soul, la breve pero explosiva arenga política antes de la presentación en sociedad de “To Be Young, Gifted and Black”: “¿Están preparados para romper cosas blancas, para quemar edificios? ¿Están listos para matar, si es necesario?”.
Amazing Grace
Sydney Pollack / Alan Elliott
1972 / 2018
La historia detrás de Amazing Grace es tan apasionante como su contenido. Durante las noches del 13 y el 14 de enero de 1972, Aretha Franklin se presentó en la iglesia bautista New Bethel de Watts, en Los Ángeles, para ofrecer dos recitales íntimos dedicados exclusivamente a la música religiosa estadounidense por antonomasia, el góspel. El joven realizador Sydney Pollack, quien luego dirigiría grandes producciones como Los tres días del cóndor, Tootsie y África mía, comandó al equipo de camarógrafos que filmaron el evento desde distintos ángulos. Pero el jugoso material, por razones diversas –algunas de índole técnico, otras de origen legal– quedó olvidado en las bóvedas de la empresa productora, la Warner Bros., sin ver la luz durante más de cuarenta años. El trabajo de Alan Elliot en 2018 se constituyó en un delicado y preciso trabajo de restauración y sincronización de imagen y sonido, que le devuelven al material toda la potencia original. No es necesario ser profundamente religioso, ni siquiera creyente, para que la voz de Aretha llegue hasta lo más profundo del alma del espectador/oyente. En particular, su rendición del tema que le regala el título al film logra poner la piel de gallina. Dos momentos de excepción: los ojos de la cantante observando en la primera fila a su padre, el reverendo Clarence LeVaughn Franklin, y un Mick Jagger extasiado ante los sonidos provenientes de la garganta de la reina del soul.
Wattstax
Mel Stuart
1973
El productor y cineasta Mel Stuart venía de dirigir la versión con Gene Wilder de Willy Wonka y la fábrica de chocolate cuando fue contratado para dirigir las filmaciones de un recital particular. Organizado por la discográfica Stax para conmemorar los disturbios en la comunidad de Watts en 1965, que causaron 34 muertes y más de mil heridos, el recital contó con la presencia de toda la plana mayor de la compañía nacida en Memphis, y fue disfrutado por más de cien mil espectadores, en su gran mayoría afroamericanos, “la mayor concentración de estadounidenses negros hasta la fecha, exceptuando los eventos ligados a los movimientos civiles”, según afirma Robert Gordon en su libro Respect Yourself: Stax Records y la explosión del soul. Jesse Jackson, The Staple Singers, Freddie Robinson, Isaac Hayes, Eddie Floyd, Carla Thomas y The Bar-Kays, entre otros solistas y bandas, participaron del masivo encuentro, registrados por las cámaras de Stuart. El largometraje, distribuido originalmente por Columbia Pictures, incluye además un puñado de segmentos de artistas que no participaron del recital, en lo que podría describirse como proto-videoclips, como la performance de “Walking the Streets and Crying” de Little Milton o la particular rendición góspel de The Emotions. Isaac Hays ofrece una versión de siete minutos de su “Tema de Shaft”, transformado en himno del empoderamiento negro desde su lanzamiento en 1971.
Jazz on a Summer’s Day
Bert Stern
1959
Dirigida a todo color por el fotógrafo publicitario y de moda Bert Stern, Jazz on a Summer’s Day –un registro de las jornadas musicales de la edición 1958 del Newport Jazz Festival, en Rhode Island– probablemente sea la madre de todas las películas de recitales por venir. A tal punto que su mezcla de imágenes de las performances con tomas de la ciudad y del público presente sin duda influyó en la estructura de la mucho más famosa Woodstock. Olvidado durante décadas y recientemente resucitado gracias a una formidable restauración de imagen y sonido, el film presenta a algunos de los mayores talentos del mundo del jazz en un momento de enorme creatividad y cambios radicales en las formas musicales del género. ¿Qué otra película reúne a gigantes de la talla de Louis Armstrong, Thelonius Monk y Sonny Rollins en pleno apogeo de sus respectivos talentos? Por ahí andan también el rockero Chuck Berry, ofreciendo una rendición jazzera de “Sweet Little Sixteen”, y Mahalia Jackson, once años antes de su participación en el Festival Cultural de Harlem. Estrenada en el Festival de Venecia en 1959, la prestigiosa crítica cinematográfica Pauline Kael escribió al respecto que “el estilo de la cámara de Stern logra transmitir la atmósfera feliz y relajada del evento. Por la noche, cuando Mahalia Jackson canta con sus tonos majestuosos la palabra soul, logra definirla de una vez y para todos los tiempos”.