El exdiputado y dirigente bolsonarista Roberto Jefferson fue detenido este viernes por orden del Supremo Tribunal Federal acusado de participar de una red que promueve actos contra la democracia, como el uso de las redes sociales -donde se muestra portando armas de fuego- para pedir la intervención del Ejército en el máximo tribunal o la expulsión del embajador de China.
La detención de Jefferson, en la política desde 1970, fue autorizada por el magistrado del Tribunal Supremo de Brasil Alexandre de Moraes, instructor de la investigación que transcurre en la máxima corte del país, tras un pedido de la Policía Federal (PF).
Moraes lleva adelante una causa sobre las campañas bolsonaristas contra los poderes del Estado y en la cual fue incluido por haber diseminado mentiras sobre un supuesto fraude electoral el propio presidente Jair Bolsonaro.
La acusación tiene que ver con la financiación de milicias digitales a favor de un quiebre institucional, una práctica de la ultraderecha brasileña identificada con el gobierno del expresidente estadounidense Donald Trump y el movimiento extremista y segregacionista norteamericano Qanon.
La investigación
La investigación comenzó en 2019 limitada a la difusión de noticias falsas a través de internet, pero recientemente pasó a centrarse en la posible existencia de los que han sido calificado de "grupos digitales antidemocráticos", en su mayoría de la ultraderecha que lidera el gobernante.
En su decisión, el magistrado del Supremo consideró que fue "inequívocamente demostrado en los autos los fuertes indicios de materialidad y autoría" de los delitos de calumnia, difamación, injuria y apología al crimen, entre otros delitos, por parte de Jefferson.
Moraes señaló que el político llegó a pedir el cierre del Tribunal Supremo y la suspensión de todo los magistrados de la corte para acabar con la independencia del Poder Judicial.
"La Constitución Federal no permite la propagación de las ideas contrarias al orden constitucional y al Estado de Derecho, ni tampoco la realización de manifestaciones en las redes sociales buscando la ruptura del Estado de Derecho (...)", agregó Moraes.
La Policía Federal detuvo en su casa de Rio de Janeiro a Jefferson, presidente del Partido Trabalhista Brasileño (PTB), una fuerza históricamente de centroderecha pero que se sumó al bolsonarismo en la defensa de la portación de armas, la diseminación de campañas anticomunistas y los pedidos de intervención militar en el Supremo Tribunal Federal.
Jefferson visitó recientemente el Palacio del Planalto y fue elogiado por el ala militar, sobre todo en las redes por parte del general retirado Luiz Ramos, secretario general de la Presidencia.
Escándalo Mensalao
Jefferson fue aliado del Gobierno de Fernando Collor de Mello, quien renunció a la Presidencia en 1992 por corrupción, y estuvo luego en la base de apoyo al progresista Luiz Inácio Lula da Silva.
El diputado detenido este viernes había condenado a siete años de prisión por corrupción por parte de la alta corte en el escándalo conocido como Mensalao, que golpeó al gobierno del expresidente Lula , del que fue aliado en 2003 hasta 2005.
El exdiputado fue el delator del Mensalao, acusando de al exjefe de Gabinete de Lula José Dirceu de comandar una red de distribución de dinero para partidos aliados en el Congreso.
Sin embargo, Jefferson después aclaró que su acusación tuvo que ver con pago de campañas electorales hechas por el PT y no por compra de votos, aunque admitió haberse quedado con cuatro millones de reales de su propia fuerza política.
Tras cumplir su pena, se vinculó al Gobierno de Michel Temer y en 2018 promovió a su hija Cristiane Brasil como ministra del Trabajo. El nombramiento, aprobado por Temer, fue anulado por el Supremo, pues la hija del político respondía ante la Justicia por asuntos de corrupción y violaciones de las leyes laborales con empleados que trabajaban para ella.
El cierre de sus redes sociales
Morales ordenó el cierre de las cuentas de Twitter en las cuales Jefferson exhibía videos con armas amenazando a los miembros de la corte: los últimos fueron para amenazar a los jueces electorales por un supuesto fraude en las elecciones de 2022, una bandera que ha abrazado Bolsonaro.
En los últimos meses, Jefferson publicó videos con armas amenazando al embajador de China y pidiendo el cierre de la corte, en una versión tropical del movimiento de extrema derecha Qanon que apoya a Trump en EEUU y es el responsable por la invasión al Capitolio en Washington.
Antes de que borren su cuenta por orden judicial, Jeffereson había afirmado que era víctima del "comunismo", que el Superior Tribunal Federal actuaba "como Venezuela" y que defendía a la patria y a la familia brasileña.
El vicepresidente Hamilton Mourao fustigó la decisión de la corte al afirmar que quien se sienta ofendido por Jefferson debe procesarlo en la justicia pero "mandar a detenerlo es algo complicado".
Intervención militar
El exdiputado es uno de los principales defensores de una intervención militar en el Supremo Tribunal Federal, una consigna con la que parte del bolsonarismo acostumbra a salir a las calles. El alto tribunal está investigando a Bolsonaro en tres causas abiertas este año.
La última fue el jueves, por decisión de Moraes, por la que se investiga a Bolsonaro por filtrar públicamente un expediente en secreto de sumario sobre la acción de un hacker contra las urnas electrónicas.
Otro proceso es por supuestamente haber mentido y divulgado conspiraciones atentando contra el sistema electoral vigente y el primero es por prevaricato en un escándalo de corrupción que involucra la intención de compra fraudulenta de vacunas Covaxin con intermediarios en el Ministerio de Salud.