“A dos meses de la desaparición de mi hija, la causa está como el primer día, sin novedad alguna”. Yanina Cialone, la mamá de Guadalupe Lucero, la niña de 5 años desaparecida en San Luis el 14 de junio pasado, en una frase expresó el dolor y la desesperación que atraviesa por la falta de resultados de la búsqueda. Este sábado, en San Luis, se realizará una nueva marcha para reclamar la “aparición con vida” de la pequeña. Los familiares de la niña solicitaron por las redes sociales la realización de una “marcha nacional”, pero hasta ahora sólo fueron confirmadas las que se harán en Mendoza y en Córdoba.
La mamá de Guadalupe sostuvo, en declaraciones a medios locales, en su provincia, que por ahora “no hay nada en concreto, nada que nos dé alguna esperanza, alguna pista”. La policía de San Luis, auxiliar del juez Ariel Parrillis, a cargo de la causa, ya realizó cerca de un millar de rastrillajes, pero no hay ningún dato orientador. Las críticas a la policía y al gobierno de San Luis, entre los familiares y las organizaciones que convocan a la marcha de este sábado, se basan en la repetición de operativos en los mismos lugares ya examinados.
La niña desapareció, se la llevó aparentemente una mujer “vestida de negro”, cuando estaba jugando en la vereda de la casa de una tía suya, en el barrio 544 Viviendas, de la capital provincial. Esta semana se realizaron, una vez más, allanamientos en viviendas ubicadas en las manzanas que rodean el lugar donde Guadalupe fue vista por última vez. La reiteración provocó el repudio de muchos vecinos que ya pasaron varias veces por la misma requisa, sin explicación que justificara los nuevos procedimientos.
La desazón es tan grande que familiares, amigos y vecinos movilizados esperan que “la viralización” de la imagen de Guadalupe en las redes sociales “nos den alguna pista, algo que hasta ahora no se logró en la causa”, dijo la mamá de la niña desaparecida.
Yanina Cialone recordó que en las primeras semanas “los medios nacionales difundieron la noticia, dieron informaciones que fueron a veces buenas y a veces malas, pero informaban, pero ahora casi nadie se acuerda” de que hay una nena de 5 años que sigue sin ser encontrada. A nivel local, los medios de comunicación están saturados por la campaña electoral y el caso Guadalupe ya casi ni es mencionado en los noticieros y en los medios gráficos.
Las hipótesis que se fueron tejiendo en las primeras semanas, como el secuestro extorsivo, la supuesta venganza de una banda narco o incluso la de la posible existencia de una red de trata que se llevó a la criatura, se fueron diluyendo por la falta de datos concretos que las siguieran sustentando. Eric Lucero, el papá de Guadalupe, expresó la misma impotencia que la mamá: “Ya pasaron dos meses desde que se la llevaron y como no tenemos nada claro, a esta altura estamos desesperados”. El padre cree que si bien “siguen los rastrillajes, ya no hay tantos, ya no hay lugares nuevos donde buscar”. Estimó que “a veces parece que se siguen haciendo rastrillajes como para demostrar que se hace algo, pero no parece haber certeza de lo que hay que hace para poder encontrarla”.
Hace unos días, Héctor Zavala, el abogado del padre de Guadalupe, siempre muy medido en sus expresiones, llegó a decir que el ministro de Seguridad de la provincia, Luciano Anastasi, “no está capacitado para encabezar una investigación de este tipo”. Agregó que el funcionario “debería pedirle disculpas a la familia y al gobernador (Alberto Rodríguez Saá) por no haber recurrido a tiempo a los especialistas nacionales entrenados en este tipo de delitos”.
Por su parte, la coordinadora del Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas, María Leticia Risco, declaró que la investigación sobre Guadalupe Belén Lucero "es el más difícil de los casos” en los que se ha intervenido en los últimos años.