Este domingo Salta se convertirá en la tercera provincia, después de Misiones y Jujuy, que concurrirá a las urnas para renovar parcialmente la Legislatura provincial, y en forma total los Concejo Deliberante de los 60 municipios salteños. Además se elegirán 60 convencionales constituyentes que tendrán como objetivo renovar la Carta Magna provincial y al intendente de Aguaray que completará el mandato del destituido Enrique Prado.
En total participarán siete frentes electorales, dos de los cuales responden al gobernador Gustavo Sáenz y todo apunta a que romperán la polarización nacional entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, situación que ya se vivió en Misiones.
El saencismo armó Unidos por Salta con un grupo de partidos de centroderecha que incluye una porción del PRO. En tanto Gana Salta congrega a las agrupaciones peronistas afines al gobernador, encolumnados principalmente detrás del Partido Justicialista.
El Frente de Todos en esta elección provincial se plantea como oposición a Sáenz, y tiene al Partido de la Victoria como su principal sostén, pero en esta oportunidad no pudo repetir la conformación del 2019, ya que una disputa por las candidaturas provocó en una división que derivó en el frente Salta para Todos, lo que a priori le resta competitividad al kirchnerismo local.
En tanto Juntos por el Cambio + también hizo campaña denominándose como “la verdadera oposición” a Sáenz, a pesar de que el PRO y la UCR formaron parte de la coalición que lo llevó a ser gobernador.
Por otro lado, la izquierda que supo gravitar en elecciones anteriores y tuvo su pico en 2013 cuando se alzó con la mayoría de las bancas en la capital salteña, llega dividida por una disputa en el seno del Partido Obrero, entre los dirigentes históricos y la nueva camada.
Los primeros serán candidatos en el Frente de Izquierda y de Trabajadores, mientras que los otros integrarán el Frente Partido Obrero - Mas.
Recambio legislativo
El saencismo hoy ostenta una amplia mayoría en ambas cámaras, y es por lo tanto el espacio que más bancas pone en juego.
De las 30 que se renuevan en Diputados, 20 corresponden al oficialismo y 10 a la oposición. En el Senado son 10 las bancas saencistas en juego y las dos restantes pertenecen al Frente de Todos.
Por relevancia y cantidad de electores, la capital salteña concentra el principal foco de atención, especialmente en la banca para el Senado, categoría que encabeza la boleta y que aparece en la primera pantalla del voto electrónico que se utilizará nuevamente en Salta.
Para esa categoría son 10 las listas que presentan candidatos, entre los que están los oficialistas Emiliano Durand (Unidos por Salta), Matías Posadas (Gana Salta), la kirchnerista Pamela Ares y el macrista Martín Grande, que en la semana recibió el apoyo de Patricia Bullrich.
Otro dato a tener en cuenta es que esta elección finaliza el recambio con el urtubeicismo, ya que la mayoría de los legisladores a los que se les termina el mandato ingresaron en 2017 apoyando al ex gobernador Juan Manuel Urtubey, pero desde el 2019, en su mayoría, se reconvirtieron al saencismo.
En la capital también se renuevan las 21 bancas del Concejo Deliberante, lo que se presenta como una oportunidad para la intendenta Bettina Romero de ganar terreno en un organismo que en sus dos primeros años de gestión le fue hostil, con una mayoría de integrantes que respondían directamente al gobernador provincial.
Campaña fría y conflicto docente
La elección llega tras una fría campaña limitada por las restricciones de la pandemia que impidieron la convocatoria de actos masivos, lo que en líneas generales fue respetado por los candidatos, por lo que el escaso clima electoral estuvo dado por los carteles pegados a postes y paredes, redes sociales y en los anuncios en radio y televisión.
La duda radica en la cantidad de votantes que concurrirán el domingo, ya que a la apatía previa se suman las recomendaciones que desalientan a ir si presentan algún sintoma compatible con el Covid-19. En total hay 1.046.734 salteños habilitados para votar y el promedio histórico siempre se ubico por encima del 70 por ciento de presentismo.
La jornada de mañana llega además inmersa en medio de un conflicto del gobieno con los docentes que reclaman la apertura de las paritarias. Un sector de los maestros decidió ir al paro con la vuelta a clases después del receso invernal el 2 de agosto, y a partir de ahí fue sumando apoyos y creciendo en tensión. Las medidas de fuerzas también incluyen cortes intermitentes de rutas y calles en la capital y el interior, lo que llevó a algunos cruces con la policía, que ayer decidió vallar los ingresos a la plaza 9 de Julio, en donde un grupo de maestros hicieron un acampe.